veintitrés

38 11 3
                                    

Jia Li:

- ¿Ya hiciste tus deberes? - le pregunté a mi hija.

- No tengo deberes hoy mami - respondió más que feliz.

- Entonces puedes ir a jugar ya.

- ¿Vas a jugar conmigo?

- No, cielo, tengo que terminar un cuadro - hizo un pecherito - Ven aquí con mamá - palmeé mis piernas para que se sentara - ¿Qué pasa, corazón?

- ¿Mami algún día Jimin me va a querer?

- Claro que sí - peiné su cabello dándole un besito en la frente.

- Te quiero mucho mami - se abrazó a mí como si fuese un koala.

- Yo también mi amor - repartí besitos por todo su rostro haciéndola reír.

Escuchamos el timbre, la pequeña se tiró a mi cama haciéndose la muerta cerrando los ojitos y sacando la lengua, me reí por lo adorable que se vió al decir "estoy murida" y me dirigí a abrir la puerta con una sonrisa en mi rostro.

Un Jungkook vestido casual y con gorra negra yacía delante de mí, endurecí la mirada al verlo escudriñar mi atuendo lentamente.

- Jimin no está - me crucé de brazos.

- Vine por Yuhe - suspiró mirándome a los ojos.

- Jungkook - masajeé el puente de su nariz - Mi hija no..

- Jia, no te molestaré, solo jugaré con ella - dijo finalmente.

Lo que me faltaba, quién se cree que es.

- ¿Acaso eres un niño?

- ¡Jungkook! - mi hija corrió a sus brazos - Has venido - colocó sus manitos a cada lado de su rostro mirándole fija - Ven, tengo muchos jueguetes - tiró de uno de sus brazos para llevarle con ella.

- Yuhe, ven aquí un momento - pedí.

- ¿Sí, mami? - se acercó cautelosa.

- Te comportas - asintió frenéticamente - Y nada de gritos, ni correr dentro la casa.

- ¿Puedes llevarnos merienda? - suspiré derrotada, qué remedio, besó una de mis mejillas feliz para llevarse al pelinegro con ella.

Decidí continuar con mi trabajo porque si seguía dándole vueltas al asunto echaría a Jeon a patadas de la casa. No, claro que no podía haberse enterado que Yuhe es también su hija, ni siquiera Jimin lo sabe, dudo que mi madre halla dicho algo y Lena no está ni por enterada del asunto.

Me quedé un momento apreciando el resultado final del cuadro. ¿Cómo debería llamarlo?

Como si alguien hubiese escuchado mi pregunta mental respondió con graciosura a mi espalda.

- ¿El vals de las mariposas II?

Giré atónita observando a aquella persona con una sonrisa de dientes blancos.

- ¡Mike! - abracé al chico que gustoso me recibió estrechándome entre sus brazos - ¿Qué haces aquí? No sabía que estabas en Seúl.

- ¿Sorpresa? - se encogió de hombros pellizcando una de mis mejillas - Mírate, estás preciosa - comentó coqueto.

Mike nunca cambiaría, aún recuerdo cuando Minsu nos presentó, literalmente me desnudó con la mirada y aunque siempre supe que estaba atraído por mí, nunca se sobrepasó conmigo, cosa que me hacía sentir más cómoda, ahora solo somos amigos.

- Sí, claro - rodé los ojos arreglando mi moño deshecho - Por cierto, cómo entraste.

- Lee Suk estaba abriendo la puerta cunado llegué.

VALS OF THE BUTTERFLYS // JEON JUNGKOOK; BTS // TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora