The shadow like me ❣ TaeGi

18

2006

Eran las 12 de la noche en punto, hoy Min Yoongi comenzaba su proceso de presentación, así que, se encerró en su cuarto, expectante.

Sus padres estaban ansiosos, le amaban con su vida y realmente deseaban que sus padres biológicos hubieran podido estar con él en ese momento tan especial, pero harían lo que fuese por darle todo el amor y cariño que se merecía.

Jungkook se paseaba de un lado a otro, para que sus planes salieran correctamente, Yoongi tenía que presentarse como alfa, todo se iría al traste si no ocurría así. Pero estaba seguro, su hermano tenía todas las facultades para convertirse en un gran alfa.

Amaneció y aún no había rastros de los posibles cambios en su hijo, así que subieron a ver como estaba. Se adentraron en la habitación, encontrándose a Yoongi mirando por la ventana, sin cambio alguno, no entendían nada.

— Yoonie, ¿Te notas algo? — Hoseok se le acercó, pasando sus brazos por sus hombros, atrayéndole en un abrazo — ¿Cómo te encuentras?

— Pues me siento igual, papá — se encogió de hombros — no noto nada diferente.

— Esto es muy raro — intervino SoMi — ya deberías haber empezado a cambiar.

Todos asintieron con la cabeza, para continuar hablando tranquilamente, para acabar decidiendo que mientras esperaban podía moverse al salón para estar más cómodos.

Cuando estaban a punto de salir, un grito desgarrador se hizo presente, los tres se voltearon asustados, Yoongi estaba en el suelo, abrazándose con fuerza, gritando desesperado, retorciéndose de dolor.

— ¡Yoongi! — sus padres se pusieron a su lado rápidamente, sin saber qué hacer.

Jungkook le miraba aterrado, normalmente los cambios no dolían.

Comenzó a arañarse los brazos, como si la piel le picase o quemase e intentara arrancársela, su padre tuvo que sujetarle para que no lo hiciera, pero abrió los ojos con rapidez, mostrándole un terrorífico color rojo en ellos, asustándole. Los colmillos se clavaron en sus labios, provocando que la sangre brotara de ellos.

Hoseok le sujetó con más fuerza, intentando que no se lesionara aún más mientras que su hermano estaba totalmente paralizado por el miedo y sin saber qué hacer, se estaba asustando mucho, su hermano parecía totalmente poseído.

Ignorando las tradiciones de que sólo podían asistir los padres a las transformaciones, SoMi le dijo a su hijo menor que avisara de manera inmediata a los líderes de los clanes, esa situación era extremadamente delicada y necesitaban toda la ayuda posible.

Jungkook salió corriendo hacia el castillo de los Park, cuando llegó, abrió la gran puerta, siendo recibido sin entender nada por HyungSik, le explicó la situación y corriendo a buscar a su marido, salieron hacia la morada de los Jeon, para ayudar.

Su siguiente objetivo fue el castillo de los Kim, donde se encontró una imagen muy poco agradable. Taehyung yacía en el suelo, llorando sin parar, retorciéndose, exactamente igual que su hermano. Abrumado por la situación las lágrimas se le escaparon de los ojos, su voz no salía.

Seokjin le miró mientras que intentaba junto a Namjoon socorrer a su pequeño, la cara de pavor de Jungkook le oprimió el corazón.

— Jungkookie ¿Qué ocurre? — los gritos de su hijo iban en aumento, torturándole — ¿Le pasa algo a Yoongi?

— ¿C-Cómo lo sabes? — Jungkook sorbía con la nariz, llorando sin parar — mi h-hermano está sufriendo Seokjin hyung, mis padres quieren que vayas a ayudar.

— Lo sé porque hoy es su presentación, pero no puedo dejar a Taehyung así — levantó a su hijo en brazos, llevándolo hasta uno de los sofás — tienes que comprenderlo.

— Yo me quedaré hyung, por favor, ve a ayudar a Yoongi — Namjoon habló, parándose rápidamente al lado de su amigo — por favor.

Seokjin asintió muy poco convencido y besó la frente de su hijo, para salir corriendo con Jungkook hacia su castillo.

Todos miraban con terror como Yoongi se retorcía y gritaba, sin saber qué hacer. Sus colmillos estaban excesivamente largos, los ojos del chico cambiaban constantemente de color, volviéndose azules, negros o rojos indistintamente.

Nadie tenía ni idea de cómo salir de esa terrible situación.