Días de Octubre.

20/10/22

¡Este día no fue lindo! ¡Hoy discutí con mis hermanos por el destino de mis ahorros!. Todo comenzó cuando me levanté temprano y fuí caminando a realizar los trámites propuesto ayer; pero la encargada en esa área, justo la que necesitaba, no vino. Según sus compañeros, ella viene todos los días pero da la casualidad de que hoy tuvo otra reunión. Así que tendré que ir mañana a hacerlo. 乁⁠(⁠ ⁠•⁠_⁠•⁠ ⁠)⁠ㄏ
Cuando llegué, le saludé a una compañera de secundaria por su cumpleaños (aunque nunca ve mis mensajes). ¿Saben? Ella fue mi amor de secundaria, por lo menos los últimos dos años. Siempre la molestaba (en el buen sentido) para que hablara conmigo. Recuerdo bien que había planeado decirle que me gustaba en el día de la graduación. Ese día la ví, tan hermosa como siempre, con su vestido blanco y su lindo peinado. Pero nunca se lo dije, lo que sí que la abracé con todas mis fuerzas y me saqué una foto con ella. Luego estuvimos escribiéndonos por un año hasta que ya no respondió más ¡Fue triste el no poder hablar nuevamente con ella! Pero sigo manteniendo nuestra tradición de que, cada 20 de octubre, mandarle un feliz cumpleaños, incluso si nunca me responde.  Así que, dónde quiera que estés Rosa, te deseo un 3… 2… 1… ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!
Cambiando de página pero no de día, llegamos a mi discusión con Edgar y Santiago. El asunto fue así… resulta de que ellos tienen pensado comprar varios productos alimenticios para el futuro. Entonces Santiago me pregunta si iba a aportar algo de plata; yo le dije, de mala gana, que no. Le tuve que decir que esa plata ya estaba guardada para la compra de ropa y unos crocs para el verano, también para unas zapatillas de reserva. Pero mi orgullo no le dijo y, cuando Edgar me recriminó por mi decisión, le grité y ellos también a mí. Fuí a mi cama enojado conmigo mismo, hasta que vino mi mamá a decirme que no tengo la culpa, de que la plata es mía y que puedo hacer lo que quiera, y que ya había planeado comprar ropa pero ellos también. Pero ella se fue y bueno, en ese… en ese momento… necesitaba un abrazo. Siento que estoy sufriendo sólo y que no puedo dejar entrar a los demás. (⁠༎ຶ⁠ ⁠෴⁠ ⁠༎ຶ⁠)
Decidí ir con Juan a comprar esas cosas, lo hicimos (no todo porque no tenía mucha plata) y, cuando estábamos volviendo, nos agarró la lluvia. Es curioso porque siempre hablamos de qué recuerdos no hace recordar la lluvia y la tarde. También pensamos en dónde estaríamos y qué haríamos en esas condiciones.
A la tarde, me dispuse a buscar las canciones para el ensayo de hoy y mañana. Y dormir un poco. En el ensayo, mi papá discutió con unos sujetos que se burlaban de él, porque jugaba con la mascota de Carolina. Más allá de ese inconveniente, el ensayo salió bien. Hay que esperar hasta mañana si hay fallas.
Ya para la cena, me fuí a mi cuarto mientras mis hermanos estaban viendo una película en la sala. Tanto en la cena como en ver las series, no hablé. Es que, cuando estoy enojado, acostumbro a no hablar con nadie ya que soy un mal perdedor y no me gusta lastimar a los demás. Pero ese deseo es muy fuerte y la mejor forma de contenerme es hacer silencio.
Bueno, me despido. ¡Hasta mañana!