𝐓𝐀𝐑𝐈𝐊 | 𝟢𝟢𝟤

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── ¡HA! ──huyó con prisa de la jarra de jugo que cayó al lado suyo

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── ¡HA! ──huyó con prisa de la jarra de jugo que cayó al lado suyo. Anubis se alejó de la mesa y ambos menores perdudaron allí sobre el suelo completamente en silencio──. Anubis, ¿qué hiciste?

── Se cayó de repente, no pude sujetarlo bien. ──excusó el menor sintiendo los nervios cada vez más pesados. El estruendo que hizo el jarrón tuvo que haber llamado la atención de alguien, ¿y si ese alguien era su padre?──. ¿Crees que si...lo desechamos se den cuenta que falte?

── Es poco probable, pero hay que hacerlo con prisa. ──ambos empezaron a juntar pieza por pieza de los restos que alguna vez fue un hermoso jarrón de cerámica. El que siempre usan los siervos para servir el jugo de granada. No fue intención de los dos hermanos el romperlo, sólo deseaban servirse por su cuenta sin depender de algún siervo, pero las torpes manos del más mayor no sirvieron esta vez──. Ten cuidado, no vaya a ser que te lastimes.

── Tranquilo. ──ambos tomaron por completo cada pieza rota eh iniciarían el plan de desaparición──. Ahora, ¿dónde escondemos esto?

── ¿Y si lo escondemos en algún lugar del jardín?, ¿qué tal si lo enterramos para que nadie lo encuentre? ──la idea era perfecta.
Se apresuraron en ir hasta el jardín del templo de Seth y cavar el suelo en un lugar poco transitado por su padre──. Rápido, rápido, rápido. ──exigía mientras el otro cabava la tierra hasta hacer un pozo poco profundo, pero perfecto para ocultar el crimen.

── Tiralos aquí. ──arrojaron las piezas al pozo y empezaron a taparlos con la tierra que Anubis sacó. Aplanaron el lugar para no dar paso a las posibles sospechas del por qué de repente hay un montículo de tierra mediano en el único jardín del templo de Seth──. Listo. ──el mayor se sintió con más calma. El menor por igual.

── Par de ratas traviesas. ──aquella voz hizo que ambos temblaran de terror.
Seth presenció todo desde un lugar cercano, pero oculto por la vegetación del lugar──. ¿Cómo no se me ocurrió antes algo así? De no haberlos visto, estoy seguro que esa jarra pasaría para la historia y nadie nunca podría hallarlo.

── Padre.

── Papá.

Anubis siempre se refirió a Seth por el honorífico de "padre" o "señor padre". Tarik era más confiado, siempre se refirió a Seth por "papi" o "papá"

Ahora que él sabía del “crimen” ¿cómo los castigaría?

── ¿Van a atreverse a mentirme ahora? ──ambos negaron con prisa──. ¿No?, pero si estaban por hacerlo. Tal vez les habría preguntando dónde quedó el hermoso jarrón de cerámica que tanto su madre atesora y estoy seguro que me habrían mentido diciéndome "no lo sabemos"

── Padre, fue mi culpa. ──habló Anubis──. Dejé caer la jarra cuando intente servirle a Tarik un vaso de jugo. Fue solo un accidente.

── Los accidentes no existen, mocoso. ──dió unos pasos hacía adelante y ellos hacía atrás──. Ya que deseas recibir toda la culpa por ti mismo, Tarik ──el nombrado tembló de terror cuando oyó su nombre salir de la boca de su padre── pierdete de aquí.

── Vamos. Haz caso. ──Anubis empujó levemente al menor para que tomará rumbo fuera de allí.

Sintiéndose tan culpable por lo que sucedería, optó por retirarse con prisa del lugar oyendo detrás suyo los gritos de dolor que su hermano mayor emitía.
Tapó sus oídos apenas llegó a su rincón de confort. Cerró los ojos eh intento no centrarse en los gritos.

── Todo estará bien, Anubis estará bien, él estará bien ──repetía constantemente para calmarse a sí misma── papá no será muy rudo con él, solo...solo lo golpeará un poco, papá no le hará mucho daño...papi no... ──empezó a llorar mientras apretaba más sus manos contra sus oídos para no oír ningún grito de dolor de su hermano mayor── ¿por qué tuve que pedírselo a Anubis? ──sollozó. Alrededor de su cuerpo las raíces de plantas empezaron a brotar en donde hermosas rosas de tono blanco empezaron a enredarse en todo su cuerpito.

Pasado unos cuantos segundos más, Tarik se puso de pie cuando divisó a su hermano mayor llegando. No parecía haber sido golpeado demasiado, tenía unos cuantos moretones en su cuerpo que se sanarian pasado los días, pero cojeaba del pie derecho, tal vez pensó demasiado rápido y el castigo sí fue duro.

── ¡Anubis! ──corrió a él. El mayor recibió a su hermanito en brazos── ¿Estas bien?, ¿papá fue rudo contigo?

── Esta vez fue más leve que las otras veces. ──aseguró──. Se enojó solo porque le mentimos, nada más.

── Perdóname. ──suplicó.
Anubis besó aquellos ojos llenos de lágrimas para calmar a su hermanito pequeño.

── ¿Por qué?, no hiciste nada malo. Todo está bien. ──cargó en sus brazos a Tarik y emprendió su camino directo al templo. Los moretones iban sanandose cuando las rosas blancas lo tocaban, su pie perdió el dolor completo y devolvió a su caminata normal── ¿Aún quieres beber jugo? podemos ir a buscarlo otra vez.

── ¡No, ya no quiero!

── De acuerdo. ──era tan tierno cuando lloraba. A Anubis le encantaba su hermoso hermanito──. Entonces vayamos a jugar al Nilo, ¿quieres?

── Solo si me dejas llevar mis juguetes. ──pidió. Él accedió al momento.

── Vamos a elegir entonces qué juguetes llevar. ¿Llevarás el barco que padre hizo para ti?, ese que tanto amas. ──él asintió en su hombro──. Buena elección, llevaré el mío también, para que juguemos los dos juntos.

── También mi arco y flechas. ──pidió una vez más.

── De acuerdo, también tu arco. ──accedió al instante.

Ambos hermanos se perdieron por los rincones del templo.

Seth se sentía culpable. Odiaba hacer eso en frente de él, pero ¿qué elección más tenía?

𝐓𝐀𝐑𝐈𝐊 ────ennead.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora