Yerik Ivanov, mejor conocido como el Dios de la muerte, vivió un periodo enorme de soledad al haber perdido a su especie "redi mortis" y a Angel, la Diosa de la vida, por lo que decide intentar una segunda vez, creando a los "post mortem".
Años desp...
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Tarki, Rusia; año 2008
ㅡ¡Es hoy! ¡Es hoy!
Una adolescente de piel blanca y ojos marrones pasaba el cepillo por su largo cabello castaño y ondulado, para peinarlo en dos coletas bajas, su “look” favorito desde que iba a primaria. Cansada de ser tan callada y la invisible del grupo, se propuso la meta de conseguir amistades a cómo diera lugar, su mayor sueño era pasar canciones por el icónico mp3 y hablar sobre las bandas de chicos que estaban en el momento. Se colocó la sudadera rosa pastel que recibió como regalo en su cumpleaños número doce (y que de hecho era un milagro que le siguiera quedando), lista para salir al colegio.
Caminó con un ligero pavor, a partir de ahora debería ir sola a la escuela, pues cambiaron el horario de trabajo a su madre y no le será posible acompañarla, en realidad no fue tan complicado, es cosa de ser precavido al cruzar y no conversar con extraños, algo tan básico que enseñan a los niños. En menos de veinte minutos ya estuvo en la entrada, intentando vencer su carácter introvertido y hablarle a alguien, sin obtener éxito.
ㅡCalma, Inna. Es más conveniente empezar con tu grupo.
Subió las escaleras, esas gigantes y largas que cansan a cualquiera que no haga ejercicio muy seguido. Entró al aula con un gesto de agotamiento no tan marcado y fue a un asiento al azar, de igual manera, era probable que los maestros ordenarán conforme la molesta lista. Inna reprodujo su “mp3” y se quedó dibujando, en vista de que nadie parecía tener ganas de socializar, cómo si no se conocieran.
ㅡOyeㅡ¡por fin! Quién sea que haya hablado, le ahorró una agonía a Innaㅡ¿cómo te llamas?
ㅡ¡Inna! ¿Y ustedes?
ㅡKatarinaㅡse señaló a ella mismaㅡSergei y Vanya.
ㅡ¡Mucho gusto! Me sentía asfixiada, todos se veían muy fríos
ㅡSí…
Inna se percató de miradas extrañas por parte del trío, ¿dijo algo malo? ¿Tenía una mancha en la cara y no se dió cuenta? ¿Fue demasiado brusca? Esas típicas preguntas de una chica insegura y tímida rondaron por su mente.
ㅡOigan, ¿qué dije? ¿O hay algo en mi rostro?
ㅡNoㅡrespondió Katarinaㅡsolo que, te ves rara, digo, a nuestra edad, ¿quién sigue usando ese peinado? ¿Y el rosa tan aniñado?
ㅡOh…ㅡtocó una de sus coletasㅡa mí me gusta, siempre los he usado.
ㅡ¿Eso quiere decir que sigues teniendo nueve años? Chica, esto es la secundaria, nadie te va a tomar en cuenta si continúas con esa mentalidad de primaria. Lástima, creímos que serías buena para nuestro grupo.
Sin mentir, aquella conversación dejó mal a Inna, no creyó que por un arreglo que ella consideró normal durante toda su vida fuera a provocar esos comentarios, para no sobre pensar en ello, decidió retirarse las ligas y guardarlas, más tarde, en el descanso, se deshizo del suéter, trataría de buscar otro cuando estuviera en casa. Mientras comía unas papitas, vió al mismo trío pasar.