Capitulo once; Antes del caos

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Mamá ven a retirarme.

Las palabras que más voy a mencionar el día de hoy.

En cualquier momento me empieza a tiritar el ojo.

Porque esto es un caos, en la sala entran y salen apurados, hay de otros cursos, veo ropa en el suelo y gente practicando el baile.

No cache en qué momento nos volvimos epicentro de reunión, lo único que sé es que necesito paz mental.

Era de esperarse todo esto porque hoy es el primer día de alianzas.

En la mañana tuvimos nuestras clases normales, claramente para mí no, ya que, estuve más afuera que dentro de la sala.

Tampoco es como si pudiera llegar y salir a otro lado porque me van a ir a buscar, y no sé cómo lo hacen pero siempre, siempre, me encuentran.

Así que resignada me tengo que quedar aquí.

Tengo la cabeza taladrada de gritos y conversaciones ajenas porque igual soy sapa, he visto como veinte veces salir a la Mimi y al Seba.

Por lo menos ellos tienen libertad.

— Presi... — me llaman por detrás.

Mande el medio salto que casi quedó pegada en la pared, con una mano me tapo la boca para no aportar con más gritos a la situación, con la otra mano toco mi pecho para cachar si todavía tengo pulso.

Si, por desgracia sigo viva.

Me giro a la ventana buscando al culpable y no veo a nada más ni nada menos que al Cris con una corona en la cabeza preocupado.

— ¿Estas bien? perdón por asustarte, pero quedaste tan pegada mirando que no sabía cómo hacerlo.

— Si tranqui, ando estresada con todo esto, yo creo que me va a dar estrés post traumático la palabra "presi"

Ríe.

que se ríe, igual no me puede dar algo que ya tengo.

— ¿Y si la presi se escapa un ratito?

¿qué me escape un ratito?

dan vuelta media escuela para encontrarme.

que miedo.

— Teniendo en cuenta cómo están ahora, si me escapo son capaces de ir a buscarme a mi casa.

—Pero si vas a estar en el colegio no muuuy lejos.

Me giro completamente para verlo mejor, me está mirando, intentando convencerme y cuesta bastante convencerme, pero en este momento cualquiera que me quiera sacar a dar una vuelta a la sala de al lado lo tomo.

Achicó los ojos mirándolo con las ganas de irme con el rey de alianza colgando de un hilo casi invisible.

Este levanta sus cejas y mueve la cabeza apuntando al pasillo.

Aprieto los labios con toda mi fuerza de voluntad que se va cuando suspiro.

— Ya me convenciste, vamos, pero si alguien pregunta, te estaba ayudando. — lo apunto.

Ni siquiera habla y solo asiente feliz.

Me paro sobre la silla y el tomo uno de mis manos para ayudarme a salir por la ventana.

Bajo de un salto y el Cris todavía sin soltarme de la mano me guía donde sea que me lleve.

si supiera mi mamá me mata.

Pasamos por un pasillo poco concurrido y se me ilumina la mente a donde vamos.

Abre la puerta de la sala de música y se saca la corona, adentro esta parte de la banda y de su banda y las cabras de la banda de la Mandi.

Gane mi reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora