Sendero Primigenio #1

†Capitulo 59† La voraz nada

En los antiguos dominios de Ushongk...

Sus hijos adornaban el suelo como simples pilas de cadáveres mal destripadas...

Uno a uno y de grupo en grupo,
sus iracundos esfuerzos solo sirvieron para alimentar a un ser que habia escogido su linaje cómo principal fuente de alimentos..

Y es que cada una de las criaturas que portaban la marca de la descendencia de aquel cerdo monstruso representante de la perversión y la lujuria, no hacia más qu volver más fuerte al Titan de la nada.

Que mutaba y se transformaba con cada bocado...

Con cada presa extraordinaria que lograra cazar..

Inclusive el mismo Ushongk había perdido el control sobre sus hijos...

Quien quiera que los estaba matando,
era capaz de rastrearlos como si tuviera alguna especie de conexión con su sangre...

.....

Levanathel cayo estrepitosamente contra el suelo...

Su tamaño era tal que cubría aquellas tierras que alguna vez le pertenecieron al pantano de sangre de incontables víctimas.

Sus entrañas desparramadas quedaron sujetas por las emarañadas ramas de los árboles secos y su cráneo destrozado quedo clavado entre los múltiples cadáveres putrefactos de aquellos Glirrich que sirvieron para que Evansz y sus hermanos consiguieran vestimenta.

...Un débil crujido provino de la frente de Levanathel..aquel que al ser el mas fuerte de los hijos de Ushongk, se había puesto nombre haci si mismo...

Pero solo fue un caramelo más para el insaciable Norman...

Cuyo ser espeluznante llegaba hasta los doscientos metros...

Su consciencia había absorbido los conocimientos y recuerdos de todos los seres y cadáveres alrededor...

Su propio razonamiento le indicaba que no era necesario permanecer ahí.

Ya era tan fuerte como para hacer temblar la tierra con cada pisada.

~Pero..¿Cual es mi propósito?.. absorber a cada criatura es algo tentador y entretenido~.
Nego con su cabeza llena de ojos y cuernos...
~No...sería aberrante y asqueroso tener que procesar tantas experiencias...tantos recuerdos~.

Avanzó hasta posar cerca de los inicios del profundo bosque de la muerte salvaje.

Árboles tan grandes como el, le impedían la vista de todo lo que se ocultaba en la espesura de la naturaleza.

-¿A cuantos mas monstruo?-.
Le dijo un moribundo ser que llacia recostado en el cráneo de su gigantesco hermano.

-..¿Eres levanathel?..-.
Norman se giro bruscamente para acercar su blanquecino rostro liso a aquella criatura patética que percibía.

Una naga licántropo..la criatura sostenía su pecho, donde la rama de un gran árbol la había perforado causandole tanto daño.