El Cielo

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Las nubes en el cielo de aquel día indicaba la caída de las fuertes gotas de agua que se avecina.

Intentaba acelerar mi paso lo más que pude, pero las personas del camino no ayudaban y solo terminaba tropezando con alguien a mi frente.

Las ciudades y la gente son una de las cosas que causan que mi nivel de estrés y ansiedad crezcan cada días más. Intentaba ser paciente con la señora que iba delante mi, al parecer su vida estaba resuelta, pues ella no tenía que intentar correr hasta el trabajo y evitar llegar tarde por 3ra vez en el mes.

Cuando al fin pude esquivarla sin rozarla a ella o a su bolsa de compras termine de acelerar el paso. Pareciera que estoy a punto de empezar una carrera con otro chico que caminaba igual o más rápido que yo.

Al parecer no soy la única que va tarde después de todo.

A tan solo dos esquinas de llegar a aquella biblioteca vieja y llena de libros por su interior, unas gotas cayeron en mi rostro, luego en mis hombros, para terminar en todo mi cuerpo.

- No... no ahora- fue lo único que pude decir al sentir la lluvia que comenzaba a hacerse más fuerte con cada paso que daba. Debi hacerle caso a mi madre cuando me dijo que llevara un paraguas conmigo.

Al poco rato pude subir las escaleras corriendo sin caerme, claro. Mi intento fue en vano. Al subir el último escalón y por no mirar a mi frente termine chocando con alguien y tirando todo.

- Mierda..- Escuche desde el otro lado del piso.

- Lo siento tanto, no me fije por donde iba, estoy algo apurada- dije mientras me paraba sin perder tiempo y recogía todo lo que le había tumbado a aquella persona.

Al terminar de recoger se lo extendí en las manos, manos las cuales pertenecían a aquel cuerpo que aún estaba en el suelo.

La persona que al parecer es un chico al cual no se le ve el rostro debido a su capucha negra y una mascarilla que tapaba la mitad de su rostro, solo gruñó por lo bajo para luego levantarse y seguir caminando.

En otra ocasión me hubiese disculpado de una mejor manera pero ya voy 10 minutos tardes y se que no me darán las bienvenidas.

Al entrar noto qué hay un poco menos gente que ayer miércoles. Los jueves y martes no son días que sean de tener personas en la biblioteca.

- Elena... llegas 11 minutos con 13 segundos tardes para ser exacto- escuche aquella voz detrás de mi. 

Cerré los ojos y me di la vuelta.

- Señora Han. Lo siento tanto, no volverá a pasar..- fue lo único que pude decir. Ella odiaba las excusas. 

-Eso dijiste la vez pasada..- me miro por un buen rato lo cual me hizo sentir incómoda- Tengo que ir a la guardería a buscar a mi nieto, por favor te dejo a cargo. No dejes que los niños de la escuela destruyan los libros.

No dijo nada más y simplemente tomo su bolso y salió por la enorme puerta del frente.

Suspire pesadamente.

-Genial..- Dije de forma sarcástica mientras entraba al lado del escritorio y me sentaba en el. Hoy será un largo día.

Decidí comenzar a organizar algunas cosas en la biblioteca. Las personas al leer los libros nunca los vuelven a poner donde van y tengo que organizarlos por área nuevamente. Generalmente tengo un compañero que me ayuda pero él solo viene los viernes y sábado. Yo Miércoles, jueves, viernes y sábados. Lo se... un martirio.

Algunos libros iban muy para arriba así que decidí dejárselos a Namjoon. Es el nombre de mi compañero de trabajo. El es mucho más alto y podrá colocar los demás sin problema.

Al terminar con lo que pude me volví a sentar en aquella silla, que para lo cansada que estaba, se sentía como las nubes.

- Ahora que hare?...- Me pregunte mientras miraba al techo. La biblioteca era enorme, parecía un palacio sin mentirles. Un palacio de libros. A veces me ponía a leer uno que otro libro, pero solo cuando mi mente me lo pide.

A los minutos sono un tono de timbre como alarma cuando abren la puerta del lugar.

Al enderezarme en la silla y fijar mi mirada en quien había llegado me fijé en que tenía una chaqueta negra, pantalones del mismo color y una camisa blanca.

Venía directo hacia a mi. Vaya que tenia un aire de algún Dios griego. Al llegar hacia a mi lo primero que hace es dejar con sus manos un teléfono. Uno el cual luce exactamente igual que el mío.

Esperen... es mi teléfono.

-Q..que? Que hace con m- No pude terminar la oración al ser interrumpida.

- Te confundiste cuando me diste las cosas y al aparecer tomaste el mío. Ahora devuélveme el mío.

Vaya carácter que se trae.

-Eso no es posible, yo juro que tome mi teléfono cuando te pasaba las cosas- Agarre mi bolso y comencé a buscar el teléfono que había entrado esta mañana en mi cartera. Al encontrarlo me di cuenta porque me confundí. El cover de protección era exactamente igual.- Vaya..aquí esta al parecer.

Se lo pase y él inmediatamente me pasó el mío.

-Para la próxima se más cuidadosa con tu alrededor.

Fue lo único que dijo antes de volver a retirarse de la misma forma que cuando le tumbe todo esta mañana

- Gracias!- le dije cuando esté abrió la puerta y luego salió por esta misma sin dejar siquiera un rastro.

- Al menos se dice de nada...ash..- Volví a mis asuntos para poder esperar a que este día pasara lo más rápido posible.

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A la vista tuya - Jungkook (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora