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1917

El tiempo pasaba volando y más si eres un vampiro. Los pequeños niños habían crecido, ya tenían apariencia de adolescentes. Yoongi era hermoso, su piel nívea a compás con el blanco brillante de su pelo, resaltaba sus profundos ojos negros, su mirada felina era capaz de atraer a los humanos con tanta facilidad que se había convertido en el mejor cazador de su generación. Era pequeño de altura, pero eso solo lo hacía más letal.

Taehyung iba detrás de él siempre, donde fuera el mayor, automáticamente sabía que su pequeño amigo lo seguiría. Era igual de alto que él, con su bonito pelo rosa ondulado y su tez canela, con esa apariencia del angelito que realmente era, ya que, la personalidad aniñada y risueña de Taehyung se mantuvo. Como también lo hizo la mala relación con Jungkook, que lejos de arreglarse, empeoró.

El castaño buscaba de manera continua a Taehyung para molestarse, pegarle o insultarle cuando podía, siendo protegido por Yoongi, que siempre procuraba estar cerca del menor para evitar un abuso de su hermano.

Ahora mismo, ambos amigos se encontraban jugando en el estanque que había cerca del castillo los Jeon, disfrutando del agua cristalina en este tiempo caluroso de verano. Decidieron jugar al escondite, tocándole a Yoongi pillar. El menor huyó veloz a esconderse de él, intentando opacar las leves risitas con sus pequeñas manos cuando escuchó un ruido y al girarse pensando que le habían descubierto, la mano de Jungkook le cubrió la boca.

— Si gritas, te pegaré — amenazó, obteniendo un asentimiento por parte del pelirosa — ¿Crees que mi hermano te quiere? Sólo está contigo porque le das pena.

— E-Eso no es verdad, Yoongi hyung me quiere mucho — Taehyung le encaró, había aprendido a hacerlo un poco — y me da igual lo que dices, Jungkookie.

— Pronto te darás cuenta de la verdad y vendrás corriendo a mí — sonrió ladino, acercando su rostro al suyo — ya lo verás, Taehyung.

El miedo y los nervios se apoderaron de su cuerpo al sentir el aliento de Jungkook sobre su boca, no quería ser besado por él, su primer beso tenía dueño desde hacía demasiados años, por suerte, Yoongi los encontró antes de que pasase.

Los separó cabreado, volviendo a enseñarle a su hermano los colmillos, viéndolo rodar los ojos y marcharse de allí. Se volvió rápido hacia Taehyung, acunando su rostro con sus manos, tranquilizándole.

— Ya está pequeño, no te preocupes, estoy aquí — sonrió, quitando una de sus lágrimas con su pulgar — no llores por Jungkook, cariño.

— E-Él iba a b-besarme, hyung... — la vergüenza se apoderó de su rostro — yo no q-quiero que él me dé mi primer beso.

Yoongi le miró enternecido, su pequeño amigo era tan tierno que cualquier día su corazón explotaría por ello. Acercó sus bocas hasta que las fundió, obteniendo el primer beso de ambos, fue apenas un roce, pero para Taehyung no significó solo eso, el amor que sentía hacia ese chico solo pudo reforzarse al sentir sus labios.

— Ya está Taehyungie, no tienes que preocuparte por que tu primer beso sea robado por Jungkook, porque te lo he robado yo — y le guiñó, divertido.

Sonrió, mostrando su hermosa sonrisa geométrica, sintiendo su corazón tranquilo al obtener su primer beso de la persona de la que estaba enamorado.

Sonrió, mostrando su hermosa sonrisa geométrica, sintiendo su corazón tranquilo al obtener su primer beso de la persona de la que estaba enamorado

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1925

Su relación se había vuelto tan cercana que prácticamente no iban sin el otro a ningún sitio. Da igual donde fuera, cazar, pasear, jugar o leer, siempre lo hacían a dos. Un día, Yoongi le pidió a Taehyung que, si podían ir a ver a los Park para poder pasar el rato con YongSun y Jimin, aceptando éste de mala gana.

Que estaba celoso del hijo pequeño de los Park no era un secreto para nadie excepto para Yoongi, él era todo lo que jamás iba a ser, bello, atlético, tierno, además de un gran cazador y tenía una voz hermosa, sumándole a todo eso, que veía como se miraban el peliblanco y él, con clara atracción de por medio.

Llegaron con el menor refunfuñando por lo bajo, siendo recibidos por los hermanos Park rápidamente, que los saludaron con un tierno abrazo.

La tarde pasó entre divertidas risas y juegos de mesa, los habían descubierto hace poco y les habían gustado mucho. Durante la velada, a Jimin le tocó recrear una escena de la mítica obra de "Romeo y Julieta" con Yoongi, consiguiendo muchas cosas: un sonrojo en sus adorables mejillas, varias carcajadas de YongSun y un cabreo del tamaño de Seúl de Taehyung.

— Yoongi hyung, me voy — el pelirosa se levantó, molesto — hasta pronto, chicos — y diciendo eso, se marchó lo más rápido que pudo.

El peliblanco lo siguió después de disculparse en su nombre y despedirse, sin entender la actitud de su mejor amigo.

— Taetae ¿Qué pasa? — lo paró, preocupado — ¿No te lo estabas pasando bien?

— Es igual hyung, sólo quería irme — bufó, sin querer hablar más — haberte quedado si querías.

— Está bien pequeño, ya es tarde — Yoongi emprendió junto a él de nuevo la marcha — ¿Sabes? Creo que me gusta Jimin.

Taehyung no dijo nada, simplemente le escuchó. Si su sentido del oído pudiera atravesar la piel, habría escuchado claramente cómo se rompía el suyo.

The shadow like me ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora