†Capitulo 101† No hay quebrantó para mí fe

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Saharam despertó con mucho ánimo,
ladeando su cuello de un lado a otro,
mientras recorría aquel pasillo tan bien iluminado hasta que llego hasta una gigantesca puerta.

~...El primer rival será el que marque nuestro avance por toda esta torre...
haci que si no consigo derrotarlo,
deberé dar por perdida mi libertad~.
El Titan sagrado apretó ambos puños antes de suspirar tratando de relajarse y se dirigió hasta las inscripciones de honor en la pared.
-No...ni siquiera debo de agobiarme con ningún pensamiento de derrota,
..se lo debo a mis hermanos-.

Y se apresuró a leer con mucha atención,.. pues cualquier pista sobre su rival, lo ayudaría a estar mucho mas preparado.

"Teman todos al mal que reside en el interior,...oculto a la vista y hambriento por esparcir la muerte...

Aquí yace lombriz...

¡Ghule el insaciable!".

Saharam sonrió un poco al leer el apodó de quien se suponía estaba sellado en el interior de ese piso.

Pero sabía que subestimar a un campeón de la torre oscura, sería un error que no solo tendría que pagar con su vida.

-Ghule el insaciable...un esparcidor de muerte que además puede ocultarse,
nada nuevo para mí-.
El joven se preparó para entrar, comprobando que tenía su espada corta enfundada dentro de un cinturón de cuero marrón.

En el cual pudo ver una nota que leyó de inmediato.

"Cada rival tiene lo suyo...inclusive su forma de pelear, la raza a la que pertenece o el motivo obvio por el cual mi diosa creyó necesario confinar a estos monstruos, dentro de la torre...por ello me tome la libertad de pulir sus armas, de nada.

-Cuachj el maestro rapaz".

Saharam palpo el mango de su arma,
y empujo la enorme puerta hacia su primer rival.

..........

Para su sorpresa,..el interior era mucho más extenso de lo que parecía por fuera.

Pues un gran campo, bosque y riachuelo, se extendían por lo largo y ancho siempre llevándolo al mismo lugar.

Todo parecía tranquilo, e incluso el Titan sagrado diría que fácilmente podría llegar a dormir un rato para disfrutar el calido sol artificial que se encontraba en lo alto.

~Ghule, ghule,ghule...¿Acaso me estarás espiando?,..no se nos dijo nada sobre cuánto tiempo a estado sellado cada rival que enfrentaremos~.
Desenfundo lentamente su espada,
mientras su mirada se clavaba en una pequeña ardilla que había aparecido de la nada.
~Haci que debes de conocer cada rincón del bosque..cada gota en el río y cada centímetro de hierba en el campo~.

Saharam cargó su arma con energía sagrada, y dirigió la punta rumbo al pequeño animal que deambulaba sin reparar en el.

El Titan no quería lastimarlo,..pero en este mundo cualquier cosa podría ser un enemigo a muerte.

Sin embargo,..al último segundo en el que estuvo a punto de soltar un tajo de luz.

Sendero Primigenio #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora