De niña, me hice daño salvando a Enola varias veces. Aunque a ella le pasaba igual, madre siempre dijo que mi extremismo era peor.
Una vez intentamos salvar a una oveja de un acantilado.
Mamá estaba histérica, casi morimos.
Dijo, y cito. "Es bueno cuidar del vulnerable pero no si debes arriesgar tu vida" "A veces hay que dejar que la naturaleza siga su curso".
Yo llevaba eso incrustado en mí, sabía hasta donde llegar. Pero a veces se conecta con algo o alguien, y ahí no se puede medir cuanto llegas a proteger o preocuparte.- La verdad es que no pedimos que el vizconde Tweksbury marqués de Basilwether entrara en nuestra vida. Yo no lo quería en ella.
- ¿Por qué nos sentiríamos responsables de él? -dice, yo juego con mis dedos y ambas nos miramos.
- Porque está en peligro, le quieren hacer daño. Y él no es fuerte.
- Pero nosotras sí -suspira-
Ella no querría -refiere a madre mi hermana-
- Obviamente, es un ignorante, arrogante, ridículo, inutil y mimado. Pero le van a hacer daño -digo indignada- Madre y sus principios tendrán que esperar.Directas al hogar de Lord Tweksbury.
Cuando vas de incógnito lo más seguro es ir de viuda. La gente odia las conversaciones sobre la muerte. Así iba mi hermana. Yo iba a investigar el exterior y ella a fingir en el interior.Ella entra y yo me quedo fuera, en cuanto veo al jardinero. Lo interrogo y al parecer Tweksbury pasaba mucho tiempo fuera de casa, en el bosque.
Le ofrezco un cambio de ropa. Y este acepta, aunque no ponerse mi ropa.- Que aburrido -digo y camino hacia el bosque de la mansión- Bonita pero exagerada, con un cuarto de lo que es y todo el lujo, me conformaría.
Observo una casa del árbol, pienso en la gran posibilidad de que pertenezca a Tweksbury me acerco.
Una rama se encuentra en el suelo, me agacho a tocarla. Cuando recuerdo las palabras de Tweksbury de la otra noche.
"Bueno, me caí de una rama mientras recogía setas. Pudo haberme aplastado."La rama está cortada, no rota, y el accidente parece cada vez más imposible.
Subo a la casa del árbol y la inspecciono. Ignorando mi vertigo, aunque de vez en cuando me tambaleo.
Miro todo el encanto de todo con una sonrisa, las flores, su cama en la que descansaría.Tiene buen gusto el vizconde
Veo herramientas, como la que usó para romper la mochila.
Y rastros sobre Londres, el muelle, en el que nos encontrábamos Enola y yo.Aquí hacía sus planes, y todos los callejones sin salida, para que siguiesen su rastro falso de migas.
- Pero. ¿Cuál es tu verdadero plan? -susurro-
Cuando veo un libro en el que pone Londres, dentro unas flores como marca páginas.
"Covent garden market"- Más inteligente de lo que creía -susurro y sonrío-
- ¡Esa caseta no es tan estable como parece! -escucho un grito y me caigo sobresaltada-Comienzo a jadear y me levanto.
- Algunas ramas son muy quebradizas.
Buenos días -dice una anciana, que había visto con anterioridad en el tren-
- Buenos días -digo asustada con los labios secos-
- Creo que he conocido a tu compañera
- Ya conocía esto. -afirmo y asiente-
- Lo descubrimos hace unos días. ¿Le importaría bajar? -pregunta, trago saliva y bajo por la cuerda, apretando mis manos sudadas contra ella-
¿Has visto algo de lo que informar a su.. jefe? -pregunta y me giro mirándola confundida-
Sherlock.
- ¡Oh!Gracias Enola. Casi me pillan.
- No, él probablemente querrá venir -digo con la sonrisa más falsamente dulce que se poner-
- ¿Como se llama?
- Jane.. Jane Posy
- ¿Y cuántos años tiene, señorita Posy?
- VeinteMierda, era veintidós.
- Tendré que despedir al jardinero por prestarle su uniforme -dice y la miro nerviosa-
- No, no le dejé opción. No pudo contradecirme. Se artes marciales, y tengo gran poder de persuasión. -digo y hago un gesto de Ju-Jutsu-
- Me llama la atención, señorita Posy. Tiene usted una belleza muy peculiar. -dice y sonrío, aunque se que se refiere a que soy morena-Ambas caminamos juntas observando el paisaje.
Esta mujer me intriga, realmente se encuentra muy tranquila por su nieto.
Y su tío... bueno técnicamente tiene todo para ser el principal sospechoso de tratar de matar a su sobrino, por ser él el marqués.- El mundo se vuelve cada vez más inestable, y es importante preservar estas ideas de Inglaterra. Por la seguridad y el futuro de nuestro país.
Aunque debes ser una de esas nuevas pensadoras. -dice aciendome apartar la mirada de los grandes árboles-
Mi hijo también lo era.- Nunca se centraba en lo que era. Siempre en lo que podía ser. Me temo que mi nieto es igual. -dice y no reprimo una sonrisa-
La verdadera gloria de Inglaterra... -dice frenandose y retrocedo hasta ella-
Es la que es ¿Lo ves? -dice y doy una vuelta mirando todo con una sonrisa-
- Veo mucha belleza
- Sensata respuesta
- Y aveces lo nuevo también puede ser bello, y conservar la belleza de lo anterior -digo y sonríe-
- Váyanse. Si mi hijo o nuera las ven, las harán arrestar. Si ve a mi nieto antes. -dice y la miro atenta- ¿Le dirá que lo quiero mucho?
- Sí, claro -digo frunciendo el ceño con lastima y pongo mi mano en su brazo en señal de apoyo-
- Ahora váyanse -dice y así hago-