Bailando bajo las Estrellas

Capítulo 19

                            Skyler

Luego de que Ada se quedara dormida abrazada a mi, recosté mi cuerpo junto al suyo intentando dormir también. Era imposible, sus palabras rondaban mi cabeza. Me levanté lentamente intentando no despertarla y salí subiendo a la azotea sin que nadie me viera. Llegando arriba saqué un cigarrillo y lo disfruté lentamente comenzando a llorar, por ella, por como se sentía y porque las cosas estaban sobre pasándome.

—No puedes estar aquí —dijeron a mis espaldas.

Limpié mis lágrimas con el antebrazo y me giré encontrándome a un chico vestido de enfermero.

—Lo siento, solo necesitaba despejarme.

—Tampoco puedes fumar si eres una paciente.

Asentí tirando el cigarrillo y el extendió uno de los suyos hasta mi. Lo miré confundida.

—Que no puedas hacerlo no significa que me importe que lo hagas. Se nota que lo necesitas y por mi culpa tiraste el tuyo. Toma —alcancé el cigarrillo de uva que me extendió.

—Uva —miré con una pequeña sonrisa.

—Si, así no se nota que he estado fumando —encendió el suyo.— Te ves linda sonriendo.

—Gracias.

—¿Quieres contarme que sucede?

—Preferiría no hablar sobre eso.

—Me parece bien. Podemos fumar en silencio si lo prefieres.

Asentí inhalando un poco de humo haciendo que el sabor a uva raspara mi garganta junto a la nicotina.

—Soy Hazzel

—Yo Skyler

—¿Qué te pasó?

—¿Qué?

—¿Qué te hizo acabar en un hospital?

—Oh, tuve un accidente de auto.

—No tuviste lesiones graves por lo que veo —asentí dándole aprobación a su comentario— entonces está todo bien.

Negué.

—Mi novia... ella, no está del todo bien —salió como un susurro apagado.

—Todo estará bien. Ella va a recuperarse —puso una mano en mi hombro en señal de apoyo.— Deberías bajar. En unos minutos pasarán por tu habitación a verte y si no estás te meterás en problemas.

Boté lo que quedaba del cigarrillo y expulsé el humo de mi boca. Sonreí un poco al chico y él metió la mano a su bolsillo dándome un caramelo de menta.

—Mejor prevenir que lamentar —me guiñó un ojo para luego comer uno también.

Bajé las escaleras pasando por la puerta de Ada viendo que seguía dormida, los calmantes la tendrían así un buen rato. Continué mi camino hasta la mía para encontrarme a Ava sentada en un sillón esperándome.

—¿Estás bien?

—Si.

—Skyler, no necesitas mentirme.

—Esto ha sido como un valde de agua fría en pleno invierno.

—No podía contártelo. Lo siento.

—No tienes que disculparte. No podías decirlo, era su decisión.

—Ella quería contártelo cuando comenzaron. Me lo dijo, pero luego tuvo miedo de que salieras corriendo así que prefirió callarse.

Suspiré intentando no llorar otra vez.