Epílogo Nueva promesa

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Edgeworth cerró los ojos por un momento y durmió por un momento, entendía por qué Franziska no le respondió a sus sentimientos, aún así..

Se sentía destrozado...

Respeta su decisión, si Franziska no siente lo mismo que él estaba de acuerdo, después de todo, él le hizo daño.

Durmió profundamente dos horas, luego se despertó con nerviosismo.

- una taza de té me ayudará a calmarme.

Se levantó de la cama , arrastró sus pies para irse a la cocina. Cuando abrió la puerta de su habitación, un trozo de papel se cayó, desconcertado, se agachó y lo leyó.

" lo siento Miles Edgeworth, necesitamos espacio, me voy Alemania. Franziska Von Karma"

-No puede ser...

Fue corriendo a la habitación de Franziska, debería ser una broma o un mal sueño, cuando abrió la puerta...

Ella no estaba, se acercó a su armario.

Su ropa tampoco estaba.

No, no era un pesadilla, era real, Franziska se había ido.

Miró la hora en su reloj, los últimos aviones desepegaban dentro de 30 minutos.

Edgeworth se fue otra vez a su habitación, se visitió tan rápido como podía y se fue corriendo al coche, no se podía irse así como así.

Necesitaba verla.

Necesitaba... Despedirse de ella.

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Franziska estaba ahí, con su maleta y su bolsa de viaje, lista para irse.

Dentro de ella, se sentía mal por irse así, dejando a Edgeworth solo sin dar alguna explicación.

Se quedó ahí, con los brazos cruzados y con la mirada perdida.

"te amo, Franziska Von Karma"

Esa frase le estaba repitiendo una y otra su mente, después de tantos años siendo rivales y hermanos...

Ahora ya no sabe lo que son.

Volvió a la normalidad cuando una voz ronca le susurró al oído.

- ¿otra vez te vas sin despedirte?...

-¡...!

Franziska se giró sorprendida ¿como es posible que llegó antes de embarcar?

- hola Franziska.

-....

Ella estaba sin habla ¿Que debería decir ahora? No se le ocurría nada. Estaba entre la espada y la pared.

-¿huyendo otra vez? No me lo esperaba de ti- dijo con un tono sarcástico.

- frunció el ceño - cállate, no... No tienes ni idea de como me siento. No puedo pensar con claridad.

¿Promesa o traición? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora