PP. Gustos Culposos

¿Cumpleaños Feliz?

Única parte

Gema Lancaster

Londres, Inglaterra

El vestido es simple, pero perfecto, a mi y a mamá nos hizo mucha ilusión el día en que lo vimos por primera vez, fue casi que amor a primera vista.

Opuesto a como inicio mi relación con el coronel, tardamos tanto en darnos cuenta el que tan bien podíamos funcionar juntos.

No nos culpo desde un comienzo nos vimos solo como amigos, de hecho más que eso, casi que como hermanos. Mamá nos daba la misma atención y cariño a ambos.

— Te ves divina hija — salto al escuchar la voz de mamá, y cierro el armario. No sin antes guardar con mucho cuidado el que sera mi vestido de novia.

Le doy la razón a su alago, el vestido verde olivo se me ciñe al cuerpo haciendo resaltar aún más las delicadas curvas que tengo.

— Mamá, ¿qué haces de pie? — voy a su lado, ayudándole a sentarse en la cama

Apenas han pasado pocos días después de su secuestro y tortura ni ella ni yo nos hemos recuperado de ese terrible daño psicológico que la mafia rusa nos causo.

Mamá menos ver su mano lastimada la hace recordar una y otra vez lo que vivieron ella y Sara a manos de ellos.

Eso es lo único que le puedo llegar a agradecer a Rachel James, que fuera profesional, obviando el desafortunado encuentro que tuvimos después de lo que hizo con Christopher, y rescatara a mi madre y a Sara.

— Te tenía que dar esto antes de que te fueras — me muestra una preciosa cadena con un lindo dije en ella — es un regalo de mi para tí.

— Oh mamá, muchas gracias — me voy sus brazos con cuidado de no lastimar su herida — es preciosa, no tenías porque...

— En unas horas será tu cumpleaños y quería ser la primera en darte un obsequio, no quería que Christopher me ganará en eso

Me río, mamá no sabe del regalo que mi novio me tiene preparado. No sé lo digo quiero que sea sorpresa.

— Lo usaré desde ahora, seré la envidia de la central, es maravilloso — me doy la vuelta para que me lo coloque

— ¿Vendrá Christopher por ti?

— No me ha dicho nada, supongo que nos encontraremos haya. Tengo algo planeado para el está noche, desearía que pudieras verlo

— ¿Te animaras a cantar?

Asiento con nerviosismo

— Le encantará, lo haces presioso

— Espero que si mama, el no está acostumbrado a esas muestras de afecto — eso cambiará una vez iniciemos con nuestro matrimonio.

Me encargare de darle todo el amor que nunca tuvo.

La puerta se escucha y no me molestó en ver quién es, la única con acceso a mi nuevo apartamento es mi amiga Liz.

No me equivoco, entra al cuarto deslumbrante como siempre, mi amiga tiene una seguridad que yo no poseo, usa un vestido negro sin tirantes que resalta todo los atributos que tiene.

Mi mamá no disimula su mala cara, y es que no puedo hacer que se lleven bien.

— Amiga, estás espectacular, todas las miradas se centrarán en ti apenas llegues — me dice al entrar.

— En las dos Liz, estamos deslumbrantes, pero ya hay que irnos, no quiero llegar tarde si quiero que me den un espacio para subir al escenario

— Te lo darán, eres la prometida del candidato al futuro primer ministro, tienen que hacerlo.