Estaba plácidamente durmiendo cuando un ser me empieza a mover. Iba a gritar, pero no lo hice, en vez de eso solo pegué al frente.
- Ah -susurra con dolor Enola-
- Enola, sabes que asustarme no es buena idea si estoy durmiendo
- Nos vamos -susurra apresurada y me levanta-
- ¿Perdón? -susurro adormilada-
- Vamos a buscar a mamá
- ¿Cómo?
- Cuando estés más despierta te lo explicaré todo. Toma ponte esta ropa de Sherlock.
Ignoro preguntar y me visto. No me gusta llevar ropa de varón, pero me analizo en el espejo y resulto atractiva con todo, incluso con esto.
- Comenzamos la fase 2 -dice En una vez lejos de la casa-
- La ¿qué?
Tras un tiempo logro despertarme, y llega mi momento de preguntar.
Es obvio y de hecho yo misma hubiese acabado llegando a la conclusión de Enola, de que debemos de huir de Mycroft. Y su empeño en casarnos.
Por lo que hay que buscar a mamá.
Resulta que mamá contactó con nosotras al desaparecer. Y la posibilidad es que esté en Londres. Por lo que allí vamos.
No podemos ir a una estación local, por lo que estamos en una completamente distinta. Con nuestros hermanos detrás de nosotros nunca se sabe.
Confirmamos con el maquinista nuestro billete, y veo a algunas personas alteradas.
- Ni rastro de él, señor -dice un hombre-
- Solo quiero que me asegure que mi hijo no está en este tren -dice una mujer preocupada e impaciente-
- ¡Claro que sí!
- Pero no han mirado como es debido.
- Señor mis agentes han registrado el tren de arriba a abajo.
- Querido y... si -dice una anciana con vestido negro-
- Cállese madre -dice el hombre y lo miro indignada-
- Lo trajeron en carruaje esta mañana. Debe de estar aquí.
- No sabemos si el niño está en el tren. Lo siento mucho, menudo embrollo -se disculpa la señora mayor hacia un hombre-
- El tren debe partir, ya hemos demorado demasiado.
- No lo entiende es mi hijo -pobre mujer la comprendo-
- El tren sale ya
Lo siguiente fueron gritos de amargura de la señora, pero ya poco se podía hacer. El tren estaba partiendo.
Enola y yo nos adentramos en los pasillos, llegamos a un vagón vacío y nos acomodamos en él.
- ¿Cómo crees que se sentirán? -dice En-
- Mycroft me da igual, pero Sherlock.. Aunque no creo que se nos echen tanto en falta como querríamos -digo pensativa y Enola asiente-
- Val.. ¿crees que hice bien? Fui insensata y egoísta -dice y la corto-
- No seas ridícula En, hiciste algo sensato y valiente. No sufras por esto, has hecho lo correcto -consuelo, pero un extraño ruido proveniente de la parte de arriba del vagón me llama la atención-
Enola parece darse cuenta y mira hacia arriba junto a mí. Ambas compartimos miradas, vemos cómo una mochila es rajada por dentro y alguien la abre cayendo al suelo. El chico jadea y nos mira.
- Hola -dice un chico apuesto con el pelo largo, mejillas rosadas y traje blanco-
- Salga de este coche por favor -dice mi hermana-
- No puedo, me estoy escondiendo, un jaleo. -dice mientras se sienta justo en frente de mi hermana- Soborné a un portero para que me metiera aquí. Muy osado.
- Lui ha i capelli lunghi, sai che mi piace. È molto bello. -le digo en italiano a mi hermana, confundiendo al chico-
- Estás loco -me dice y el chico se confunde aún más-
- Salga de este coche ahora mismo -digo lo más grave posible-
- Son ustedes unos.. caballeros pintorescos -dice analizando nos-
- ¿Se considera normal? -digo burlona-
- No son chicos -dice convencido-
- Podríamos serlo -dice Enola-
- ¿Quiénes son?
- ¿Qué eres? -dice Enola y yo río bajo-
- El vizconde Tewkesbury, marqués de Basilwether -dice extendiendo la mano a ambas, yo lo miro con reproche por no obedecer la orden de mi hermana, y él al ver que no la aceptamos la baja-
- Es usted un bobo
- Debería saber que he huido osadamente.
- No ha huido, hay un hombre con bombín marrón buscándole por el tren, y cuando lo encuentre pensará que le hemos ayudado y estaremos en peligro.
Por tanto le pido que salga de este vagón -dice Enola y yo reacciono, planteado combinaciones de ataques si el chico sigue aquí-
- Debes irte -digo enfadada, y el chico me mira atento-
- Me recuerda a mi tío, es mandón como usted. -le dice a En- Aunque usted, -centrando su mirada en mí, tensando mi cuerpo por la rabia de que permaneciera en el vagón- no se realmente a quien me recuerda. He dejado a todos, mi abuela, mi madre, pero estoy bien, soy libre.
- Bien, salga del vagón en el acto -dice Enola y mi mente no llega a la imagen de ambas siendo perseguidas por Mycroft, mi cerebro no es capaz-
- ¿Lleva bombín marrón? -pregunta y asiento- Todo irá bien... Todo irá bien -dice para si mismo y sale por la puerta-
- Era demasiado insistente, ¿no crees? -digo a lo que En asiente-
37 segundos después...
El chico se introduce en el vagón apresurado y preocupado, cerrando la puerta tras él.
- ¡Ya viene!
- Obvio -dice Enola-
- Está inspeccionando
- Maravilloso - dice Enola, yo me levanto, agarrando mi chaqueta y ella hace igual-
- Tienen que ayudarme, no me ha visto
- Claro que lo ha hecho. Que tenga un buen día Lord Tewkesbury -digo y salgo junto a Enola-
En el pasillo nos cruzamos a un hombre, lo que supongo el hombre que busca al vizconde. Pasamos de largo pero el sonido de gritos en el compartimento donde se encuentra el muchacho me hacen mirar a Enola.
- Quédate aquí Enola, te quiero, pero no puedo dejar que maten a alguien, aunque sea un ridículo lord -digo, ella me mira enfadada por pretender que vaya sola, la abrazo y me dirijo a salvar al chico-
Al llegar veo la imagen del hombre sacando al muchacho por la puerta del tren, casi tirándolo. Agarro un bastón del suelo y lo ataco pero no es suficiente por lo que lo agarro de los hombros golpeando lo.
El chico queda colgando, segundos antes de ser aplastado lo introduzco en el vagón haciendo romper la puerta por fuera.
- ¿Estás bien? -digo y el chico asiente asustado e impresionado-
- ¿Nos vamos ya? -dice alguien atrás de mí, me giro y con enfado le riño-
- Te había dicho que te fueses, ahora estarás en peligro. ¿Por qué no me escuchas nunca? -digo y ella me ignora-
- Salgamos de aquí -dice a lo que yo resoplo, el vizconde la sigue y voy tras ellos-
