Y si sales de ahí, y si sales de mi mente.
Eres un pensamiento no deseado, un huracán en medio de una tormenta constate que solo alimenta mis pesadillas, sal, no te quiero, dejame quedarme con la brisa y llévate el caos.
Que si escucho una melodía pienso en tí, que si veo un cuadro te reiteras en mi memoria y si contemplo un amanecer saltas en mis notificaciones, vete, de verdad vete.
Pero vete si no vas a querer nada, déjame en paz, quiero tranquilidad, paz, armonía, amor.
Quiero amor.
El conflicto nunca fue mi opción, te presentas, me lías, me deslías, me enredas y te vas, ¿por qué te vas?
No ves que soy un trabajo constante, que te voy a olvidar, que si no te interesas te voy a borrar, que sé que no te vas a encontrar entre estas palabras porque las complico con motivo de ello.
Las complico porque os váis a encontrar, los dos causantes de su presencia, de ese pensamiento recurrente de quererlo y no quererlo, de necesitar estar con alguien y arrepentirme al momento, de querer quedarme pero huir guiada por el huracán, huir encerrada en la tormenta.
Que no me quiero encerrar pero me siento encerrada, tantos errores me consumen.
Ahora te vas a encontrar tú, porque se que eres más hábil con las palabras y me sabes leer aunque yo no quiera.
Te hice demasiado daño, pero sigues aquí y no lo entiendo, y veo como me miras y te quiero mirar así pero eres como la manzana para Eva, eres mi fruta prohibida, porque te quiero pero te dejo de querer, porque aparezco y desaparezco en tu vida pero tu sigues esperándome en ella y eso me desconcierta.
Si te hice daño, ¿porque no te enfadas?
Porque me sigues queriendo, porque lo sigues demostrando, te quiero soltar pero me sigo aferrando a tu presencia porque eres de lo mejor que me ha pasado en la vida y no paro de arruinarlo porque tengo miedo, porque no se si somos suficientes.
Se que te vas a encontrar en las palabras, las vas a entender, no sé si querrás hablar, mejor que no, en mi cabeza juegan dos niños pasándose una bomba y no quiero que estes en medio.
Por otra parte, el otro pensamiento, no te vas a encontrar o eso creo, quizá me sorprendo, te quiero conocer, pero haz el esfuerzo, mi cabeza te olvida con cada mensaje que se queda sin enviar.
Hazte notar, preocupate, gana, haz algo, no quiero repetir una historia demasiado familiar, la ultima vez que me perdí entre motores salí con quemaduras de motor, salí perdida, sin gps ni dirección, sin cobertura y sin corazón, lo habían reemplazado por un bloque de hielo que parecía piedra a punto de caerse.
Es una historia demasiado familiar como para repetirla, es una herida lo suficientemente fresca para que me haga huir, ya salí corriendo una vez, lo puedo hacer dos veces.
No creo que logres llegar a mi corazón, lo puedes intentar, las murallas son lo suficientemente altas y tus recursos insuficientes pero quizá me sorprendes, no quiero ser un juego, no quiero ser un entretenimiento barato, un juego de feria que solo da vueltas.
La verdad, sois mis pensamientos recurrentes, mis dos tormentas que crean un huracán en mi cabeza diariamente, la aventura que no cesa por mucho que el barco se haya hundido.
Jugar y ganar, no os rindáis, a mi pensamiento número uno, a mi carrera de formula uno, lo siento, lucha y espera, no es un juego limpio ni corto, es una lucha en la chicane, para el pensamiento nuevo, dime a donde quieres llegar, lucha por llegar porque a mi me quitaron las fuerzas y si de verdad te importo deberías intentarlo.
Que las canciones de amor se decidan entre uno de mis dos pensamientos, o por ninguno, sinceramente, podría olvidarlo y seguir, dedicarme las sinfonías a mi misma, pero debería dejaros al menos intentarlo.
