Día 27: "El nido"

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Shipp: Aldebarán x Aioria

Universo Alterno.// Modern AU.// Fluff.// Headcanon.

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Hace unos meses que habían recibido la noticia de que serían padres. Los dos estaban demasiado emocionados y alegres por ello, hace tiempo que buscaban un bebé, y finalmente lo tenían.

Cómo todo Omega, al estar en el último trimestre del embarazo, Aioria no tardó en buscar un lugar para hacer el nido, y desde que empezó a recolectar prendas a escondidas desde hace un par de semanas, encontrar hasta un calcetín se había vuelto una verdadera Odisea.

Ropa que desaparecía de su lugar, ropa que de seguro estaba en el nido debajo de la cama y que nunca más volvería a ver.

Bueno, no todo podía ser tan malo, al menos era un buen motivo para renovar el guardarropa.

- Aioria, ¿estás ahí?

Al llegar y no ver a Aioria por ningún lado, solo se le ocurrió ir a buscarlo al nido que había hecho. Según lo que les había explicado el médico, los Omegas se escondían en sus nidos cuando se sentían muy cansados, adoloridos, asustados o amenazados, por lo que también había que tener cuidado, ya que en las madres Omegas primerizas podía ocurrir que al sentir las contracciones del parto, por instinto corrieran al nido en vez de llamar a alguien para que fuera en su auxilio.

Aioria odiaba los hospitales, no le gustaba tener que estar quieto y acostado todo el día, sin poder siquiera ir al baño o ducharse sólo. Y se aferró a la idea de un parto en casa.

Lo consultaron con el médico, y dijo que al parecer todo estaba bien y no había una razón para decirle que no. El bebé tenía un tamaño y peso normal, sus latidos eran estables, no había desprendimiento ni ningún tipo de lesión en la placenta, el cordón umbilical estaba bien posicionado, y Aioria poseía el tipo de pelvis ideal para el parto. Así que solo debían tener todo preparado cuando llegara el momento: una zona y material esterilizados, agua caliente, toallas, y de ser posible, la ayuda de una partera, enfermera o un médico en caso de que algo se complicara de último momento.

Sabiendo que Aioria estaba ya a días o máximo semanas de dar a luz, no podía confiarse, y por eso lo buscó por todos lados, hasta que llegó al nido y se dió cuenta de que llegó algo tarde.

- Hola.- Dijo con una sonrisa cansada el castaño, con un pequeño bultito envuelto en una toalla, en sus brazos y pegado a su pecho.- Perdón por no llamar, pero creo que alguien se adelantó.

- Por todos los cielos...- Exclamaron algo asustado.- ¿Estás bien?

- Siento cómo si me hubiera pasado un camión de carga encima, y las caderas hechas polvo, pero estoy bien.- Respondió, intentando reír un poco, pero hasta eso era doloroso en ese momento.

Alde se encargó de llamar al médico para informar lo que había pasado, y en unos minutos, el doctor llegó y después de revisar a Aioria y a la recién nacida, determinó que todo había salido bien. Aioria supo cómo actuar, y puso todo en orden. Ahora solo quedaba cortar el cordón umbilical y la expulsión de la placenta, pero lo difícil ya había pasado.

Una vez que todo terminó, y finalmente tuvieron un momento de paz a solas, con su bebé, pudieron hablar tranquilamente. Aioria se negaba a salir de su nido, pero al final cedió por la salud de la bebé, que podría enfermarse si no se limpiaba bien todo. Aunque eso no le impidió hacer un nido nuevo encima de la cama, usando cobijas, sábanas, almohadas y hasta peluches que eran para la bebé.

- ¿Cómo la llamaremos?- Preguntó Alde, acariciando la mejilla de Aioria, mientras la bebé dormía enmedio de ambos.

- Seika me gustó bastante.- Respondió el Omega, perfumando a su Alpha y su hija.

- Entonces Seika será.- Sonrió, besando la frente del contrario.- Dijimos que si era niña, tú decidas el nombre, y yo lo decidía si era niño.

Aioria no pudo evitar sonreír al ver que Alde aún recordaba ese pequeño trato que hicieron. No quisieron saber si tendrían un niño o una niña, preferían que fuera una sorpresa. Y ahí fue cuando decidieron hacer esa pequeña apuesta.

- Suerte la próxima vez.- Bromeó Aioria.

- ¿Próxima vez?

- ¿No dijimos que dos estaría bien?- Sonrió Aioria.

Alde solo rió levemente junto a Aioria, y después de abrazarse, ambos se quedaron dormidos, abrazando a su pequeña.

Bien, una nueva etapa en sus vidas, que sin duda estaría llena de cambios, dificultades, temores, descubrimientos, caos, pero también de mucho amor.

- ¿Y en siguiente también te vas a robar toda la ropa que encuentres?- Bromeó, acariciando la espalda de Aioria.

- ¿Tienes duda sobre eso?- Rió Aioria.

- Bueno, entonces me aseguraré de tener un fondo de ahorro extra para comprar una revocación de guardarropa.

Ambos se rieron por aquel mal chiste, aunque ciertamente no estaba lejos de la realidad. Por ahora prefirieron centrarse en el ahora y no pensar tanto en el futuro. Dedicarse a su recién nacida, recordarse cuánto se querían, y estar juntos.

No sabían que les traería el destino, pero juntos estaban listos para afrontar lo que fuera. Si hay amor, no hay obstáculo que no pueda ser vencido.

Omegacember 2022: Saint Seiya Shipps Donde viven las historias. Descúbrelo ahora