¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día había llegado y con él el fin del luto del príncipe Tarik.
Fuera del palacio habían ciudadanos, en especial habían soldados. Aunque su Alteza haya sido igual de tirano que su padre, se había ganado el respeto de todos los guerreros egipcios que con cada rezo a él la guerra era vencida y con ella las vidas de muchos se salvaban.
Las flores amarillas frente a las puertas del templo de Tarik formaron un hermoso camino. Eran pequeñas ofrendas que podían brindar a su honor. No podían darse el lujo de sacrificar animales o brindar alguna pieza de oro, o mineral siquiera. Solo los ciudadanos de la alta aristocracia podían hacerlo. De todas formas, no hubo alma en Egipto que no lamentará el fallecimiento del príncipe heredero, pero que tampoco hubieran estado feliz.
Reconocían que su reino había sido maltratado por el príncipe fallecido y su tirano padre, pero también reconocían que gracias a ellos los cimientos de este reino aún seguían en pie y no en manos enemigas extranjeras.
Horus decidió dar un vistazo desde lo alto. Habían demasiadas personas alrededor del templo de Seth.
Al llegar hasta el balcón del palacio real, su madre se encontraba allí esperándolo quizás, pero igualmente atenta a todo aquel alboroto debajo.
──Sigo sin entenderlos.── comentó Isis ──.Tarik fue igual de sanguinario que Seth y aún así, lo alaban como a un dios justo.
──Solo alaban sus obras.── contestó el rey ──.Tienes que ser honesta, madre. Egipto solo sigue en pie gracias a él y a su sanguinario padre.
──No quiero sus méritos.── contestó esta vez ella ──.Sé que Tarik hizo y destruyó mucho en estas tierras. Es por ese motivo que no me negué a su ceremonia.
──Te lo agradezco.── agradeció el de piel morena. Isis suspiró resignada.
──No vi crecer a ese chico como a su hermano.── comentó ──.Pero a fin de cuentas es mí sobrino y como familia debo rendir respetos, aún si se trata de un bastardo.
──¿Por qué dices que es un bastardo?── preguntó Horus ──¿Cómo puedes saberlo?
──Solo lo sé.── respondió con un tono fuerte ──.No preguntes más. Es algo que aborrezco el recordar.
──Muy bien.── accedió a su pedido luego de haber pensando detenidamente el porque de ese repentino cambio de actitud. Era obvio que a su madre le molestaba hablar de eso. No logra entender el motivo y tampoco desea indagar mucho en ello.
Cualquier acción podría hacerla retractar sobre la ceremonia y él deseaba demasiado que esto se lleve a cabo.
Sentía que lo debía.
Además de haber quitado la vida de alguien, el peso de su conciencia no lo deja en paz. Él sabe que esto pudo haber terminado de otra forma. Tarik no tuvo que haber muerto en esa pelea.
