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Gonzalo apuntaba hacia un par de chicos que se hacían latir el corazón, pero no sé atrevían a estar juntos por su familia homofóbica y religiosa

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Gonzalo apuntaba hacia un par de chicos que se hacían latir el corazón, pero no sé atrevían a estar juntos por su familia homofóbica y religiosa. Estaba listo para disparar...

––Cupido.

Se asustó haciendo que la flecha vaya hacia el arromantico. Vio su vida como cupido pasar frente a sus ojos y se sintió mal, pero al ver cómo el arromantico comenzó a besar a ese chico sonrió, igual unión una pareja. Ignora al chico que le hablo y volvió a apuntar a la pareja de antes, está vez disparándole.

Andrés frunció el ceño al ser ignorado. Cupido posó su mirada en él y sonrió.

––Hellooo, ¿Por qué me ignoraste?

––Estaba flechando a unas personas.

––Construirte a dos parejas en un día, genial.–– Andrés sonrió con burla hacía al chico que estaba en su balcón mirando el parque.

––99–– Dijo sorprendiendo al menor–– Iban a ser 98 y gracias a ti fueron 99, si quieres formó la 100 contigo y conmigo.

––No gracias, mejor flechame con el de basket.

Gonzalo suspiró viendo como el chico se recostaba en la cama y miraba al techo sin expresión alguna. Se veía tranquilo pero preocupado por algo.

––¿No te puedes enamorar?

La pregunta surgió de repente haciendo que la sonrisa de cupido desaparezca. Nunca le gusta hablar sobre eso, le hace sentir mal no haber vivido su romance como cualquier adolescente normal.

–– ¿Te cuento por qué morí?–– Andrés observo al mayor con intriga–– Era un 2 de octubre de 1742, primavera–– Andrés escuchaba el relato del mayor tranquilamente y con toda su atención a él para no perderse–– Iba hacia mi colegio, en ese tiempo estaba enamorado de una chica, era súper hermosa, amable y simpática, todos la amaban, hasta yo. Se llamaba Emma, era mi chica en sueños y la de muchos. A un chico le molestaba que alguien más estuviera enamorado de ella, ya que según él, Emma le pertenecía, mato en una semana a 20 chicos solo por declararse a la chica. Sentía miedo, así que jamás me declare a ella y jamás pensaba en hacerlo––El mayor hizo una pausa para poder suspirar–– Ese 2 de octubre el chico descubrió por mi diario que yo amaba a Emma y mientras entraba al baño metió mi cabeza en el inodoro ahogándome hasta no poder respirar. Hasta que deje de tener algún pulso o esperanza de vida. Cuando por fin morí fue que me dejó tirado ahí y se fue a hacer su clase como si nada hubiera pasado, como si no importara que me haya matado.

––¿Cómo supiste que te dejó tirado y se fue a sus clases si estabas muerto?

–– Mi alma salió de mi cuerpo, con conciencia y pude observar todo lo que hizo el chico, luego me fui con Dios y me dió la opción de ser cupido, acepte y mi venganza fue hacer que Emma sea feliz con el hombre que amaba, y jamás pudo matarlo, ya que yo estuve ahí para protegerlo.

––Es triste–– Dijo el menor con tristeza en su voz–– Solo eras un adolescente enamorado que quería seguir viviendo, y un estúpido llegó y te mato, es terrible, pero.

–– ¿Pero?

––No respondiste mi pregunta.

Gonzalo suspiró para luego mirar al cielo.

––No puedo, se supone que mi corazón no puede hacer bum bum con alguien porque estoy muerto, y un muerto no puede estar con un vivo, ni siquiera con otro muerto, porque desde que morimos nuestra vida está hecha, acabo.

––Es injusto, te mataron y no dejan enamorarte.

––Pero ahora mismo mi corazón hace bum bum por ti y lo único que quiere es besarte.

Andrés sonrió y cubrió su cara con el notable sonrojó que comenzó a crecer por todo su rostro.

"Qué estúpido, idiota, imbécil, pero lindo" pensó.

––No sé si sentirme halagado o insultado.

Andrés tomó su almohada y se la lanzo a cupido haciendo que esté la esquivé y se ría por las actitudes infantiles del menor.

––¡Entiendo que puedas leer mi mente! Pero finge que no, no quiero avergonzarme más de lo que estoy.

Gonzalo sonrío mirando Andrés que se tapa con la cobija, enojado por cada vez que escuchaba sus pensamientos. No quería seguir viendo a cupido que solo lo humillaba a él.

––Andrés, ¿Tengo una oportunidad?–– Observo como el chico tocaba su álbum de Twice tranquilamente mientras sonreía.

––Puedes tratar de enamorarme, cupido tonto.

––Puedes tratar de enamorarme, cupido tonto

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¡Cupido se enamoro! || SpartorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora