Llueve en el tren y yo sonrió por dentro, me pregunto si será mucho dedicarte letras tan seguidas, si sobrepaso algún límite, sin cruzo alguna frontera, si voy a 120 cuando tú estás en tercera.
Pero las palabras fluyen al igual que las gotas por el cristal, como la música que llena mis oídos.
Te has convertido en sol debajo de la lluvia, en mi almohada personal, en mi sitio seguro, te has convertido en una parte importante de mi.
Eres el corsario que comercia entre mis mares y se lleva el tesoro final.
No se que somos pero quiero ser, porque al igual que las gotas caen por la ventana a gran velocidad según avanza el tren, mis inseguridades se aferran a mí y me gritan para que aclare mi mente, pero quiero ser contigo cuando sea el tiempo.
En mi muñeca el reloj que marca las horas, en mi mente el recuerdo de ti, mi rayo de sol bajo la tormenta, y en mi corazón el anhelo de una promesa.