h a p p i e r (JinSu)

six

Cuando abrió los ojos, lo primero que se encontró fue con una mirada color avellana. Seokjin lo miraba, con una mezcla de tristeza y paz en su expresión. Estaban desnudos, uno cerca del otro sintiendo el calor de su piel. Ninguno dijo nada, pero Yoongi le sonrió en agradecimiento por haberse quedado hasta ese momento y no dejarlo despertar solo después de lo sucedido la noche anterior.

— ¿Cómo te sientes? — Seokjin preguntó, mirando las ojeras y lo hinchados que estaban los ojos rasgados del rubio.

— Estoy bien — le dolía la cabeza y la cadera, pero eso no era nada para él. Estaba acostumbrado a vivir con dolor.

El mayor asintió y se incorporó, Yoongi le siguió, cubriéndose con la sábana.

— Ve a ducharte primero. Yo espero aquí.

Ante la sugerencia de Seokjin, el menor asintió y salió parsimoniosamente hacia el baño. Apenas la puerta se cerró, un
llamado de parte de la de entrada a la habitación tomó su atención y Seokjin se dio prisa en ponerse una bata y abrir, no tenía quién podría ser a esa hora de la mañana, pero lo que no esperaba en absoluto era ver a Taehyung ahí, cuya sonrisa se borró un poco al verlo.

— ¿Taehyung?

— Hey, Jin, ¿y Yoongi hyung?

El saludo tan informal lo hizo sentir un poco extraño, ¿Entonces Yoongi sabía que Taehyung estaba ahí?

— Se está bañando — mira hacia el baño por impulso, girándose a él —, ¿Qué haces aquí?

— Ah, ya veo que él no te lo comentó — Seokjin fruncio un poco el ceño —. Estoy aquí por una sesión de fotos, pero me lo encontré la otra noche y he venido a darle los buenos días y traerle un café.

— Estoy seguro que estará muy agradecido.

— ¿Verdad que sí? — Seokjin no pudo decir si Taehyung había ignorado su sarcasmo o si de verdad pensaba eso sobre Yoongi, pero no pudo decir mucho cuando la puerta del baño se abrió y el rubio, al notar la presencia de alguien más en la puerta, se cubrió con la bata —, ¡Buenos días, Yoonnie!

La mirada de Taehyung se entorno apenas cuando descubrió en la curvatura del hombro del más bajo una marca morada, y Yoongi se cubrió al notarlo, incómodo.

— ¿Qué quieres tan temprano? — pregunta el psiquiatra, yendo hacia el armario para sacar un cambio de ropa que había olvidado antes de meterse al baño.

— Lastimas mi corazón, pero he venido a traerte esto — extiende el vaso de café bajo la escrutadora mirada del más bajo.

Yoongi miro hacia Seokjin un momento, quien yacía junto a la puerta entreabierta, y se removió.

— Yo no te pedí nada, no lo quiero — pasó junto a él con la intención de volver al baño pero se sorprende al ser detenido por el modelo, que lo miro con intensidad.

— ¿De verdad quieres seguir siendo lastimado? — Taehyung susurra, únicamente con la intención de ser escuchado por él, quien miraba a Seokjin.

Yoongi no dijo nada cuando se zafó de su agarre, pero sí había notado que sus labios habían temblado un poco.

Suspira, dejando el café sobre una mesita junto a la cama y luego se vuelve hacia la puerta.

— No sabía que podías jugar de esa manera — Seokjin se tensó al instante, pero mantuvo su mentón en alto y no rehuyó a su mirada.

— Esto no te concierne, Taehyung.

— Claro que sí, porque, ¿sabes qué? Cuando te vayas de nuevo y lo dejes destrozado otra vez, ya no quedará nada de él qué amar. No estarás aquí para arreglar lo que rompiste. Dile que lo buscaré más tarde.

Seokjin tomó aire cuando la puerta se cerró con un sonoro golpe, y quedó ahí, apretando los puños y los labios con fuerza.

Tras la puerta del baño, Yoongi no fue capaz de emitir sonido o de separarse de la madera, sosteniendo el pomo. Estaba listo para salir a buscar a Seokjin, pero no lo hizo. Nunca lo hace, porque sabe que esos brazos ya no podrán abrazarlo, ya no podrán hacerlo sentir seguro. Y de nuevo llora en silencio, pensando en el futuro que se perdió hace mucho.

Ojalá las lágrimas pudieran regar cenizas.