Funny bunny ✧ 𝐒𝐁 𖬺 𝐇𝐊

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—Quítate de encima, pesas demasiado...— Hueningkai intento quitarse al chico de encima con mucha dificultad.

Probablemente paso una semana desde la última vez que fueron a visitar a Sunmi, fuera de eso Hueningkai quería terminar su existencia.

Desde su última visita con ella pudo notar que Soobin estaba menos charlatan que de costumbre, pero en cambio eso lo remplaza con lo meloso que se encontraba pegado a el casi todo el tiempo.

Como por ejemplo justo ahora, que prácticamente tenía al pelinegro con la cintura rodeada entre sus piernas y este con la nariz sumergido entre su cuello y rizos. Realmente era una situación extremadamente extraña pero viniendo de Soobin casi y que ya era costumbre que durmieran abrazados, Soobin era un chicle el pocas palabras.

—Si no te levantas no voy a poder alimentarte, ya llevamos toda la tarde así—Volvió a hacer un intento de quitarlo pero fue en vano ya que Soobin presióno más su cintura contra la de Hueningkai, avergonzadolo más.

—No tengo hambre....— El chico observó a su dueño a los e hizo un amague a intentar tomar sus labios, más sin embargo Hueningkai puso su palma de la mano como barrera ante cualquier truco.

Aunque ya se habían besado con anterioridad, Hueningkai no quería jugar con fuego, realmente tocar los labios de Soobin era una sensación de gusto y disgustó al mismo tiempo. Sabía que todo esto era resultado de que el conejo se encontraba entrando en una etapa de celo, pero no sabía cómo cesar esos comportamientos raros.

—Choi Soobin, más te vale quitarte de encima en estos momentos o juro que...— Cansado de tanto lore, Soobin retiro la palma de Hueningkai de sus labios, prácticamente sometiéndolo a un beso lo suficientemente tosco para que el menor jadeara sorprendido.

No podían culpar a Soobin después de todo, de alguna u otra manera seguía siendo un animal con un instinto predeterminado que de alguna manera no podía alterar, pero en definitiva eso era lo que más asustaba al extranjero.

Volviendo a la situación actual, Soobin comenzó a frotarse contra el cuerpo del más bajo, creando para si mismo una fricción placentera mientras que Hueningkai empezaba a sentir culpa por el simple hecho de no querer negarse a aquello.

—Si iban a hacer esto podrían haberme avisado para que me fuera a dormir a los techos—Yeonjun observaba todo desde la puerta de la habitación, más no entró a esta.

—Joder, Yeonjun, ayúdame a sacarmelo de encima...—Huening estaba entre el enojó y la vergüenza mientras que Soobin parecía importarle poco la presencia de el gato blanco.

Yeonjun no tardó mucho en ayudar a Hueningkai, puesto a qué prácticamente jalo las orejas de conejo del más alto para tirarlo de encima de este.

Soobin prácticamente soltó un gruñido a Yeonjun el cual fue callado por el gato golpeando su cabeza con un papel de diario.