VALS OF THE BUTTERFLYS // JEON JUNGKOOK; BTS // TERMINADA

siete

Jia Li:

- Estás hermosa - dijo mi madre más contenta que de costumbre.

- Vale - no mostré interés alguno a lo que habló, no estoy contenta y no pretendo demostrar lo contrario, aquí la hipócrita no soy yo.

- ¿No deberías estar feliz? Todas las chicas sueñan con casar..

- ¡Sí, mamá! - interrumpí alzando la voz - Sueñan con casarse, pero con el chico que les gusta.

No sé qué tiene en la cabeza al pensar que estoy alegre con éste matrimonio arreglado.

¿Arreglado? Mejor dicho a la fuerza.

- No me vengas otra vez con esas tonterías de amor Jia Li..

- Mamá, cállate y déjame sola de una buena vez. Ahí está la puerta - señalé con la palma de mi mano - No lo repetiré - volví a hablar porque parecía que no tenía la intención de marcharse, bufó y terminó iéndose.

Si antes odiaba mi vida, ahora la detesto con muchas más fuerzas.

Por fin entré del brazo de mi padre al salón dónde estaban todos los invitados esperando. El señor Park pareció nervioso cuando me vió.

Todos tienen diferentes reacciones, algunos sonríen, otros me observan incrédulos y hasta con pena.

Jimin está enfadado su rostro lo dice todo, le conozco, era como mi hermano.

Jungkook se ha parado de su sitio, es como si no pudiera creer lo que está sucediendo. ¡Perdóname!

En estos momentos siento envidia, todas esas chicas lo miran como si fuese un animal exótico al que no pueden dejar de admirar, pero es que está guapísimo y yo le he defraudado nuevamente.

Todo éste dinero no puede comprarme una máquina del tiempo para volver con él, no puedo reemplazarlo ni con un millón de estos anillos.

Debí decirle lo que significaba para mí porque ahora estoy pagando el precio.

Quiero ir a él, a sus brazos. Quiero quedarme en un mundo que sea él.

¡Lo extraño! ¡Lo necesito! ¡Lo amo!

- Ves, no fue tan difícil - dijo mi hermano desbordante de alegría.

- Cállate, quieres - si antes no estaba feliz, ahora, pues menos sabiendo que estoy casada con un hombre de casi cincuenta años al que no quiero y es padre de mi mejor amigo.

- Jia - reconocí la voz de Jungkook llamarme, no quería que ésto pasara.

- ¿Qué quieres? - mi hermano preguntó borde.

- He venido a hablar con ella - espetó.

- ¿A darle la enhorabuena? - ¿Se está haciendo el gracioso o qué?

Jungkook está enfadado y toda ésta porquería terminará peor de lo que ya está.

- ¿Nos permites hablar a solas? - pidió conservando la cordura.

- Mira, yo no sé quién te crees para venir y exigir hablar con ella - se le acercó mi hermano amenazante - Entiende, que ahora es una mujer casada - pff.

- ¿De quién fue la idea, ah? - acortó la distancia entre ellos.

- ¿De qué hablas, idiota? - vociferó el que lleva mi sangre.

- YangYang.. - intenté entrometerme, sé que si no hago nada el asunto pasará a mayores.

- La han obligado ¿Por qué? - y estás en lo cierto, pero ya no se puede hacer nada.

- ¿Y eso a tí qué rayos te importa?

- ¡Es mi chica! - no sé si sentirme orgullosa o triste.

- ¿Le sigues llamando tú chica, imbécil?

El orangután de mi hermano mayor le pegó como si se le fuese la vida en ello, él le devolvió el golpe igual de fuerte.

- YangYang - grité tratando de que terminara con todo ésto - ¡Para, para!

- ¡Sal de aquí Jia! - me pidió y mi ex le volvió a pegar.

- ¡Paren ya! - chillé - Jungkook....

Ahora la golpeada era yo, en un intento de separarlos he terminado con un corte en mi ceja derecha.

- ¡Mira lo que haz hecho estúpido!

- Jia - me aleje antes de que se me acercara.

- No los quiero ver - mis ojos ya estaban cargados de lágrimas - A ninguno de los dos.

- Jia - susurró mi nombre.

- Vete, Jeon - intenté ser fría con él aunque sintiera las ganas más inmensas de huir con él, pero lamentablemente ésto no tendrá arreglo.

- ¿Qué hice? - preguntó confundido.

- Nada - limpié mis lágrimas rápidamente antes que terminaran de empapar mi rostro - Tú error solo fue conocerme - ojalá y no.

- Yo te quise de verdad, ¿No te bastó? - no me digas eso por favor.

- Es mejor olvidar y dejarlo así, échame la culpa si quieres - no hay emoción en mi voz - Me iré y haré una nueva vida, entiende de una vez, ya déjame en paz - sonreí tratando de ser convincente.

- Como quieras - dijo con enfado, por favor entiende que aunque pida que te vayas no quiero perderte - Espero no volver a verte jamás, Park Jia Li - ya está, me odia, lo sé.

Se ha marchado y por mucho que mire por dónde ha salido, sé que no regresará.

- Vamos, tienes que saludar a los invitados - ¿pero él quiere seguir amargándome la vida?

- Mira, déjame - estoy llorando y no me interesa si salgo y me ven así - ¿No te basta con saber que ya tengo el anillo puesto?

- Pero..

- Ni peros ni nada, ya me arruinaste la vida, deja de ser tan egoísta - grité terminando de sacar todo lo que llevaba dentro - ¡Espero que algún día puedas devolverme el favor! - él se rió y me enfada saber que le causa gracia todo este barullo.

- ¿Puedo hablar con mi madrastra? - usó un tono burlón.

¿Jimin estuvo todo el tiempo escuchando o acaba de llegar?

- Tú madrastra es una bruja, que lo sepas - dió una palmadita en su hombro antes de salir.

- Lo sé - se me quedó mirando serio con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón.

- ¿Qué? - avísame si quieres que te rompa el corazón a ti también.

- ¿A qué juegas?

- Al juego de las casitas - sonreí sarcástica, no estoy de humor para seguir peleando con todos los que se me pongan al frente - Es fácil mira, te explico...

- Déjate de bromas conmigo, Jia - espetó furioso.

- Te estaba respondiendo.

- Me importa un pepino lo que me fueras a responder. ¿Sabes que perdiste mi amistad, verdad? - claro que lo sé, perdí todo por ayudar a mi hermano, debería ser egoísta de ahora en más - Y a Jungkookie..

- Jimin-ah

- No vuelvas a hablarme así maldita mentirosa, estás muerta para mí - y con esas palabras se retiró dando un portazo.

Bueno alguien tenía que hacer el papel antagonista y desgraciadamente me ha tocado a mí.