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Isis tenía la mente tan ocupada pensando con muchísima atención en todo.
Esto es malo. Si él pierde el siguiente encuentro, no tendremos más remedio que aceptar a Tarik como heredero al trono y al maldito de Seth como el gobernante. A estas alturas no es una opción perder.
La diosa de la magia tenía algunas miradas de dioses puesta encima suyo, todo esto le generaba sentimientos de incomodidad.
Lo que sucedió en la contienda anterior, los ojos de todos ahora están puestos encima de mí y de Seth. No podremos seguir jugando nuestras cartas sin ser señalados. Que mierda.
Muchos dioses parecen estar de mi lado, pero del lado de Seth no hay una diferencia grande. Todos esos dioses contrarios han de estar guardando rencor hacía mí y no parecen querer disimular el hecho de que me detestan.
Sobek. Bastet. Amón y...quizás hasta la misma Maat. No me caben dudas de que todas estas contiendas han sido deliberadamente elegidas para beneficiar a ese bastardo.
Cielos...
—Isis, no importa cuanto insistas, es inútil. —Thoth parecía estar tan agobiado del mismo suceso que se repetía ya varias veces—. No puedo profetizar para ti.
—Solo te estoy pidiendo una sugerencia, no herirá a nadie. —suplicó la diosa—. Maat debe de desear lo mismo que nosotros, es lo que quiero creer, que Horus gané.
—Desconozco los pensamientos de los demás, pero sé de antemano que Maat no se colocará del lado de nadie hasta que todo esto se decisa en la competencia final. —es como lo había sospechado desde un inicio. Maat es lo suficiente pulcra como para no estar deliberando sin siquiera pensarlo varias veces. De haber sido ella la que manipuló las contiendas, ¿quién más pudo haber sido?—. Como alguien muy cercano a Maat, no puedo participar en algo que pueda ponerla en una situación difícil. Los eh ayudado suficiente, no lleves la contra a las decisiones de la diosa de Justicia.
—Vaya. —regañó la diosa de la magia entre murmullos—. ¿Has olvidado el pasado? Por culpa de tu profetización, el nacimiento mío y de mis demás hermanos se ha retrasado. Eh oído que tú y mí madre han tenido una relación antes, ¿esto es acaso una venganza?
—¡Dices puras tonterías! —gritó con demasiados nervios el dios sabio—. ¡Es algo imposible, solo somos amigos!, ¿lo entiendes?, ¡amigos! —aclaró—. ¡Eh sufrido lo suficiente por culpa de esos rumores tontos!, ¡me eh hecho cargo de ese error!, ¿por qué lo mencionas tan de repente?
—¿Te has hecho cargo?, ya veo, ¿te estás refiriendo a la apuesta de setnet? Por causa de eso se ha desatado una terrible guerra. —mencionó.
—¡Se debe a que eh estado dispuesto a protegerlos a como dé lugar!, ¡incluso te eh leído la fortuna!
—¿Y dices que eso fue más que suficiente? —tal insinuación generó molestias en Thoth.
—¿Y qué más quieres que haga entonces? —suspiró con tanto agotamiento—. Tengo prohibido profetizar acerca del juicio de Maat. Sin duda alguna me dejará apenas y se entere, ¿estás dispuesta a hacerte cargo de mí separación? —dijo entre lamentos—. Además, de nada te servirán. Existen límites hasta para mí, de decírtelo, solo ocasionaría sucesos contraproducentes. Pero, en vez de profetizar para ti, ¿no te parece más útil convertir a Horus en un dios lo más antes posible?
