once

42 12 6
                                    

Jia Li:
27 de julio de 2015.
Berlín, Alemania.

Hoy he cumplido siete meses de gestación, ya faltan solo dos meses para ver a mi bebé nacer y estoy contando los días, horas, minutos e incluso hasta los segundos para conocerle.

Nunca pensé que traer a una niña al mundo me pondría tan feliz, solo que esa felicidad no es completa si sé que su padre no estará con nosotras. Por supuesto que la bebé es hija de Jungkook, el único hombre en mi vida.

No sé si a él le alegre tanto como a mí. Aún no le he dicho y creo que no tendré valor para encararle, de momento Park Minsu se encargará de nosotras. Mi esposo no tiene ningún problema con criar a la niña como si fuese de su sangre y aunque no lo es, sé que se siente afortunado de apoyarme y se lo agradezco enormemente.

- ¿Ya has pensado en el nombre? - mi madre me habló, se ha venido desde que se enteró de la noticia y lastimosamente he tenido que aguntarla durante cinco meses.

- Yuhe - respondí simple, pero hizo una cara de desagrado - ¿Qué, no te gusta? - negó - Lástima que a mí sí - le sonreí.

- ¿A Minsu le gusta?

- Mamá, es mi hija - faltara más que tuviese que darle cuentas de todo.

- Y él es su padre.

- ¡Su padre es Jungkook! - me enervé perdiendo la paciencia.

- ¿Qué? Pero...¿Cómo? - balbuceó - ¿Me quieres explicar de una vez? - está cabreada y me siento plena, sé que nunca le agradó Jeon, por mucho que me empeñé en que le tuviera un poco de aprecio.

- Pues simple, ven - palmeé el colchón para que se sentara a mi lado.

Es mi madre, tampoco quiero pasarme la vida en guerra con ella, además que lo hecho, hecho está, no se puede cambiar nada y lastimosamente no tenemos una máquina del tiempo.

- Te escucho.

- El día de mi graduación, el día antes de la boda - comencé a explicar - ¿Recuerdas que me llamaste temprano en la mañana? - asintió no muy convencida - Pues esa mañana desperté en la cama de Jungkook - abrió los ojos como platos y mordí mi labio inferior para no reírme - Fue mi primera vez - creo que hasta me he puesto colorada de recordarlo, de pronto he sentido un poco de calor.

- ¿Y? - parpadeó como si quisiera asegurarse de que no está soñando.

- Pues que quedé embarazada, mamá - suspiré - Nunca he tenido relaciones con Minsu y por si no te has dado cuenta dormimos hasta en recámaras separadas.

Aún no le hallo ni pies ni cabeza a éste matrimonio.

- ¡Necesito un poco de aire! - se marchó de la habitación y sé que se ha molestado, nunca podré quedar bien ante sus ojos.

13 de octubre de 2020.
Berlín, Alemania.

- ¿Dónde está la princesa de la casa? - entré a la habitación de Yuhe buscándola, se ha escondido otra vez.

La pequeña de la familia ya ha cumplido sus cinco añitos y es hermosa.

- Creo que el príncipe encantador se la ha llevado - escuché una risita proveniente del armario y sonreí por su travesura. - Pero he llamado al monstruo - abrí la puerta sorprendiéndola, me miró con los ojitos brillantes, es increíble el parecido que tiene con su padre - Al monstruo de las cosquillas - comencé a picar a sus lados haciéndola reír estruendosamente.

- Mami, mami, no respiro - siguió riendo y la cargué llevándola conmigo a la cama tirándome en ella.

- ¿Te has portado bien? - asintió haciendo un puchero.

- La abu..- ví sus ojitos empañarse con lágrimas y los besé antes de que pudiera derramar alguna.

- ¿Te ha regañado? - volvió asentir abrazándome escondiendo su carita en la curvatura de mi cuello - ¿Por qué?

- No quería dormir.

- Pero miren quién ha llegado - habló Minsu desde la puerta y la pequeña corrió hacia él saltando de alegría como si no hubiera estado a punto de llorar hace menos de cinco minutos.

- Papá - él la cargó besando sus mejillas rosadas - Te extrañé - es tan tierna, aún no me explico cómo es que puede hablar tan bien dos idiomas sindo tan pequeñita.

Le habla en alemán a Minsu y a mí y a mi madre en coreano, se le quedará un acento muy peculiar.

- ¿Podemos llamar a mi hermano? Es su cumple papá - colocó sus manitas en las mejillas de Park haciéndole el recordatorio.

Cierto, ojalá esté bien y disfrutando su día. No hemos vuelto a medir palabra, cada vez que puede le recuerda a su padre lo mucho que nos odia y me he cohibido de tener algún tipo de comunicación con él. Pero Yuhe parece amarlo, no lo conoce, aún así me he encargado de hablarle sobre él.

- Me temo que no preciosa - le respondió, sé que lo que quiere es que Jimin no la menosprecie por ser mi hija y "de él".

- Pero papá - se quejó ella, arrugó su frente y cruzó sus bracitos a la altura del pecho - Mami dile algo - acusó.

- Cariño - llegué a su lado - Jimin ya está dormido, ¿recuerdas que dónde vive es más tarde?

- Pero yo quería hablar con mi hermano - se fue a su cama llorando, suspiré mirando a Minsu, hacerla entender será difícil.

¿Cómo le explico a una niña de cinco años que su supuesto hermano mayor no quiere saber de ella? Complicado, ¿verdad?

Y no, Jimin no sabe que Yuhe es hija de su mejor amigo y tampoco lo sabrá, al menos no por el momento.

- Yuhe, cariño - la llamó Minsu y ambos nos sentamos en la cama para hablar con ella - Te contaré una historia - mi niña pareció feliz otra vez al oírle - La historia de mamá - fruncí el ceño, qué está tratando de hacer.

- ¿La historia de mamá? - se entusiasmó la pequeña.

- Cuando tu mami era un poco más joven y todavía no habías nacido - me miró como si estuviese pidiéndome permiso para proseguir - Ella estaba enamorada de un chico muy guapo - ay no.

- ¿De papá? - me preguntó.

- Sí - respondió él y le miré incrédula - Pero no yo, tu papá de verdad.

- ¿Mi papá de verdad? ¿Tú eres mi papá de mentira?

- Yo también soy tu padre, yo te vi nacer y te cuidé cuando eras así de pequeñita - hizo un gesto con las manos para que se imaginara el tamaño - Ese chico se molestó mucho con mami porque se casó conmigo.

- ¿Ya no te quiere? - me miró con pánico, no sé si sentirme aliviada o aturdida por la situación, lloraré en cualquier momento.

- Claro que sí, pero aún sigue un poco enojado, pero solo un poquito.

- ¿Entonces tengo dos papás? - nos miró a ambos y asentimos - ¡Qué way! - es verdad que ser niño es un alivio, si fuera adolescente creo que sería la historia un poco distinta - ¿Y puedo conocerlo?

- Para ir a verle hay que tomar muchos vuelos - hablé.

- ¿Mami y todavía lo quieres? ¿Por qué estás llorando? - me abrazó como si con eso pudiera calmarme.

- Sí, mucho, mi niña - me aferré a su cuerpecito.

Claro que sigo queriendo a Jungkook con toda mi alma, aunque hallan pasado tantos años todavía lo recuerdo.

- Pero no más que a ti - besé su cabecita - Ahora hay que dormir..

- Noo - se quejó.

- Yuhe - regañé secándome las lágrimas.

- Yuhe - imitó mi voz presionando sus deditos en la nariz - ¿Puedo soñar con mi otro papi? - pidió poniendo sus manitos a modo de súplica.

- Pero sueña conmigo también - advirtió  Park - Buenas noches, princesa.

- Buenas noches, papá.

VALS OF THE BUTTERFLYS // JEON JUNGKOOK; BTS // TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora