Han pasado muchos meses desde que los hombres de Thor sintieron la comodidad de una mujer. El asedio de Jotunnheim ha continuado durante meses, sin fin a la vista. Una oportunidad para aumentar la moral de los hombres llega en forma de una prostitut...
A petición de muchos he subido el one-shot que inicia todo en esta historia "El precio de admisión" y que se leería previo a "Sé libre amado corazón", se que alguien más ya lo había traducido, pero con la perdida de mi cuenta anterior, ya no tengo el user y no lo encuentro por título, si alguien lo sabe le agradecería lo compartiera.
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Han pasado muchos meses desde que los hombres de Thor sintieron las comodidades de una mujer. El asedio de Jotunnheim ha durado meses y no se vislumbra un final. Una oportunidad para levantar la moral de los hombres llega en la forma de una prostituta Jotunn (y probable espía). Thor tiene sus reservas acerca de dejar que el hombrecito azul entre en su campamento. Debería haber escuchado sus instintos.
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El viento azotaba a Fandral, con un frío azul cortante que le dolía hasta los huesos. Él y Volstagg caminaron con su patrulla alrededor del perímetro de su campamento anhelando las comodidades del hogar. El asedio de Jotunnheim se prolongó durante casi ocho meses, en un mundo de invierno interminable. La gran ciudad no mostraba signos de tensión.
―Nornas lo que daría por el toque de una mujer cálida y suave ―dijo Fandral.
―Sí ―gruñó Volstagg―. Con tetas como melones.
―¿Tal vez podamos convencer a Thor de que traiga algunas de las mejores mozas de bar de Asgard al frente para atender a los hombres?―
―Ya pregunté. Él dijo, 'no' ―dijo Volstagg. Fandral puso los ojos en blanco.
―Es su deber patriótico. ¿Cómo demonios podía negarse a eso? Durante las últimas dos semanas, lo he oído controlarse a sí mismo por la noche, y es todo en lo que puedo pensar ―se quejó Fandral.
―Cuidado muchacho. Escuchar esos sonidos puede llevar tu mente a la desesperación ―dijo Volstagg.
―Volstagg, algunos de los hombres ya han recurrido a eso ―dijo Fandral. Volstagg gruñó con desaprobación.
―Es agradable mirar a Thor ―agregó Fandral, reflexionando sobre si abordar o no el tema sobre su amigo y soberano. Volstagg arqueó una ceja y lo miró―. ¿Qué? Estoy caliente.
