Ｐｓｙｃｈｏ Ｌｏｖｅ

7

Las cosas habian... Mejorado, un poco, su adorado director le pidió que no mencionara nada al respecto de aquella fuga con alguien que no hiciera parte de las instalaciones de Arkham, de los reporteros y demás seria el pelinegro quien se encargara de ellos.
Tenko solo trato de seguir con su vida tranquilamente, después de todo había pasado casi un mes y no había noticias fuera de lo normal, cosas como robos, asesinatos, personas desaparecidas y demás era algo totalmente normal en esa ciudad que ya a nadie le asustaban o impresionaban.

De un día para otro el de cabello largo comenzó a sentirse observado a donde quiera que iba, y cuando buscaba el responsable de esto nunca encontraba a nadie, tal vez después de todo si se había vuelto loco y era el quien necesitaba terapia.

Luego de un largo día de trabajo, condujo hasta su casa, estaba cansado como era normal en el pero aun no tenia ganas de dormir, lo mas probable es que solo se tiraría al suelo de su sala a jugar algún videojuego o algo por ele estilo.
Al llegar, estacionó su auto y entró a su hogar mientras tarareaba en voz baja, se quitó la bata y la dejo sobre el espaldar del sofá dirigiéndose a la cocina, encendió la luz y se encontró con una alta y dominante figura mirándolo fijamente con el ceño fruncido, el peli azul froto sus ojos con sus puños creyendo que era una alucinación o algo así, pero no.

-- Largate o llamare a la policía. -- Hablo seriamente dirigiéndose a el refrigerador de donde saco una caja de leche achocolatada, cerro este y abrió su caja mirando a su contrario con el ceño fruncido.

-- ¿Y que mierda hará la policía? No les tengo miedo a unos simples idiotas con uniforme. --Dabi se bajo de la isla y se acerco a el contrario acorralándolo en la puerta del refrigerador antes de que intentara escapar. -- No sabes cuanto me gustaría golpearte en este momento... Huiste de mi con ese anciano, dejaste que te tocara antes de que yo pudiera hacerlo ¿Y aún así me quieres sacar de tu casa como si nada? -- Empuño sus manos mientras veía el rostro inexpresivo de el mas pequeño.

-- En primer lugar... No es un anciano, y en segundo lugar ¿Que mierda quieres de mi? Ya no estas encerrado, largate y ve a hacer tus... Cosas de villano o no se, ¿Manejar a los asesinos de esta ciudad? Mientras mas hayan, más trabajo tendre, así que me harías un favor de seguir con tus fechorías. -- Empujo suavemente el pecho ajeno pero se detuvo cuando su cuello fue agarrado de una manera violenta por la firme mano del de ojos azules.

-- ¿Asi que eso soy para ti?... Solo quien maneja a los locos de este lugar... ¿Y si no lo fuera? ¿Si no fuera un villano? ¿Si fuera mas como tu adorado director? Tal vez ahí tendría una maldita oportunidad contigo, verdad?! -- Su tono de voz cambiaba drásticamente, de tener uno suave, ronco y seductor pasaba a tener uno grueso y lleno de enojo.

Tenko no sabia que hacer en ese momento, tan solo la punta de sus pies llegaba a tocar el suelo gracias a que ese fuerte agarre vino con que fuera un poco elevado, aparte de eso su pálido rostro estaba al rojo vivo y suaves jadeos salían de su boca, se estaba quedando poco a poco sin aire y buscaba recuperarlo.

El pelinegro mordio su labio inferior admirando lo que había hecho de ese lindo chico de ojos rubí.

-- S-sueltame... --

-- Estoy cansado de ser tan lindo contigo y que tu me trates como si fuera solo un pedazo de mierda. -- Lo soltó bruscamente y el albino respiro agitado mirando al piso con una de sus manos sobre su cuello, en este se lograba notar la marca de la mano del pelinegro.
Se arrodillo y sostuvo el mentón del contrario con su dedo índice y pulgar mirándolo fijamente a los ojos.

-- Esa dualidad tuya es lo que me enamoro desde un principio, que en un momento estés como si nada amenazando con la mirada a todos, y que con nada luego estés a completa merced de cualquiera que te de un simple trato rudo ¿Esto te pasa muy a menudo? -- Relamio sus labios y su otra mano fue hasta la parte trasera del cabello ajeno jalando este de manera firme desde su raíz. -- Oh, tal vez te pasa muy a menudo con ese estupido director... Si fuese el quien estuviese en mi lugar en este instante... ¿Actuarias de manera diferente? -- Chasqueo su lengua y hundió su rostro entre el cuello y hombro de su contrario besando su fría y pálida piel con despacio sintiendo como esta se erizaba por el simple roce. Se acerco a la oreja de este y mordió su lóbulo logrando escuchar un quejido por parte del albino. -- Bien... Entonces, imagina que soy el. -- Susurro.

El albino buscaba calmarse y no mostrarse vulnerable, pero se le era imposible ante esas acciones por parte de su contrario, y aun que no quería admitirlo tenia razón, tal vez si imaginaba que era Aizawa quien estaba tocándolo lograría pasar el momento rápidamente.
Gimió suavemente al sentir que su piel comenzaba a ser besada, junto con eso lograba sentir que también era mordido, cerraba sus ojos con fuerza tratando de imaginarse de que estaba viviendo ese escenario con el otro pelinegro y no con este.

Dabi sonrió al ver que no lo evitaba, relamio sus labio y sus manos fueron hasta la estrecha cintura del menor  levantando desde allí su camisa descubriendo una gran parte de ese delgado torso por el cual quedo fascinado, beso desde su vientre hasta sus pezones dejando un rastro de chupetones bastante notables.
Una de sus manos se encargo de atender el pezon derecho mientras que su boca se encargaba de atender el izquierdo mordiéndolo y lamiéndolo.

-- Sh-ota…~ -- Gimió el albino.
El pelinegro fruncio el ceño con molestia y llevo su mano hasta la boca del contrario metiendo dos sus dedos explorando su cavidad bucal con estos, lo hacia solo para no escuchar ese asqueroso nombre ser gemido por su lindo chico, era un avance el poder tocarlo, pero quería llegar a el punto de que fuera su nombre el que gritara, no el de otra persona.

Después de dejar un buen rastro de sus marcas, noto como un duro bulto se asomaba entre las piernas del albino, mordió su labio inferior y sin pensarlo un segundo mas, bajo lo suficiente el pantalón y bóxer del chico para dejar su ereccion libre, el albino rápidamente abrió sus ojos y busco detener las mano del contrario a pesar de que estas ya habían comenzado a estimular su miembro.

-- N-no toques... Ah-hi. -- Susurro entre gemidos mirando a el contrario suplicando con su mirada que se detuviera.

-- Bien, no tocare. -- Levanto sus manos y bajo su torso ahora metiendo el falo a su boca comenzando a succionar despacio, lo que mas disfrutaba era que los gemidos del mas bajo se hacían cada vez mas fuertes y notables.

Tenko no pudo aguantar mucho, sus fluidos terminaron en la boca del pelinegro, eso lo alarmó rápidamente y negó con su cabeza con miedo.

Dabi lo recibió en su boca y levanto su torso nuevamente quedando cara a cara con el menor, lo tomo bruscamente del rostro de una manera que mantuviera su boca abierta, se coloco un poco mas arriba de el rostro ajeno y abrió su boca sacando su lengua dejando que desde esta cayera una combinación entre la semilla del albino y su saliva, cayendo directamente en la boca del contrario.
Trago lo poco que quedo en su boca y espero a que el albino hiciera lo mismo para así soltarlo.

-- Supongo que con eso tendrás para recordarme durante unos dias~… -- Se levanto y se acerco a una ventana saltando de esta para así desaparecer.
El albino se quedó allí tirado en el piso buscando recuperar su aliento y analizando un poco su situación.