¿Yo no estaba o cómo?

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- Madre creía que era extraordinaria. Extraordinaria -susurra tocando la piña y sonríe-

Me siento junto a ella y la abrazo felizmente.

- Somos extraordinarias, Enola Holmes -digo y me sonríe-

Aparto el periódico, cuando veo en la portada el anuncio de que la reforma pende de un hilo.

- Los lores... -digo en voz baja, y al mirar el periódico de abajo veo una gran foto de Tweksbury- Es más guapo en persona, lo hecho de menos realmente
-digo y mi hermana me mira fijamente, cuando-
Enola, "cada voto cuenta". No era por las propiedades, si no por los ideales de él y su padre. Su abuela me dijo que pensaban igual. Que querían progresar, pero la familia no estaba de acuerdo. El tío de Tweksbury tal vez... -ella me mira atenta pero llaman a la puerta y nos asustamos-

- Entrega de Ferndell Hall -dice un hombre a través de la puerta, mientras mi hermana esconde el periódico yo me levanto y abro la puerta- De parte de Mycroft Holmes -dice y pongo una mala cara-
- ¿Qué quiere ahora? -digo cansada recostandome en la puerta-
- Pues, sea lo que sea pesa mucho -dice el hombre agarrando una caja, me aparto y la deja dentro-
- Adiós buenos días -digo sonriente cerrando la puerta-
- ¿Qué narices querrá Mycroft? -dice mi hermana y hago una mueca de ni idea-
- Tal vez es un vestido de escote para conquistar a los hombres -digo haciendo una pose y reímos-
- Te serviría para conquistar a alguien -dice y me quedo anonadada-
- ¿Qué? -digo sin entender cuando la caja se mueve-

Me quedo mirándola asustada, paseo mi mirada de mi hermana a la cesta y así. Me acerco y algo estornuda dentro.
Con el ceño fruncido de confusión pego una patada y algo dentro se queja.
Con esta extraña información del interior abro la cesta para dejar ver a un chico que se levanta.

- ¡Tweksbury! -digo sonriendo emocionada y lo abrazo, creando sorpresa en él aunque me devuelve el abrazo-
- Deberías sacarme de aquí, no meterte conmigo -dice sonriente-
- ¿Cómo nos has encontrado? -digo-
- Enola dijo que no queríais ir a la escuela de Miss Harrison. -dice mirando la habitación- Tengo una memoria prodigiosa cuando quiero. -dice y sonrío, acto seguido ambos nos miramos a los ojos rápido y se separa-
- Entonces.. -dice y En carraspea, ambos la miramos y me sonrojo de vergüenza al darme cuenta de que estaba ahí-
- Ah, perdón Enola. Se me olvidó que -dice pero ella continua por él-
- Estaba aquí. Lo sé y no eres el único -dice mirándome con una sonrisa y yo me pongo nerviosa-
- Había pensado en salir de la misma forma. -dice Tweksbury-
Voy vestido de transportista.
- ¡Eso es una excelente idea! -dice Enola y rápida se mete-

Se queda un momento dentro cuando le grita a Tweksbury que la ayude y así hace el chico.

- Miss Harrison, te verá venir a la legua -dice pensando-
- ¡Sabía que algo fallaba! -dice el Lord pero En lo manda a callar chistando y río bajo-
- Déjame pensar

...

Somos arrastradas por el pasillo, apretadas en la canasta. En un momento me hago daño y me quejo.

- Silencio -dice Tweksbury-
- Si estuvieses aquí con dos personas no dirías lo mismo -le susurro y me chista, por lo que me enfado y Enola me mira sonriente por lo que le doy una sonrisa burlona como respuesta-

Seguimos siendo arrastradas, oyendo los quejidos del chico. Cuando escuchamos una voz.

- Alto ahí. ¿Quién es usted?

La señora Harrison, la hemos liado.
Sabía que no era una buena idea. Pero Enola es una impaciente.

- ¿Tiene permiso para estar aquí?
- Em. Traigo un paquete señora. Para la directora. ¿Sabe donde está su despacho?
- Yo soy la directora de la escuela.
- Pues esto es para usted.
- Ábralo, quiero ver que hay -dice Miss Harrison y noto como se acerca-
- Tengo instrucciones expresas de que se abra en privado.
- Que ridiculez -dice la señora y toca la canasta, En y yo nos quedamos quietas y nos miramos con pánico-
- Me lo dijo mi jefe -dice rápido el vizconde-
- ¿Quién es, si puede saberse?
- Mycroft Holmes
- Mycroft Holmes...

Lord Sensible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora