El verano se había esfumado como si fuese el cabello del director, demasiado rápido para mi gusto.
No recuerdo bien en qué momento pasé de estar tirado en mi cama esperando ahogarme entre mis sábanas a tener que escuchar la explicación de Yamada-sensei sobre la presentación del curso de arte. Supongo que lo más divertido vuela y se desaparece con el viento.
Todos se levantan en cuanto el sensei nos lo indica, imito su acción con flojera. No es que odie su clase sino que ayer no dormí bien por quedarme despierto toda la madrugada. Si mi mamá les pregunta le dicen que estuve estudiando si no es mucho pedir, gracias, gracias.
La letra de la canción que cantaríamos al igual que la nomenclatura estaban en la pizarra, yo, a comparación de algunos de mis compañeros, tenía experiencia si se trataba de este tema en general, ya que no por nada tenía una banda con mis amigos.
Seguirle la corriente no era difícil, por mis costados escucho como entre momentos mis compañeros no sincronizaban o desafinaban. Por más que quería reírme no lo hago porque incluso yo pasé por lo mismo que ellos.
Entre las distintas voces de mis compañeros mis ojos vagan por mis costados, observando como a pesar de no tener idea de lo que hacían seguían las instrucciones, o más bien lo intentaban, de Yamada-sensei, pero por otro lado había unos labios que no se despegaron en ningún momento casi podía jurar que no le interesaba todo este asunto de la presentación hasta que mis ojos enfocan su rostro y esa idea se disipa ligeramente.
Yo no lo conocía personalmente, pero él solía estar en boca de los maestros desde hace mucho...
Ahora que lo pienso eso suena un poco mal. ¡Ese no era el punto! ¿Ok? Oki doki.
Lo que quería decir es que no comprendo, no mostrar interés en una clase viniendo de él parece un mal chiste. No me incumbe así que no me importa.
— Casi me hacen llorar — dice Yamada-sensei cuando finalmente le da fin a este ensayo y yo dejo de ver a Todoroki — Llorar de lo mal que cantan.
Reprimo una risa mientras escucho a todo el resto reclamarle por decir eso.
— Tranquilos, chicos. Por fortuna tenemos mucho tiempo para mejorar. — intenta animarlos antes de que un brazo se alce pidiendo permiso para hablar. Yamada-sensei mira al de lentes mientras asiente
— En realidad solo faltan cuatro semanas.
— Eso es mu...
Lo interrumpe y estoy demasiado tentado en reírme por la expresión de su rostro.
— Y si contamos los días en los que no nos toca con usted sería un total de 11 ensayos sin contar este. — termina de contar y el sensei se soba la sien a la vez que le muestra una sonrisa que parece más una mueca
Y ahí va Iida siendo el dolor de cabeza favorito de cualquier sensei.
— Es el tiempo suficiente para que hagamos una presentación decente, estoy seguro. — desde acá veía que no sabía mentir y que seguramente estaba rezando para que todo saliera bien pero sus palabras son lo suficientemente reconfortantes para que mis compañeros asientan convencidos
La campana suena dándole fin a la última clase de este día y yo solo tengo ganas de gritar aleluya a pesar de no ser del todo creyente.
Gracias, Diosito.
Esta sería mi excepción por hoy, lo juro.
Todos salen del salón como alma que lleva el diablo incluyendo al sensei que parecía ser el mas emocionado de que hayan finalizado las clases. Yo me apresuro a tomar mi botella de agua para alcanzar al desgraciado de Kaminari, el cual apuesto que ya debe estar impaciente por dejarme. Con esa idea en la cabeza camino más lento, se lo merece por desesperado. Maleducado, ¿Cómo se atreve a dejarme solo en el salón? Como si tuviera algo más importante que yo.
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Classmate (Seroroki) [BORRADOR]
FanfictionEl amor florece desde la adolescencia, pero es en casa donde se enseña, ¿no? Para ambos estudiantes no parecía gran cosa los temas del amor hasta que las palabras impulsivas de un azabache los termina enlazando en uno de sus últimos proyectos estudi...