Me llamo Valeria Homes, ¿Holmes? Exacto, no preguntes no es importante ahora mismo.
Mi hermana Enola Holmes, que al revés significa "Alone", Sola. A pesar de eso siempre estábamos juntas. Ella es mi otra mitad, llevo con ella desde toda mi vida, junto a mi madre.
A ellas les gustan los juegos de palabras, los enigmas, al igual que a mi hermano. Sí, ese Holmes.
¿Yo? A mi me gusta el arte, no lo expreso con palabras porque sabría la respuesta de todos. Incoherente teniendo en cuenta la importancia del arte en nuestra época.
Desde pequeña mi amor al arte ha sido claro, lo he llegado a expresar frente a insensatos e incultos que solo se burlaban de mí.
Mi madre y hermana no son así.
Mi madre decía, "Escribe tu propia historia antes de que otros lo hagan por tí".
Grandes palabras provenientes de una gran mujer, con maravillosas hijas.
Aunque supongo que no todo era amor.
La mañana de nuestro 16 cumpleaños, En y yo nos levantamos alegres, corriendo por la casa. Para descubrir que nuestra madre ya no estaba.
Nos había abandonado, o eso pensaba yo, Enola no tenía claro su pensar porque yo no la inundaba con mis negativos pensamientos.
A pesar de tener la misma edad ambas, siempre he tenido un afán por protegerla, sin mamá solo quedaba yo.
Pero ahora nos dirigimos a la estación a por mis hermanos, ¿servirán?
No creo, pero es lo que toca hacer.
- ¡En! -exclamo hacia mi hermana-
Si no te das prisa se impacientarán y he adelantado de antemano como es Mycroft.
- ¡Voy! -grita Enola, corriendo en dirección a la puerta- Vamos Val.
Ambas nos dirigimos en bicicleta, aunque a mitad del camino caemos. Al aceptar que no sabemos montar, continuamos a pie.
- ¿Crees que le gustaré? -pregunta Enola, con un semblante neutro y crea una duda en mí-
- ¿Le gustaré yo? -digo preocupada y ambas tensamos nuestro cuerpo por la impaciencia-
Esperamos a la llegada de nuestros hermanos.
Cuando aparecen, ambas los miramos impresionadas, pero ellos pasan de largo ignorando nos por completo.
Enola me mira extrañada, gira sobre sus talones y se apresura hacia ellos, yo la copio.
- Enola.. Valeria.. -dice Sherlock y yo sonriente asiento, esperando la mirada juzgadora de cierto hermano en nosotras-
- Dios, mírate, estás hecha un desastre -exclama Mycroft dirigiéndose a mi hermana, ella se inspección moviendo un mechón de su pelo, yo por una vez me había arreglado para la ocasión-
¿Ni sombrero ni guantes? -en este caso nos mira a ambas-
- Yo tengo sombrero pero me pica la cabeza, y guantes.. no tengo -dice Enola, y los ojos disgustados de Mycroft se dirigen hacia mí-
- Me he puesto el sombrero por cortesía, helo aquí, -toco mi sombrero blanco- yo no suelo llevarlo por lo que no me resulta desmesurado ignorarlo. -digo tratando de defender a mi hermana-
Guantes tengo, pero no me gustan. -saco los guantes del bolsillo de mi vestido blanco, y los vuelvo a guardar-
- ¿Les molestan y no tiene?
- Pues no, Mycroft -dice Sherlock mirándonos expectantes y En y yo tragamos saliva tensas-
- No deberíais venir vosotras tontitas, si no el carruaje ¿Está aquí al menos?
- ¿El carruaje? -dice Enola-
- Sí -dice Mycroft serio y obvio, mientras Sherlock mira la escena burlón, junto a mí que solo se reírme de Mycroft-
- ¿Que carruaje le gustaría? Tengo unos cuantos en mente que... -dice Enola nerviosa, y mi rencor me lleva realmente a plantear por qué Mycroft nació, en esta familia claro está, no deseo su muerte si no su desplazamiento del lado de Enola-
- El carruaje por el que pago -dice en voz alta, asustando a Enola, pero preparándola para -
- Disculpe, -digo enfadada- considero innecesario faltar el respeto y comportarse como un -digo casi gritando pero Enola me corta-
- Creo que se ha equivocado de casa -dice burlona, Sherlock nos mira a ambas sonriente-
- Chico, ve a buscar un carruaje -dice Sherlock-
- Porfavor -añado respetuosa pero aún enfadada, después Mycroft grita un "Rápido"-
Estúpido irrespetuoso malagradecido.
