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el cielo, ese día, estaba especialmente nublado. los truenos amenazaban constantemente con quebrar las nubes y causar una pesada cascada, pero aún no
llovía. quizá caería más fuerte después.

yoongi dejó de mirar al cielo para dirigir su atención a Jimin cuando su amigo se sentó a su lado, tomando un sorbo de su café, apenas habían pasado unos minutos desde que llegaron a la cafetería para almorzar, pero el clima lo tenía tan relajado que no tenía muchas ganas de hablar.

ambos se quedaron mirando a namjoon, que estaba hablando con la cajera, vestido en ese conjunto de jeans, camisa beige y suéter café. parecía, de alguna forma, hogareño. le daba una bonita sensación a la cafetería.

— ¿No has hablado con él? — la voz de Jimin lo sacó de sus pensamientos.

— No, no desde lo que pasó en el bar.

— Han pasado días de eso — cuando él se movió para enfrentarlo en la mesa yoongi hizo lo mismo, pero usó su taza de latte como escudo —, ¿como esperas sentirte mejor hablando si no te acercas?

— Le he dado los buenos días y todo — dijo
a su vez, suspirando a la pesada mirada del contrario —, ¿qué debería hacer? Taehyung fue demasiado imprudente. y namjoon no sabe nada sobre lo que sucedió, bueno, no sabe detalles.

— ¿no crees que él se merezca una explicación?

— ¿por qué siempre hablamos de mis problemas? — se cubrió el rostro, comenzando a estresarse.

— porque actúas como si no importaran. una persona normal resuelve sus problemas y ya, pero tú siempre dejas que se acumulen. soy tu amigo, yoongi. pero hasta a mi me estresas a veces.

yoongi lo miro con una mueca, sin saber cómo sentirse ante ello. era válido, y era una explicación que no iba en contra suya sino de sus acciones. no pudo evitar bajar
su atención a su plato, donde media baguette le esperaba para terminar de almorzar, pero él había perdido el apetito.

— Le diré todo, ¿okay? sólo... tengo que pensar cómo explicarle.

— ¿Decirle qué a quien?

ambos se volvieron cuando una tercera voz intervino en el momento, ligeramente tensos cuando Namjoon les sonrió sentado en la silla que antes había estado vacía.

— Lo siento — el moreno rió —. no había sido mi intención asustarlos, ¿como están?

— Estamos bien — Jimin respondió por los dos, asintiendo —. no te habíamos visto hace días, ¿todo bien de tu parte?

— Ah, sí —Kim se dejó caer en el asiento, jugando con su teléfono en la mesa, Yoongi lo miró, atento y curioso —. es sólo que había estado ocupado con unos pedidos que se entregaron mal, tenía que hablar a la paquetería y todo eso. inventarios, ustedes saben.

— En realidad, no — musito el de cabellos rosas, y luego ambos rieron.

Yoongi también sonrió un poco, relajado con sus amigos ahí.

Más tarde, salió de su consultorio para caminar un poco y beber algo de agua en la sala de descanso. era jueves, un día más y la semana terminaría y podría dormir y descansar. y quizá podría ir a la playa para supervisar la construcción de la casa. miró la hora en su reloj de muñeca, quizá podría ir ahora si se daba prisa.

se separó de la pared, con la intención de ir por sus cosas cuando el llamado de su asistente le detuvo. se giró a mirarlo, curioso.

— Dime.

— PD-nim pidió verte en su oficina.

— ¿Cuándo?

— Ahora, dice que vayas ya.

h a p p i e r (JinSu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora