Si encajas en mi lista - Yoonseok

1. Que sea un omega

- Buenos días - saludo Hoseok al llegar frente a la persona que estaba en recepción -. Estoy buscando la sala de juntas, me citaron ahí para mi primer día de trabajo - menciono sonriendo.

- ¿Jung Hoseok? - preguntó tomando un papel.

— Si, soy yo — respondió.

— Bien, solo firme aquí, le haré entrega de su gafete, con el que podrá entrar y salir — coloco la hoja, una pluma y el gafete.

— Gracias — lo tomo y se lo acomodo en su ropa.

— Tome el elevador, en el piso seis — murmuró acomodando sus papeles.

— ¿En que puerta? — preguntó confundido.

— Todo el piso es la sala de juntas, no necesita abrir alguna puerta — le explico sonriendo.

Hoseok asintió y camino a donde le habían indicado, presionó el botón, subiendo perdido en el gafete que le habían entregado, sin darse cuenta de la persona que iba entrando al edificio.

— Señor Min buenos días — habló el guardia sonriendo.

— Buenos días. ¿Están todos en la sala de juntas? — preguntó caminando al elevador privado.

— Si, acaba de llegar el último — menciono sonriendo.

— Gracias, te queda bien el corte de cabello — terminó de decir antes de que las puertas se cerrarán.

Kook se mantenía a su lado.

— ¿Y que voy a hacer? ¿Firmar papeles importantes y responder llamadas? — preguntó curioso.

— Comenzarás desde abajo — explicó Yoongi.

— ¿Voy a lavar los baños? — preguntó confundido.

— Debí de hacerle caso a Suran y darte en adopción, ni pareces mi hijo — bromeó el alfa mayor.

— No tendrías quien te ayude a conquistar a Hoseok — exclamó mientras se cruzaba de brazos.

— Me rechazo por ti — Yoongi evitó reír al ver la expresión de su hijo.

— Esta bien, tu ganas — Kook se recargo un poco.

— Serás el mensajero, depende de tus aptitudes veré si te promuevo o te mando a lavar los baños — ambos salieron, debían pasar primero a la oficina de Yoongi para después presentarse a la junta.

Hoseok estaba nervioso, vio a varias personas, entre ellas Jimin, fue el quien le recomendó la vacante y le contó que el dueño era un dictador y gruñón.

— Que bueno que llegas, don furia aún no llega — sonrió llevándolo por la sala de juntas a uno de los asientos.

— ¿Don furia? — preguntó confundido.

— ¿No has visto intensamente? — preguntó con una sonrisa.

Hoseok negó y se acomodo en el lugar.

— Ese maldito, le he dicho que llegue temprano, ser el dueño mayoritario no le da derecho — habló un hombre, de piel morena.

— El es Kim, Kim Namjoon, co dueño de la empresa, es un alfa muy apuesto ¿no crees? — habló en un tono dulce.

— ¿Te gusta? — cuestionó Hoseok.

— Quizá — respondió sonriendo.

Todos guardaron silencio cuando escucharon las puertas del elevador abrirse nuevamente, para segundos después ver entrar a Yoongi y Kook.

Jimin veía con atención el rostro confundido de Hoseok.

— Olvide decir que el dueño gruñón es Yoongi, tu amor de universidad — sonrió y se acomodo en el asiento.

— Perdonen la tardanza, mi hijo se detuvo a hablar con un viejo conocido — murmuró tomando asiento en la cabecera de la mesa.

La junta transcurrió con normalidad, se anunció el ingreso de Hoseok y Kook en sus respectivos puestos, todos se fueron a sus debidas labores.

— Hoseok espera un momento — habló provocando que el menor se detuviera.

El mencionado se detuvo, sintiéndose nervioso.

— ¿Si? — preguntó tratando de evitar los nervios.

— Te mostraré la empresa, eres nuevo aquí, no quiero que otros te den una imagen inadecuada de mi — sonrió y avanzó al elevador privado.

— Lo siento por lo de gruñón — se disculpo.

— Esta bien, viniendo de un bonito omega como tu, después de todo, ya cumpliste el primer punto de mi lista — le guiño el ojo y le acercó la mano para que la tomara poder entrar.

Hoseok la tomó y entró, sintiendo todas esas sensaciones es su estómago que había estado extrañando tanto.