Capítulo cinco; Chisme por chisme.

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Me puse las nike pa flaitear esta night. — canta el Mateo sacudiendo una pintura.

— Ponte un reggeton antiguo pa' prender el cerebro. — le dice el Seba.

El Mateo deja la pintura en la mesa y toma rápido su teléfono buscando que poner.

Si esa almohada hablara, si las paredes hablaran...

Levité.

Me paro del asiento sintiendo la canción porque buta que es buena.

Me porto mal yo se, no se siente lo que no se ve — cantamos los tres.

El Seba esquivaba las mesas y sillas hasta llegar a mi, me toma de la mano y me lleva a bailar con el.

¡PORQUE, OJOS QUE NO VEN CORAZÓN QUE NO SIENTEN! — gritamos.

Si, porque esta canción se canta con el alma.

Se supone que estamos ayudando con el lienzo, pero un descanso no le hace mal a nadie.

Algunos siguen dibujando en el lienzo mientras cantan, mientras que otros están viviéndola igual que nosotros.

Es el mismo día que anunciamos todo, y al parecer somos los únicos que empezaron ya, a no ser que la otra alianza este haciendo sus cosas en otros lados.

El Tomi cada vez que nos topamos nos mira mal porque dice que somos la competencia, hasta cuando almorzamos comió mirándonos mal.

— Disculpen por cortarles el show pero necesito la presencia de la señorita Elisa.

La Emma esta parada en la puerta sonriendo hacia nosotros, le suelto la mano al Seba para caminar donde el Mateo que está concentrado dibujando con nuestra compañera Fran, este sigue cantando así que para que después no ande de hablador le doy un beso en la cabeza despidiéndome de el.

— ¿Ya te vinieron a robar? — hace un puchero.

— Sip, toca cambio pero nos vamos juntos ¿ya?

— Ya, después te voy a buscar. — se despide con la manito de mi y hace lo mismo con la Emma.

Camino donde el Seba y le doy un beso en la mejilla despidiéndome.

— Te dejo a cargo, cualquier cosa mándame un mensaje.

— Ya, anda tranquila nomas.

Tomo mi mochila y las cosas que estaba ocupando, llego a la puerta y cuando salgo la Emma cierra la puerta.

— Tenemos parte de la coreo pero necesitamos ayuda, hay una hermana Molina pero nos hace falta la otra. — me dice sacándome algunas cosas que tengo en la mano para llevarlas ella.

— No puedes vivir sin mi rubia linda. — le digo tirándole un mechón de pelo.

En venganza me empuja.

— Ya quisieras, es para hagas algo floja de mierda.

Se ríe.

Se ríe la muy desgraciada.

Y aparte me dice floja la muy mentirosa.

— Andai chistosa, ¿te la metió un payaso? — deja de reír.

— Que eri desubicada, y vo te comiste al Kramer que andai de comediante. — me toma del brazo y nos reímos.

Nuestra amistad se basa en la que putea más a la otra o se tira las mejores frases gana.

No quita que nos queramos mucho y que podamos dar la vida por la otra, claro si ella ofrece primero su vida yo doy la mía.

Llegando al gimnasio empiezo a escuchar música por lo que me entra la duda, la Emma lo nota.

Gane mi reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora