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Habían pasado días desde que no veía a ese pelinegro, no se sentía observado lo cual significaba que o su paranoia había mejorado o simplemente ya no era acosado por ese villano lo cual era una buena señal para la tranquilidad de su vida.

Junto a esto, su "relación" con el azabache de ensueño mejoraba día tras día, por mas seco que este fuera, de alguna manera disfrutaba el poder pasar tiempo con el hombre quien le despertaba día tras día admiración y comodidad. Incluso podría decirse que disfrutaba el trabajar en un lugar lleno de psicópatas que en el cualquier momento podrían matarlo. Claro, si el no lo terminaba haciendo primero.

Salió de la sala donde había dado una pequeña charla a uno de los residentes que había buscado acabar con su vida, lamentablemente este tuvo que ser trasladado a un nivel mas bajo ya que allí ni la muerte le permitiría salir.

Fue alli donde fue recibido por ese hombre de coleta el cual le dio una muy leve sonrisa que logro acalorar su alma, si una reacción muy cursi debido a su falta de afecto pero era inevitable.

Con una leve sonrisa entre sus labios secos lo saludo con su mano y camino junto a el por uno de los largos pasillos en ese establecimiento, a lo largo de este se podían ver las pequeñas y oscuras "celdas" de aquellas "personas" que o tienen dones especiales y los decidieron usar para el mal camino, o simplemente desquiciados que no pueden ni con su propia existencia.

_ Me gustaría que fueras a casa esta noche... Bueno, q los chicos le gustaría ya que hace-_ Se tomo la molestia de interrumpirlo para así responder antes de que ese hombre dijera algo que le arruinara - Iré a las 7... dile a eri que no se duerma temprano. - Se despidió con su mano para así finalmente entrar a una de las celdas de donde al abrir la puerta provenían gritos de un paciente que rogaba que lo soltaran escuchándose finalmente el como se le dio una pequeña carga eléctrica que logro acabar con escandalo.

El tiempo se pasaba rapido cada que hacia lo que le gustaba, ser consiente de la situación mental tan deplorable de las personas que entraban alli, que tan facil era hacer que cambiaran su actitud por completo con el por solo decir que estaba para ayudar.

Totalmente feliz fue hasta su casa para asi cambiar su ropa, se veia mejor de lo normal, no parecia solo un adolscente depresivo que llevaba meses sin ver el sol.

Mejor para el, nadie habia forzado su puerta y no tenia señales de que hubiera alguien dentro lo cual solo le dio a entender que por fin dejo de ser objetivo de un psicopata con delirios de villano.

Luego de cambiarse con ropa comoda y que favorecian mas que nada su cuerpo, tomo una chaqueta y se dirigio a la casa de ese pelinegro. No tardo en llegar, era como ser recibido por una familia amorosa que lo apreciaban mas que nada.

Queria quedarse alli para siempre, pero el mismo no se lo podia permitir asi que dejo que aquel mayor lo acompañara hasta el auto dandole las gracias por lo bueno que era con el y el recibimiento que tenia. En un momento al verlo a la cara pudo notar el como este igual se le quedaba mirando a los ojos lo cual logró ponerlo ansioso... Creía que estaría temblando y lloriqueando por tenerlo tan cerca pero no, simplemente no lo estaba.

Sin saber que mas podría pasar con el, esa tensión entre ambos se rompió en un dulce beso por parte del azabache, era considerado mas como un "pico" el cual no duro nada pero fue suficiente como para hacerlo feliz y encender su corazón, aparte de eso sus mejillas estaban totalmente rojas y una sonrisa estúpida lo delataba por completo.

La cálida mano ajena se poso en su mejilla mientras notaba la sonrisa de ese pelinegro al mirarlo. _Te vere mañana tenko_ por último recibió un beso en su frente y el albino subió a el auto con el ánimo al 100% por completo. Se dirigió a su casa esperando que llegara el siguiente día apenas cerrara los ojos.
Entró a ese apartamento mientras tarareaba por lo bajo hasta entrar, iba a cerrar hasta que un pie le evitó cerrar por completo, suspiro pesadamente y empujó nuevamente sin importar si lastimaba ese pie hasta que finalmente la puerta fue abierta de golpe y su rostro fue recibido por un golpe que provocó rápidamente sangrado en su nariz.

- Ahora veo que eres capaz de revolcarte con cualquiera... - Tomo fuertemente el cabello del peli blanco jalando bruscamente del mismo azotando su cabeza contra el suelo mientras una de sus manos se encargaba de estrangular su cuello al igual que lo quemaba gracias a el fuego de sus manos.

- Tou-ya! - lo ultimo que quería era escuchar a ese idiota hablar y más sabiendo que sus labios estaban totalmente sucios e usados por otro.

- Me voy por unos días y lo único que puedes hacer es volverte una total puta con ese viejo, enserio eres patético Tenko... Ahora entiendo el terrible gusto que tiene ese idiota. - Sonrió ampliamente al ver que por falta de aire ese pálido terminaba inconsciente en el suelo bajo sus brazos. - Veamos cuantos hombres necesitas para saber que el único que puede tocarte soy yo. -

Psycho LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora