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Ya estaban todos reunidos, el ambiente estaba tenso, hacía una semana que comenzó el cambio del vampiro y no tenían ni idea de cómo estaba. Esperaban que, ya que iban a hacer la celebración, todo hubiese salido correcto.

YongSun y ByulYi se agarraban de las manos, histéricas, su pequeño amigo había sufrido mucho, necesitaban verle y saber que todo estaba bien.

Jimin tenía un tic en la pierna, estaba sentado con la cabeza apoyada en las manos, casi sudando, no podía esperar más a que el maldito Taehyung saliese.

Jungkook paseaba de un lado a otro, sin poder estarse quieto, su cuerpo pedía a gritos salir corriendo en la busca de aquel chico, pero sabía que tenía que esperar, no debería de faltar mucho.

Yoongi se removía, ansioso, las manos le picaban de puros nervios y pensaba que se volvería loco.

Cuando a las fosas nasales de todos los presentes llegó un intenso olor a café, se giraron en busca de ver de quien provenía el olor, pero las puertas aún no se habían abierto, cayendo en la cuenta de que solo podía ser de Taehyung.

Las feromonas de los omegas presentes se dispararon sin poder aguantarlo, todos empezaron a contonearse, abrumados por aquel olor que les hacía perder los estribos. Yong miró enfadada como su novia se retorcía de placer ante eso, no podía creer que su chica se excitara con alguien que no fuese ella.

Las pupilas de Yoongi se dilataron, mordiéndose el labio para retener los jadeos involuntarios provocados por el olor que provenía de detrás de aquella puerta, sintiendo como si tocaran su cuerpo, probablemente le excitarían aún más.

Hasta Jungkook se sentía extasiado con esas feromonas, harto, se dirigió a abrir las puertas con intención de buscar a Taehyung, pero se paró en seco al verlas abrirse.

Seokjin y Namjoon aparecieron por ellas, con el semblante demasiado serio, preocupando a los presentes, normalmente el presentado no entraba solo.

— Buenas noches a todos, os agradezco de corazón que hayáis venido — ambos hicieron una reverencia, en señal de respeto — o-os doy la bienvenida a mi hijo Taehyung, que hoy, después de casi una semana, se presenta.

Se apartaron, dando paso a Taehyung.

Los ojos de todos se abrieron como nunca, totalmente asombrados por la imagen que tenían delante.

Su piel, blanca como la nieve, a compás del pelo negro como la noche que descansaba sobre sus hombros, rizándose con elegancia. Sus labios ni muy gruesos ni muy finos, con su nariz viril reinando en mitad del rostro maduro, con una mandíbula perfectamente contorneada, donde comenzaba un cuello grueso, delineando una espalda ancha y fornida.

Su traje negro contorneaba a la perfección los músculos formados que había debajo, sus manos ahora eran grandes y finas.

Sus ojos, fríos como el mismo hielo recorrieron con lentitud las caras de todos los presentes, estremeciéndolos. Sonrió, sabiendo sin lugar a dudas que ahora, era el alfa más deseado de todos.

— Buenas noches a todos — su gruesa voz salió melodiosa y algo burlona — me llamo Kim Taehyung y me presento como el primer alfa puro y futuro líder del clan Kim.

Tardaron en reaccionar, pero los aplausos aparecieron más los hermanos Jeon no pudieron moverse, estaban totalmente helados con aquel vampiro extremadamente hermoso que tenían delante.

Bajó sus feromonas, contento por el trabajo realizado, viendo como ByulYi se relajaba ante ello, no había sido su intención alterarla a ella, su objetivo había sido Yoongi, pero no podía hacer nada si se veía afectada. Todos se acercaron a recibirle, dándole la enhorabuena, obteniendo solo asentimientos cordiales por su parte.

Jungkook pareció reaccionar cuando lo vio acercarse a él, aterrado por la mirada ladina que le estaba brindando, ese no era el chico que esperaba.

— Hola Jeon — le saludó, subiendo el mentón con orgullo — ¿No tienes intención de felicitarme?

— Pues claro que sí — entrecerró los ojos, molesto — pero has cambiado mucho.

— Oh, como tus planes de ser un omega sumiso para ti no han salido como esperabas ¿Ya no te gusto? — sonrió triunfante ante la cara desfigurada del pelirosa — qué travieso eres, Jungkook.

— ¿Q-Qué dices? — se alejó un paso de él — yo no pensaba eso.

Taehyung le agarró del brazo, pegándolo a su cuerpo e imitando su acción, le susurró al oído.

— Ahora veremos quién hace suyo al otro — y le mordió la oreja, haciéndole jadear.

Soltó su agarre y se dirigió a su siguiente víctima, que le miraba con los ojos aun dilatados, como si estuviese viendo un fantasma.

— Min Yoongi, gracias por venir a mi fiesta — agarró su mentón, obligándole a mirar su rostro — ¿Qué tal el cambio?

— T-Taehyungie... — El mayor no podía prácticamente hablar, estaba totalmente hechizado por esos ojos — estás...

— Lo sé, no hace falta que lo digas — guiñó — pero que te quede claro, no vuelvas a llamar Taehyungie, jamás.

Yoongi tragó duro ante eso, la actitud de su pequeño había cambiado tanto como su cuerpo, estaba abrumado, no había rastro de aquel vampiro risueño y tierno que conocía.

Se sintió triste, él tampoco esperaba ese cambio tan radical y aunque estaba ciertamente hermoso, al Taehyung que quería, ya no estaba.

Porque sí, después de aquella confesión de su hermano, los sentimientos habían florecido en él, asumiendo que estaba enamorado de ese vampiro desde que lo vio cuando eran pequeños.

Taehyung le observó, con un sentimiento de odio profundo creciendo dentro de él, marchitando ese amor puro que sentía, porque al contrario que Yoongi, él lo recordaba todo a la perfección.

The shadow like me ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora