Axel Klein:
Las primeras semanas desde el regreso de Sofía fueron una tortura, cada vez que intentaba acercarme ella me apartaba. Comenzó a ingerir alcohol, cosa que me preocupó bastante. Intenté razonar con ella y eso solo empeoró las cosas.
Discutíamos todo el tiempo, pero no solo conmigo, básicamente vivía agarrada con todo el mundo. Elena era la única que se libraba de sus mandadas a la mierda.
Eventualmente comenzó a salir de fiesta, se la pasaba de discoteca en discoteca cada vez que podía. Por lo menos rendía bien en las prácticas, o eso decía Williams. Solo la venía sonreír con sinceridad cuando hablaba por teléfono con Mathew, así que hablé con Robert y Daniel para que el pequeño la llamara más seguido.
Esta noche, como la gran mayoría, se había ido de fiesta. Ya eran pasadas las dos de la madrugada así que comencé a impacientarme. Le marqué varias veces al móvil pero no contestó. Entonces probé con una video llamada, luego de varios segundos contesta...
—¿Qué quieres? —preguntó mordaz.
—¿Estás borracha? —es lo primero que pregunto, rueda los ojos y lleva la botella a sus labios, frunzo el ceño cuando reconozco el lugar. Es una discoteca a la que fuí con Daniel un par de veces.
— Eso no es tu problema Axel, aunque es obvio, ¿por que crees que tengo la botella en mi mano? —por payasa un poco de Vodka se le derrama encima del vestido— ¡Mierda, lo que me faltaba! —masculla entre dientes.
— Esa boquita peque, eres una mal hablada —mi voz sale ronca.
— Ésta boquita —señala sus labios y luego los toca con las yemas de sus dedos— Pienso usarla para muchas cosas sucias esta noche. —gruño comenzando a cabrearme y siento mi rostro arder, de seguro está rojo, ella por su parte sonríe con descaro.
— No te atrevas a colgar, iré por ti. —se ríe en mi cara y aprieto la mandíbula y el móvil.
Me dedicó una sonrisa de medio lado para luego lanzarme un beso coqueto y colgar.
Fuí a mi habitación a cambiarme de ropa y cuando estuve listo salí del apartamento echo una furia. Estaba cansado de sus jueguitos infantiles.
Me subí al auto y conduje hasta la discoteca donde se encontraba, rezando para todavía estuviera ahí. Cuando llegué aparqué como pude y me adentré al local. Luego de buscar como un loco por todos lados la vi sentada en la barra.
— Sofía, nos vamos. —dije apenas llegué a su lado.
— ¿Cómo has dicho? —cuestionó mirándome de pies a cabeza— ¿Qué haces aquí Axel Klein?
— ¡Qué te vas conmigo ahora! —repetí
— Mira Axel, aquí estoy muy entretenida y no me voy a ir simplemente porque tu así lo quieras.
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Everything We Choice [#1]
Teen FictionSofía Adams es una chica atípica, llena de errores y malas desiciones al rededor de su corta vida. Decide estudiar en una escuela de arte solo por seguir los pasos del chico al que creía amar. Aunque a pesar de ser una joven muy talentosa, ser arti...