five

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— Gracias por acompañarme —  susurró Yoongi con un toque de incomodidad. no podía creer que había llorado en frente suyo, pero debía admitir que Taehyung se había portado bastante bien al invitarle los tragos, quedarse con él y además acompañarlo hasta la habitación.

— No, no te preocupes. Lo consideraré una cita — con esa broma no pudo evitar sonreír un poco. negó con ligereza, preguntándose qué estaría pensando el menor cuando notó su mirada encima —. descansa.

— Descansa.

Yoongi entró finalmente a la habitación. todo estaba oscuro. paró un momento para quitarse los zapatos y ponerse las pantuflas hasta adentrarse mejor y notar el cuerpo de Seokjin recostado en el sofá. parecía estar dormido. lo miro un momento y suspiro silenciosamente, sintiéndose algo culpable de que le cediera la cama.

mañana sería un día largo y los dos deberían descansar bien, pero no lo despertó, sólo caminó al baño y se tomó
una ducha.

no se dió cuenta cuando Seokjin abrió los ojos y lo vió desaparecer en el baño después de haber tomado un pijama.

ambos despertaron temprano a la mañana siguiente. tomando turnos para arreglarse, se decidieron a comprar algo de camino al hospital psiquiátrico donde estarían laborando los próximos días.

sólo por hacer algo, y para no escuchar la plática de Seokjin con su novio, Yoongi iba leyendo uno de los libros que había obtenido durante la Universidad, y que tal vez podría ayudarles con este caso.

el día seguía nublado, matando por completo el turismo con esas amenazas de lluvias. quizá el recinto hospitalario se vería mejor con un clima soleado, puesto a que tenía un extenso jardín detrás de esas rejas de acero que protegían su perímetro hasta la entrada del primer edificio, luciendo esas bellas margaritas y los frondosos árboles y arbustos, pero en cambio, al ser otoño, todo estaba en las ramas.

no había más verde que el del pasto, los árboles habían dejado caer sus flores y en su defecto también estaban rodeados de un bello color ocre rojizo, haciendo ver escalofriante el lugar con ese mar de nubes grises de fondo.

— Vamos — Seokjin dijo mientras entraban por la gran puerta blanca.

Yoongi se ajustó los lentes mientras veían delante suyo; la recepción, un par de macetas repartidas en las entradas de los pasillos y los enfermeros yendo y viniendo. sintió escalofrío debido a la vibra pesada, llevaba un buen tiempo de no haber pisado un sitio así.

avanzaron, pero antes de poder preguntar en recepción, un par de doctores se acercaron a ellos.

— Ustedes deben ser nuestros invitados — dijo la doctora, una carismática chica ligeramente alta y de lacio cabello castaño —. soy Shin Ryujin, él es Seo Changbin. Un gusto.

— Soy Kim Seokjin, él es Min Yoongi.

Yoongi hizo un ligero ademán de cabeza,
jugando ligeramente entre su mano empuñada con el dobladillo de la manga de su bata.

— Los estábamos esperando. Por favor, por aquí — la doctora les tendió un par de gafetes de identificación antes de emprender el rumbo por uno de los pasillos —. el paciente al que vienen a evaluar está en el área de comedor, ayudando.

— ¿Lo dejan ayudar? — Seokjin preguntó.

— Bueno, él ha mostrado una increíble mejoría. lleva dieciocho meses de tratamiento, y aunque al principio él se mostraba poco receptivo, siempre ha sido educado y cooperador. Hemos estado en su proceso desde el principio.

— ¿Tienen una copia de su expediente policial? — Yoongi intervino, ganándose la mirada de ambos anfitriones.

— La tenemos. Te la conseguiré en un momento — asintió Ryujin.

h a p p i e r (JinSu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora