La sangre del dragón nos une

Capítulo 14. Dragón vs Lobo.

El escenario para el duelo entre ambos lords había sido tan improvisado que solamente los escuderos de Cregan les habían otorgado las armaduras vistiendo a cada uno de ellos y dándoles un escudo adicional, la gente de Invernalia se había acercado para apoyar a su líder que entre gritos le pedían acabar con la vida del usurpador como le llamaban a Aegon.

Jacaerys en cambio se había acercado al rubio donde lo estaban alistando, algo que encendió la cólera más en Cregan al ver esa escena.

— Aegon, no hagas esto.. no por mí —. El castaño miró a los ojos a su tío, quien increíblemente le devolvió una sonrisa, acarició su mejilla y le robó un beso sin importarle que los demás lo vieran.

— Haría esto y más por ti. Eres quizás todo lo que tengo importante además de nuestros hijos y Aemond, lucharé por ti, por recuperar tu amor, Jace—. Aegon le sonrió dispuesto a todo y el castaño tenía sentimientos encontrados, por un lado estaba contento de ver que Aegon le demostraba tanto amor y pasión por él, por el otro lado se sentía culpable de haber desconfiado de este aunque le diera motivos.

— Solo ten cuidado, por favor. No mueras —. Pidió Jacaerys antes de alejarse del rubio y volver a donde estaba su madre que miraba con atención a Cregan que parecía más enojado que hace un momento.

Sara Snow también había llegado a presenciar el combate y colocandose cerca de donde estaba Jace, se quedó en silencio observando a su hermano y el cúmulo de gritos que los norteños le animaban, a Aegon no le importó esto, solamente necesitaba el apoyo de Jacaerys para ganar esta batalla y con una mirada entre ambos tuvo la suficiente energía para iniciar la pelea.

Aegon fue el primero que dio el golpe con la espada pero Cregan inmediatamente lo bloqueó con su escudo haciendo fuerza para empujar al rubio que se fue hacia atrás tambaleándose pero al final no cayó, se puso en guardia ya que el golpe siguiente no tardó en llegar y usando también su escudo fue que previno aquel espadazo que Cregan había dado.

Lo siguiente que vino fue una serie de golpes con la espada que ambos se encargaban de bloquear, Aegon parecía saber defenderse y al menos lograr esquivar lo que Cregan le daba, aunque muchas veces estuvo a nada de caerse o de que la hoja le fuera a cortar la piel, a simple vista la batalla la tenía Cregan ya que sus movimientos eran más veloces que los del rubio, Aegon se lamentaba para sí mismo él no haber entrenado tanto como lo hizo Aemond con Criston Cole.

Aún así Aegon era más táctico y lograba tener oportunidades en las que pudo realmente hacer daño a Cregan, aunque le llevaba un tanto de ventaja al lograr esquivar los ataques.

— ¡¿Quién lo diría?! ¡Pensé que serías un inútil para el combate!—. Cregan se encargó de comenzar a insultar al rubio, que para ese momento no se planeaba dejar intimidar.

— ¡Te sorprendería de lo que soy capaz! —. Aegon gritó y no tardó en atacar con su espada haciendo un choque que Cregan detuvo con su misma espada, siendo que las dos espadas chocaron mientras ambos se miraban con el odio que se tenían mutuamente.

— Me va a encantar ver cómo Jacaerys observa tu muerte, de esa manera haré que solo piense en mí —. Cregan no tardó en hacer enojar al príncipe, siendo que Aegon estaba cada vez más furioso y al borde de perder su propio control.

— ¡Cállate! ¡Jamás dejaré que se quede con un imbecil que ni siquiera lo quiere!—. Aegon en un impulso lo empujó haciendo que Cregan cayera al suelo, este se giró para evitar el golpe de la espada del rubio y tras tomar algo de arena del suelo la aventó hacia  el príncipe para cegarlo en un acto sucio.

Aegon cerró los ojos retrocediendo y Cregan aprovechó para atacarlo con la espada haciendo que esta le cortara en una de las piernas provocando que el príncipe se quejara del dolor y acabará sobre el piso,  para ese momento Cregan ya había levantando la espada para darle un golpe certero pero el rubio alcanzó a poner el escudo para defenderse, aún así la espada le había logrado cortar en el hombro.