Omegacember 2022: Saint Seiya Shipps

Día 6: "¿Y si te como a besos?"

Shipp: Saga x Death Mask

Universo de Saint Seiya.// Headcanon.// Drabble

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Habían pasado ya algunos años desde el escape y muerte de Aioros. Sabía que era cuestión de tiempo para que Athena resurgiera, y todos sus planes se fueran al Tártaro.

A veces lograba tomar el control, pero era por muy poco tiempo y se sentía completamente abrumado. Qué Arles despertase fue lo peor que le pudo haber pasado, las posesiones eran cada vez más fuertes, y temía que llegara el día en que ya no pudiera controlarlo para nada... No pudo detenerlo de tratar de matar a Athena, ni tampoco retenerlo el tiempo suficiente para darle a Aioros tiempo de huir.

Había permitido que ese demonio atentase contra su diosa, no la protegió, por su culpa murieron el hombre que lo cuidó de niño, y uno de sus compañeros, por su culpa, Arles tenía el control y hacía mil barbaries a diario, y todo eso, lo atormentaría hasta su muerte.

- Saga...

De inmediato reconoció aquella voz, y dió un pequeño salto, soltando la copa de vino que bebía con desesperación, intentando ahogar sus culpas en el alcohol.

- Vete...- Murmuró, dándole la espalda.- Vete. Es peligroso que estés aquí... No quiero hacerte daño.

Death Mask, ese pequeño bribón que hace ocho años se había vuelto uno de sus cómplices, al lado de Afrodita y Shura... En ese entonces, era apenas un pequeño niño Alpha de apenas 10 años, ahora ya era todo un hombre de 18 años.

- Es más fácil que me mate una mosca que tú.- Rió con cinismo el menor, sentándose a su lado en la silla vacía junto a la mesa.- ¿Bebiendo sólo de nuevo?

- Ya vete.- Repitió, empezando a temblar.- Él puede lastimarte.

- No lo hará. No me considera una amenaza, así que le da igual si estoy aquí, él mismo me lo dijo la última vez.

Sin poder aguantar más, terminó llorando, ocultando su rostro entre las mangas de la túnica. Era patético que un Alpha llorara, sabía eso de sobra, toda su vida había sido así.

No era un Omega como Aioros, Afrodita, Milo o Mu. Los Alphas no debían llorar, y menos los hombres, era una vergüenza, si alguien más lo viera...

- Tranquilo. No necesitas hacerte el fuerte conmigo.- Le dijo Death Mask, palmeandole el hombro.- Entre Alphas tenemos que apoyarnos. Afrodita es un Omega y Shura un Beta, ninguno de ellos es capaz de entenderte, pero yo sí.

Saga solo sollozaba en silencio, desviando la mirada, mientras sentía como el italiano le limpiaba las lágrimas.

- Estamos juntos en esto. No lo olvides.- Le susurró, dando un ligero beso en sus labios.- Te lo dije hace ocho años, y te lo repito, Principe azzurro: "A tu lado hasta el final."

Saga solo lo abrazó, dejándose consolar por el otro Alpha. Death Mask se había vuelto su confidente más cercano, por alguna razón, Arles no sentía ninguna amenaza en ese Alpha, a diferencia de Afrodita o Shura, a quienes prefería mantener a raya pero lo suficientemente cerca para vigilar todos sus movimientos.

Cuando él estaba cerca, era cómo si Arles se fuera, pudiera ser él nuevamente y respirar tranquilo. Sentía que de nuevo tenía el control total de sí mismo.

- Ti amo.- Le dijo en su idioma natal.

- ¿Por qué?- Cuestionó, dejándose abrazar.- Sabes lo que puede pasar si alguien descubre que...

- ¿Crees que me importa?- Sonrió el menor.- Me da igual la muerte. Ese cuento de que el anterior patriarca fue un santo no me lo creo ni de coña. Estoy seguro que más de una vez trajo a algún Alpha o incluso Omega aquí para divertirse. ¿No dicen que quien esté libre de pecado tire la primera piedra?

En el Santuario las relaciones amorosas no eran bien vistas en general y les estaban prohibidas a todos los santos. Pero si alguien descubría a un Alpha teniendo cualquier tipo de relación diferente a la camaradería con otro Alpha, podía llegar a ser penado incluso con la muerte. Lo mismo si se trataba de dos Omegas, o dos Betas del mismo sexo.

- ¿De pronto sabes citas bíblicas?

- La notte è la madre dei pensieri.*- Le dijo, encogiéndose de hombros, antes de darle otro beso.

Sin poder resistirse, cedió nuevamente a la tentación que ese italiano representaba para él. Dejándose envolver por sus besos, embriagándose con su aroma a café recién molido.

- E se ti mangio di baci?*

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La notte è la madre dei pensieri: "La noche es la madre de los pensamientos."

E se ti mangio di baci?: "¿Y si te como a besos?