Nagasaki, Japón; Liverpool, Inglaterra, año 2017.
De primeras impresiones el venir de una familia rica y además tener doble nacionalidad puede sonar genial, ¿no? Oh, para Yuta es todo menos genial. Desde que tiene memoria, sus abuelos y tíos se la han pasado peleando por las propiedades que se supone son para todos, pero no, sus estúpidas mentes egoístas sólo pensaron en sí mismos y en nadie más, olvidándose por completo que son una familia.
Un día que aparentó ser como cualquier otro, Yuta se despertó para ir a un vuelo en regreso a Japón después de varios años viviendo en Inglaterra, sus padres le dijeron que tomaron esa decisión para no pelear por las propiedades británicas, algo que le pareció bastante justo, así se van a ahorrar un montón de problemas.
Claro, por suerte, los padres de Yuta nunca se prestaron para discutir con su propia familia por cosas materiales que podrán valer miles de euros, pero no llenan el espacio que sus hijos sí hicieron, prefieren vivir de forma sencilla pero felices a ser esclavos del dinero, que al fin y al cabo es simple papel y tinta impresos, no valen más que el cariño de una persona.
Pero su decisión no fue tomada sin motivos, Midori, la madre de Yuta, en el pasado también cometió ese semejante error de exigir algo que pudo conseguir con su propio esfuerzo y sin mirar a los lados, casi termina en la nada por eso, sin embargo su ahora esposo; Hanzo, la hizo recapacitar y ahora vive de forma tranquila, con el único objetivo de educar a sus hijos para que no cometan los mismos errores que ella, y así ahorrarles un sufrimiento innecesario.
ㅡ¡Yuta! Ya nos debemos irㅡhabló Aiko, o Lana, una de los tres hermanos de Yuta.
ㅡAh, me asustasteㅡse sobresaltó un pocoㅡdile a mamá que en seguida bajo, me falta guardar unas cosasㅡla menor asintió y salió de la habitación.
Cuando al fin pudo tener las maletas listas, se puso su abrigo enorme de peluche y peinó su extraño cabello rojo, todo por una condición europea heredada de su bisabuelo, pero, a Yuta siempre le gustó tener el cabello rojo, no se lo imaginó de otro color, eso lo hizo sentirse único.
Salió de su habitación, cerrando la puerta con llave para asegurarse que nadie fuera a entrar y desordenar todo, bajó las escaleras casi infinitas de la casa y fue al auto junto a su hermana más pequeña; Sayori, o Liz. No le molestaron en absoluto todas las horas esperando en el aeropuerto, después de todo, ya está bastante acostumbrado a viajar, su vida es como la de un nómada; de un lugar a otro. Fueron muchas horas de vuelo desde Liverpool hasta Nagasaki, teniendo unas dos paradas, Yuta sólo deseó en su interior que no llegase enterándose de otra ridícula discusión entre sus parientes como suele suceder o es capaz de golpear su cabeza contra el muro.
Entró a su vieja casa en Japón, y después de estar años sin verla, se sintió feliz, pues en ese lugar nació, y es la única de las muchas propiedades que están a nombre del apellido Nagisa que le hace sentir tranquilo, siendo irónicamente la menos lujosa de todas, pero, para él es mejor vivir en una casa sencilla y sentirse bien que estar en una mansión tan vacía como sus tíos.
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Ghostverse (I): Todos Tenemos Una Historia
Science FictionYerik Ivanov, mejor conocido como el Dios de la muerte, vivió un periodo enorme de soledad al haber perdido a su especie "redi mortis" y a Angel, la Diosa de la vida, por lo que decide intentar una segunda vez, creando a los "post mortem". Años desp...