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── ¡Papá! ──tomó el brazo de su padre con prisa. Anubis observó con preocupación a su hermano menor, hacer algo como eso es una locura, su padre estaba furioso ¿y se atrevió a sujetarlo del brazo?── ¡Detente ya, recibió el castigo, ya déjalo! ──suplicó.
── ¡Tarik! ──Nefhtis gritó con intenciones de que su "hijo" se alejará de su temperamental padre── ¡Hijo, no te interpongas, aléjate de tu padre!
── Por favor ──derramó más lágrimas, era la primera vez que su padre lo miraba así, tan lleno de furia y en un silencio tan aterrador──, detente, te lo suplico. Papá... ──sollozó una vez más cayendo de rodillas delante de él sin haber dejado de sujetar su brazo. Seth detuvo el castigo, solo porque ya vio que era suficiente. Apartó el brazo con cuidado de no herir a su semilla y se marchó, sin decir una sola palabra── ¡Anubis! ──fue con prisa hasta su hermano. Tocó su cuerpo y las hermosas flores empezaron a aflorar alrededor de él. La luz tenue envolvió las heridas de su hermano mayor eh hicieron que desaparecieran por completo── ¿Puedes ponerte de pie?, ¿quieres que te ayude?
── Puedo solo. ──con poca dificultad volvió a ponerse de pie. Un poco mareado estaba por la paliza antes dada por su padre, pero con las sanadoras manos de su hermano menor volvió a estar como nuevo── ¿Te volviste loco? ──era momento del sermón. Tarik siempre odio cuando Anubis la sermoneaba, le dolía hacer enfadar a su hermano── ¡Pudo haberte herido también a ti!
── ¡Papá no haría algo como eso! ──defendió el menor──. Él...nunca me ha puesta una mano encima, jamás me pegó o me castigo...
── ¡No siempre vas a correr con esa suerte! ──gritó el mayor──. Ya deja de interponerte en esto, no quiero que salgas herido Tarik.
── Tarik. ──el menor fue con prisa hasta su madre. Nefhtis besó reiteradas veces la frente de su hermoso niño a través de los barrotes──. Tarik, fue peligroso, muy peligroso. No podría soportar que salgas herido, querido.
── Mamá. ──a Neftis siempre la llamó del modo cariñoso de "mami" o "mamá"
── Enloquecieron. ──ambos lo vieron al mismo tiempo. Anubis estaba lleno de furia──. Siguen defendiendolo a pesar de todo. ¿Por qué?, después de tanto...sufrimiento que pasamos por él.
── Tu padre aún nos ama ──determinó la diosa del hogar── y lo refleja en Tarik.
── No ha castigado a Tarik porque él entiende que es incluso ahora más débil que cualquier otro dios de la naturaleza ──argumentó mediante se aproximaba a ambos── de no ser así, estoy seguro que él lo lastimaría, igual que a mí, madre.
── No lo oigas. ──susurró cerca de él. Nefhtis unió su frente con la suya──. Seth solo puede amarte a ti incondicionalmente, Tarik.
Una vez más trató. Una vez más se inclinó delante de él y lloró.
── Por favor ──suplicó── por favor, querido padre, ──alzó la mirada y sus brillantes ojos del tono esmeralda lo observaron── libera a mi madre de su prisión y acaba con este sufrimiento.
── ¿Liberarla? ──se burló soltando unas fuertes risas──. Mocoso tonto, ¿crees que tu madre está allí a la fuerza? pideselo a ella y que salga por sí sola.
── Madre y hermano mayor están aterrados. ──confesó──. Aterrados de ti, de tus humores, de tus reacciones...yo también estoy aterrado y odio sentir terror hacía ti.
── ¿Por qué estarías aterrado? ──preguntó para sorpresa del hijo──. No eh hecho nada en contra de ti. Tu cuerpo está libre de heridas hechas por mí, y tu templo sigue igual de intacto y hermoso que la primera vez que se alzó. ¿A qué le temes?
── Le temo... ──¿a qué le temía en realidad?── le temo a mi padre y las posibilidades de daños que él puede llegar a hacerme.
── Niño tonto. ──Seth se levantó del trono de Egipto y se paró delante de él──. Verdaderamente eres un estúpido. Me recuerdas tanto a él...igual de hueco como una nuez. No te eh lastimado hasta ahora, entonces deberías de sentirte agradecido por ser mi hijo de carne y huesos.
── No lo entiendo.
── JA ──rio con fuerzas repetidas veces──. Olvídalo. Solo sé agradecido y mantente callado, tal y como lo has venido haciendo durante estos años.
── Pero-... ──Seth miró severamente a su hijo menor. Tarik volvió a callarse al instante cuando tuvo aquellos brillantes ojos rubíes clavados en él con tanto enfado── sí, padre. ──aceptó lo que él le dijo solo para poder librarse de aquella presión que Seth ponía sobre él.
Al pasar al lado suyo, Tarik entendió. Su padre era un dios cruel. Alguien a quien le importaba tan poco lo demás y quien solo podía ver más allá de su beneficio propio. Aún así, creó una venda alrededor de sus ojos y prefirió seguir viendo en él a un ser totalmente diferente. ¿Qué mal había en ello? después de todo, no es más un hijo que ama incondicionalmente a su padre. Un hijo capaz de cometer cualquier locura por su padre.
