El camino a casa en carruaje fue... Tenso.
Enola no paraba de sonreír les a mis hermanos, en cambio yo solo le sonreía a Sherlock, para aliviar la tensión.- Enola -digo suave, asumiendo que ninguna conversación iba a ser iniciada-
- ¿Sí?
- Leíste aquel libro, ¿verdad? -digo y ella se sorprende-
- Se me olvidó, leí un par de capítulos no más -dice y me desilusiono-
- Lo que leíste.. ¿te gustó? -realmente me interesa su opinión-
- Lo disfruté, pero fue breve -continua una conversación tratando de hablar cultas-
- ¿Cuál libro? -pregunta Sherlock, dejándome perpleja-
- Es un libro de poesía -digo, pensado que me ignoraría tras eso pero al contrario, muestra un semblante curioso-
La caza del carualo, de Lewis Carroll.
- Ese libro es fascinante -dice sonriente y sonrió emocionada, al fin alguien que lo conoce-
- Verdad que es exquisito, la manera tan refinada en la que se expresa el autor me engatusa
- Sin hablar de la soltura con la que lo hace..
- sin ser forzado -continuo sonriendo y Sherlock lo devuelve, fijándome en la confusión de Enola, y la repugnancia de Mycroft-
- Esto se ha vuelto tan... ignorante -dice dirigiéndose a nuestras palabras y a la casa-
- Que no tengas capacidad de apreciar como alguien disfruta de la cultura y del saber, significa que posiblemente no sabes de lo que la vida y la educación se trata.
- ¡Cómo te atreves! -reprende Mycroft, Enola evita sonreír y el semblante de Sherlock es mezclado entre orgullo y querer educar mis represalias-
- Disculpa, no frecuento malgastar mis palabras con quién no es capaz de apreciarlas -digo, y ni yo sé como salgo de carruaje, para cerrar la puerta-Me acerco a las rejas, escucho como En llama mi nombre pero mi yo ofendida lo ignora. Cierro la puerta sin prisas, olvidando todo con el viento que me acaricia.
Al terminar camino hacia la entrada, fijándome en cada detalle criticado con anterioridad por Mycroft, eso los hacia más especiales. Criticados pero ahí siguen, siendo ellos. No han cambiado a pesar de que él los ha insultado.Mientras me acerco cada vez más a los caballos azabache pienso.
Podría adentrarme en el arte, sin límites, sin esconderme, si alguien preguntase o si se diese la oportunidad, contestar.
Comienzo a acariciar al caballo, hundiendo me en sus ojos oscuros, me acerco a sus cara, alternando, pongo mis manos en sus mejillas y los miro.- Sois valiosos -digo, cuando el cochero me grita y me alejo de ellos, dejándolos ir-
Dejándolos alejarse del amor.
Tal vez ser yo sería la respuesta, pero ¿quién me aceptaría?
No me odiarán, y aún si lo hicieran me daría igual, pero el hecho de pensar que pueden creer que todo lo que amo es erróneo, me mataría lentamente.- Valeria -dice alguien tocando mi hombro me sobresalto y le pego un puñetazo en el brazo. Y este responde con un grito de dolor-
- ¿Sherlock?, Sabes que asustarme no es buena idea después de que me hubiese peleado -digo y le acaricio el brazo-
- Ya veo. -dice- Hemos mirado todo, y creo que Enola ha resultado afectada ¿Puedo contarte algo? -dice y preocupada asiento-
No creo que ella vuelva, si no hubiese..
- Ya lo se, si quisiese volver lo hubiese hecho de otra forma. -suspiro-
¿Entramos? -pregunto y él asiente-Entramos, mi hermano se dirige a la sala del billar con Mycroft y yo me quedo en el salón con Enola.
- No cree que vuelva -dice Enola-
- ¿Quién?
- ¿Quién crees Val?
- Si.. -digo y la miro- Te quiero mucho En, y nunca dejaré que te hagan algo, ¿lo sabes?
- ¿Por qué lo dices? Si lo entiendo, y también comparto el sentimiento Val, pero, ¿Cuál es el motivo de esto?
- No es por nada, -digo y antes de que haga más preguntas continuo- deberíamos de ir a enterarnos de algo.Entramos sin ser vistas y nos cruzamos con la señora Lane, pero esta no dice nada.
- Nunca te has interesado por la familia.
No pretendía juzgarte -corrige Mycroft-
De primero tenemos dos problemas.
Primero: encontrar un internado que esté dispuesto a internar a Enola y a Valeria, para que no sean un fracaso total en este mundo -dice Mycroft y miro a Enola, ya lo esperaba, pero ambas dos nos miramos asustadas-
Estoy en proceso de resolver eso, con ayuda de una vieja amiga.
- Quizá ellas prefieran estar aquí, busca una institutriz -habla al fin Sherlock y suspiro suavemente-- Van sin rumbo, ¿dónde están?
Hay que romperlas y reconstruir las.
Y en la ausencia de su madre yo soy su tutor legal, no tú -dice y Enola me mira extrañada, a lo que asiento temblando-.....
Mycroft recibe a una extraña señora, desde la ventana Enola y yo analizamos expectantes la escena.
- Es rara -dice Enola-
- No me gusta, algo en ella.. -digo mirándola y se que Enola piensa igual-
- Es malo -completa y asiento-- Cabeza alta -dice la mujer a ambas, subiendo le a En su cabeza, y yo repito el acto- Mucho mejor
La mujer comienza a tomar y decir nuestras medidas. Criticando nuestras caderas y los pechos de Enola.
- Disculpe, no veo necesario el insulto porfavor -digo lo más educada posible-
- Las caderas son para sostener las piernas ¿Para qué aumentarlas?
- Unas listillas, lo pasaré bien
- No queremos aprisionar nos en estas ridículas ropas -digo enfadada-
- Esta ropa no aprisiona, libera. Está para llamar la atención, para atraer.
En mi escuela aprenderéis a ser unas señoritas.
- Se serlo sin su ayuda -digo-
- Además haréis muchas nuevas amigas.
- No necesitamos amigas, nos tenemos la una a la otra y nuestra propia compañía.
- Las amigas no me disgustan, lo disfrutaré. -digo sincera, y Miss Harrison sonríe- Si son reales y no fotocopias -digo, desvaneciendo así la sonrisa de Miss Harrison-
- Y no necesitamos ir a su ridícula escuela -dice Enola, llevándose un golpe de la señora, lo que hace que se vaya corriendo enfadada-
- Miss Harrison, -escupo con rabia- me adaptaré a lo que sea, pero si toca a mi hermana otra vez, por el motivo que sea, le juro que no le irá bien. Se lo advierto -digo amenazante, y ella no reacciona-Salgo apresurada buscando a Enola y la veo en una sala junto con mis hermanos, de rodillas frente a Sherlock.
- Se nuestro tutor. Guíanos, enséñanos.
Para él somos una molestia. -dice preocupada-
- Enola. Lo siento, no está en mis manos -dice Sherlock, y se me ocurre algo-
- Su crueldad hacia madre tampoco lo estaba. Ella no es peligrosa. Es maravillosa y siempre lo ha sido -dice con rabia, llevando la mirada de Mycroft a ella-
- Y si seguís sin verlo, deberíais avergonzaros -digo enfadada-
- Tan extraordinaria que me dio vuestra tutela.
- Mycroft -digo intentando mi idea-
Sherlock podría criar a Enola, a su manera, como ella quiera. Y tú a mí, me convertirás en una señorita obedeceré en todo si ella está bien.
- No seas ridícula -dice y miro al suelo apenada, suspirando por el fin de mi esperanza por mi hermana-Miss Harrison entra y se acerca a Enola. Yo agarro a En del brazo y la alejo de ella, causando extrañeza en Sherlock.
Comienza a hablar pero ignoro sus palabras solo analizo, algo horrible para mí, que le gusta Mycroft.Enola y yo estábamos arriba de un árbol dibujando, ella una caricatura y yo naturaleza.
La conversación sentimental en cuanto llega Sherlock acaba en un.- Estás siendo sentimental, comprensible, pero innecesario. -dice Sherlock a mi hermana, me ofendo pero no he escuchado nada por lo que no hay defensa posible aquí-