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Poco a poco el ambiente se fue destensando, Hoseok acariciaba con total adoración la barriga de su hijo, que era desproporcionalmente grande, claro, llevaba dos bebés, SoMi lloriqueaba entre la emoción y el susto, Jungkook abrazaba con tanta fuerza a Jimin que pensaba que lo partiría, pero es que estuvo tan asustado de desaparecer de su lado.

Namjoon acunaba a Taehyung entre sus brazos, siempre había sabido como relajar a ese alfa con alma de niño, sabía que lo que necesitaba ahora era relajarse y que lo trataran como un bebé más, esa había sido su esencia, la que cautivó a todos los presentes.

— Hyung ¿Me devuelves a mi alfa, por favor? — sonrió Yoongi — creo que ahora me toca mimarlo a mí.

— Faltaría más, Yoonie — el omega mayor asintió, soltando al pelinegro — todo tuyo.

Taehyung se aferró con fuerza a su omega, abrazándolo sin lastimar su barriga y antes de que nadie pudiese hablar, habían desaparecido. Todos sonrieron al darse cuenta de que los protagonistas de la fiesta ya no estaban y prefirieron darles su espacio, se lo merecían.

El pelinegro corrió con Yoongi en brazos hasta lo que era suyo, el castillo de los Min, que solo estaba habitado por los vampiros rasos que se habían quedado a cuidarlo, allí había nacido él y qué mejor lugar para desahogarse

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El pelinegro corrió con Yoongi en brazos hasta lo que era suyo, el castillo de los Min, que solo estaba habitado por los vampiros rasos que se habían quedado a cuidarlo, allí había nacido él y qué mejor lugar para desahogarse. Subió hasta lo que supuso eran los aposentos de los padres del omega, dejándolo sobre la cama y posteriormente, tumbándose a su lado.

Se miraron de frente, con el mayor acariciando levemente la mejilla contraria, provocando que cerrara los ojos, totalmente relajado, si fuese humano, se habría dormido sin dudarlo. Se acurrucó más hacia él y por fin, se atrevió a acariciar el vientre donde descansaban sus criaturas, la emoción recorrió cada parte de su ser, totalmente ilusionado por formar una familia con el vampiro de sus sueños y del que era destinado, hasta que un sentimiento de angustia volvió a azotarlo con fuerza.

Tanto ellos, como su amor o sus hijos, fueron productos de alguien más, si no hubiese sido por ChaeRin ¿Existirían?

El pesado suspiro que salió de su boca fue rápidamente callado por Yoongi, que posó sus labios en los contrarios, en un beso sonoro y rápido, obteniendo una leve risita del menor.

— Kim Taehyung, para de hacer eso ya — regañó — no puedes hacer esto más, debes disfrutar de nosotros, no sólo pensar en lo ocurrido.

— Yoonie, somos productos creados por alguien más, probablemente no existiríamos si no nos hubiese creado esa hija de puta.

Pequeño, tú y yo nos reencontraremos siempre, en cualquiera de nuestras vidas y en el momento indicado, porque somos almas destinadas y nos vamos a amar hasta que el mundo deje de ser mundo — dijo Yoongi, con un brillo totalmente especial en sus ojos.

Taehyung sonrió encantado con aquello y volvió a besarle una vez más, en un beso lento y amoroso, con las manos entrelazadas por encima de la panza del mayor, que sonrió entre el beso al sentir como los bebés se removían cuando posaron las manos en ella.

— Taetae ¿Te has olvidado de algo? — dijo encima de sus labios, obteniendo una mirada confusa del menor.

— ¿De qué, Yoon?

— Mañana es 30, pequeño — le recordó, haciéndole abrir mucho los ojos — cumples 119 años.

— Oh, cierto, con tanto drama se me había olvidado — rio levemente — gracias por este regalo de cumpleaños hyung, pensé que aquel no podía ser superado.

— ¿Cuál?

— Después de volver cada uno de nuestro viaje a una parte del mundo, viniste a verme al tejado de mi casa, siempre sabías que estaba ahí — sonrió, perdido en sus pensamientos — y me diste un piquito por mi cumpleaños, aunque llevásemos años sin hablar, no hizo falta más para mí y pensé que jamás me regalarías algo mejor que compartir un beso contigo.

— ¿Siempre fuiste tan romántico? — preguntó, divertido.

— Sí, sólo que tardaste demasiado años en mirarme, hyung — guiñó — bueno, corrijo, en lo que te hiciste de esperar fue en darte cuenta de tus sentimientos.

— ¿Ah sí? ¿Piensas que llevo toda la vida enamorado de ti? — arqueó una ceja, dejándose llevar por el juego.

— Hyung, nada más conocerme le enseñaste los colmillos a tu hermano para defenderme y unos años después me "robaste" — hizo la mímica de las comillas con los dedos — mi primer beso para que Jungkookie no lo hiciese.

— Vale, tú ganas — picó cariñosamente la nariz del menor — me alegra que pienses así y no en lo que te decía ChaeRin.

— Realmente me ha costado pensar así, vi cosas muy feas de tu parte, Yoongi — el menor se incorporó un poco, tumbando al mayor boca arriba — como cuando preferiste follar con Jiminie, por ejemplo.

— Yo... T-Taehyung... — jadeó al sentir los húmedos besos que repartía por su cuello.

— ¿Qué excusa me vas a dar? — susurró mientras bajaba lentamente por su marca — venga, Yoon, dame alguna buena.

— R-Realmente no... — ahogó un gemido cuando sus pantalones fueron arrancados — T-Tae... con esta barriga no creo p-poder...

— Oh ¿Lo comprobamos? — guiñó, divertido.

El mayor asintió con un fuerte sonrojo en la cara, aún no se acostumbraba a ver a su pequeño con esa pinta de lobo feroz.

The shadow like me ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora