Día 31: "Día libre"

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Shipp: Ionia x Seiya

Universo de Saint Seiya Omega.// Cambios en el cannon.// Final alternativo.

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Finalmente, todo había terminado. Al fin, la paz había vuelto a la tierra, y todos podían tomarse un descanso después de tanto dolor y caos.

Quiénes habían sobrevivido a tantas batallas, tomaron cada uno un camino distinto. Algunos eligieron permanecer al servicio de Athena cómo santos leales. Otros más se mantuvieron en el Santuario, pero en un puesto nuevo. Otros eligieron tomarse un pequeño descanso, pero sin abandonar su puesto. Y otros más, prefirieron retirarse y pasarle la antorcha a la siguiente generación.

Saori aceptó las decisiones de todos, agradeciendo por sus servicios y dando un último adiós a quiénes se retiraban, y prometiendo mantenerse al lado de quienes se quedaban.

Seiya, después de haber estado al lado de Athena desde que eran apenas unos niños, había decidido que era hora de retirarse y dejarle el puesto a alguien más. Sus prioridades y deseos ahora eran otros, y con el período de paz que el destino les ofrecía, era difícil decir que no.

Ionia, después de sobrevivir de puro milagro, y lograr comprender de nuevo a su diosa y su causa, redimir sus errores, que aunque en nombre de su lealtad, amor y devoción a su diosa, no los justificaba. Y luchar una última vez a su lado, decidió que ya era hora de dejar Capricornio a alguien más. Ahora, su corazón que durante años pensó que solo latía por Athena, ahora lo hacía por cierto Beta de cabellos castaños a quién conoció de pura casualidad, y que fue una de las piezas clave para devolverle su fé en la causa de su diosa. Y para fortuna suya, era correspondido.

Ambos habían decidido darse una oportunidad como pareja, y vivir en las afueras del Santuario, en aquella pequeña villa que por tantos años había sobrevivido.

Al inicio, era solo prueba, sin crearse demasiadas expectativas uno del otro y simplemente dejando las cosas fluir, mientras se iban conociendo más allá de solo lo que eran como santos. Pero el tiempo pasó sin que se dieran cuenta, un año, dos, tres... Hasta llegar a la nada despreciable cifra de diez años juntos.

Un Alpha y un Beta. Con personalidades casi opuestas, pero con ideales similares. Uno era la sabiduría que solo los años otorgan, el otro aún en camino de obtener la sabiduría plena pero totalmente dispuesto a aprender. Uno era la quietud, el otro la jovialidad. Uno era como una roca inamovible contra viento y marea, el otro era más bien como una palmera, resiliente pero firme a sus raíces.

Sí, quizás podían parecer polos opuestos a simple vista. Pero se complementaban sumamente bien uno al otro.

Ionia era esa experiencia que le faltaba a Seiya. Era esa quietud que a Seiya le faltaba. Esa roca que lo ayudara a mantener los pies sobre la tierra.

Seiya era esa juventud e inquietud, lista aún para cometer varios errores y aprender de ellos, que Ionia estaba dispuesto a ayudar a no tropezar con las misma piedras que él. Era esa energía y pasión desbordante que le daba luz a la vida de Ionia. Era ese aire fresco y sueños que le hacían falta a Ionia para recordarle que de vez en cuando era bueno soñar despierto.

Pero ambos, sin olvidar sus ideales tanto compartidos como individuales.

Seiya se encontraba cocinando la cena de esa noche, cuando sintió un par de brazos rodeando su cintura por la espalda mientras sacaba su pastel de vainilla del horno.

- ¿Todo bien?- Preguntó con una pequeña sonrisa enternecida.

- Sí. Solo quería decirte algo.

Seiya dejó el pan recién salido del horno sobre la barra al lado del horno y se quitó los guantes. Dando toda su atención al Alpha.

- Sé que nunca te lo digo, pero cuando estamos juntos, el mundo parece perfecto.- Le dijo el mayor, tomándolo de las manos.- Tuve el caos presente en mi vida por mucho tiempo, pero es hasta ahora que le veo un propósito. Porque, para bien o para mal, si las cosas hubieran sido diferentes, jamás te habría conocido. Cuando llegaste, creo que reconocí por el ruido que hiciste en mi vida cuando llegaste, cómo pusiste mi mundo de cabeza y me mostraste un mundo completamente diferente al mío... Durante siglos, mi único objeto de devoción fue Athena, y no tenía espacio para nada ni nadie más. Pero, de alguna forma, tú lograste hacerte espacio, pero sin hacerme elegir entre nuestra diosa o tú. Y por todo eso estoy tan feliz y tan agradecido con Athena, con el destino, con el universo entero por haberme permitido coincidir contigo. Porque después de haberte buscado entre el dolor y la eternidad, al fin te encontré. Solo... Quería decirte eso.

Seiya no pudo evitar conmoverse hasta las lágrimas por aquellas palabras, pero manteniendo una radiante sonrisa en sus labios.

- Gracias.- Dijo el Beta con una sonrisa, abrazando al más alto.- No soy tan bueno con las palabras, pero... Realmente te amo, y... Si algún día necesitas que alguien cubra tu espalda, yo seré tu escudo. O si alguna vez necesitas escapar de tus miedos, yo te prestaré mis alas para volar. Y si necesitas a alguien a tu lado, yo estaré siempre contigo.

Ambos se sonrieron mutuamente, y después de limpiar delicadamente las lágrimas de Seiya, Ionia le regaló un suave y romántico beso, digno de un final de cuento de hadas, que Seiya no dudó en corresponder.

- El día que los dioses te inventaron, probablemente ese día comenzó mi vida.- Murmuró Ionia, pegando su frente a la del contrario.- Feliz aniversario.

- Feliz aniversario.- Sonrió Seiya.

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Pues... Nada qué decir, excepto que este shipp fue un verdadero desafío para mí, y vaya que me hizo sufrir por no saber cómo empezar.

Ionia es uno de mis personajes favoritos de Saint Seiya Omega, y aunque admito que no es perfecto y siento que les faltó explotar su potencial, su concepto me gusta bastante, al igual que su diseño. Pero no lo shippeaba con nadie, y he ahí el origen de todo este enredo XD

El punto es, que se me hizo algo difícil emparejar a éstos dos sin hacer demasiado OoC, y porque no lograba decidirme si hacer un AU o seguir la cronología de Omega, y mi indecisión me hizo cambiar la síntesis más veces de las que puedo recordar. Pero entonces, la canción que puse en multimedia llegó al rescate, y no sé porqué, pero siento que les quedaría como anillo al dedo, que Ionia perfectamente podría dedicarsela a Seiya (sí sí, me falta un tornillo... O más. Ya sé).

Al final, terminé disfrutando incluso el pequeño sufrimiento, y me gustó el resultado. Así que espero que a ustedes también.

Y por cierto, felíz año nuevo. Y gracias por acompañarme en estos 31 shots 🤍

Omegacember 2022: Saint Seiya Shipps Donde viven las historias. Descúbrelo ahora