Decepción III

3.1K 183 51
                                    

Tercera parte

Christopher Morgan

Las cosas han ido mejor de lo que esperaba en un principio, han pasado dos semanas desde que nos enteramos de los mellizos y ellos y la madre se encuentran perfectamente bien. Me hizo caso por primera vez en su vida y se mantiene resguardada detrás de los muros de High Garden.

En una semana más Rachel cumplirá tres meses de embarazo saliendo del primer trimestre más riesgoso según Recce. Lo cual es una mejora ya que parece que estamos caminando por un campo de minas a espera de que algo malo ocurra. 

No ha regresado a la central después de un episodio de asma que la ataco mientras se encontraba ejercitando con el pelotón, desde ese momento se le ha prohibido volver a someterse a cualquier actividad que requiera demasiado esfuerzo de su parte.  Solo viene de vez en cuando a algunas juntas donde se requiere su presencia y solo porque el ministro la trae. 

Rumores se han alzado en la central diciendo una cantidad incoherente de cosas absurdas por su notable ausencia en la central y en la campaña a pesar de ver sido seleccionado para futura viceministra. La prensa, el consejo y los otros candidatos se han tomado de eso para querer menospreciarnos. 

Cosa que no han podido hacer ya que la elite junto conmigo hemos estado demostrando de lo que estamos hechos a cada nada sumando puntos cada que capturamos a peces gordos o desmantelamos cualquier red criminal en potencia.

Entro al comedor cuando el hambre me toma después de estar varias horas sentado frente a los vejetes del consejo que no dejan de pedir cosas como si ellos tuvieran el máximo poder aquí.  El comedor está vacío salvo por Rachel que encuentra alegando no sé qué con Dalton. 

- Teniente por favor no me haga esto más difícil, el ministro dio órdenes estrictas de no dejarla consumir nada que no estuviera en su plan de alimentación. 

Rachel rueda los ojos exasperada mientras picotea un platillo que no se ve muy apetecible a simple vista. 

- Esto no me gusta- aparta el plato cuando le da un arcada- quiero pollo frito.

- Eso no es algo que se le permita comer- refuta Dalton.

Me termino de acercar a ellos sentándome frente a la mujer de ojos azules que parece frustrada por la situación. Reparo en su atuendo acomodándome sutilmente la polla cuando veo el semejante escote del vestido que trae puesto, no se molesta en portar el uniforme desde que ya no viene al entrenamiento por lo cual hoy porta un vestido suelto con botas hasta la rodilla.

El embarazo se le ha empezado a notar así que ha dejado de usar ropa ceñida al cuerpo.

- Retírate y llévate esto- tomo el plato y lo alejo de ella cuando otra arcada la hace respirar hondo.

- Coronel el ministro dijo que...

- Poco me interesa que allá dicho, a ellos no les apetece esto- suelta un suspiro cansado y se va cumpliendo la orden que le di. Al diablo con lo que diga el ministro, el padre soy yo no el- vamos te llevare a comer algo más.

Le tiendo mi mano queriendo ayudarla a incorporarse pero me rechaza parándose sola. Respiro hondo preparándome para su alegato, le gusta joderme negando cualquier solicitud que le haga.

- No tengo hambre- toma su bolsa queriendo alejarse de mí.

- Te llevare por pollo frito- se detiene, pero no sede - podrás pedir todo el que tú quieras incluso tendrás para llevar- agrego. 

Titubea

- Es eso o seguir bajo el delicioso plan alimenticio que el ministro ordeno para ti- la acorralo.

PP. Gustos CulpososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora