Funny bunny ✧ 𝐒𝐁 𖬺 𝐇𝐊

، can i be your pet? 𝄒

Sus fines de semana por lo usual solían ser muy tranquilos, tenía por costumbre hacer limpiezas general del departamento, aparte de poner algo de música o simplemente ver películas y comer cualquier cosa que encontrará en su refrigerador y luego dormir toda la tarde.

Y claramente nada podría interrumpir su dichosa paz...

—¿Hueningkai acaso eres vergano o algo así?.

Nada excepto un chico que según el era un lindo y adorable conejo.

—Primero que nada, se dice "vegano"— corrigió —Y segundo ¿no quieres volver a ser un conejo? me harías la vida mas fácil—El extranjero cubrió su cabeza con una manta.

—No es mi culpa que tu refrigerador este lleno de fruta, verduras y una increíble cantidad de huevos— dijo cerrando la puerta de la habitación este —¿acaso te encantan los huevos?.

Realmente la suposición no era incierta, Hueningkai compraba muy seguido huevos en cantidad simplemente ya que era amante de ese tipo de comida, pero si no fuera por la tonada burlona del conejo, se hubiera tomado el tiempo de responder.

—No es mi culpa que no te guste comer comida sana, ahora deja de hacer ruido, intento dormir.

—Es temprano para que duermas, humano inmundo, ahora preparame algo para comer, esclavo—Comenzó a mover al extranjero para que este reaccionará.

—Me caías mucho mejor cuando eras un conejo y no podías hablar—Siguió ignorando al azabache.

—Ser un simple conejo no es para nada divertido, no es divertido no poder conversar con nadie, no poder ver televisión o tener que dormir encerrado en una jaula aparte de ser alimentado cada tanto, te juraría que no es para nada la definición de divertirse.

Huening logró sentir su corazón encogerse ¿realmente así se sentían los animales con sus dueños?

Quizás fue simplemente aquel sentimiento de lástima, pero dejando escapar un suspiro se levantó haciendo un poco de estiramiento.

—Más te vale que luego de esto me dejes dormir tranquilo— amenazó dirigiéndose a la cocina.

—¡Claro!— Exclamó feliz el más alto —es más, hasta voy a dormir contigo— sonrió de manera encantadora.

—Gran intento, pero tu lugar predestinado es el sofá— lo saco de su burbuja, haciendo que la sonrisa desapareciera inmediatamente.

No era que fuera egoísta al no querer que el chico durmiera con el en su cama, por el contrario, pero el chico tenía hábitos muy extraños al dormir, cosa que huening quería evitar a toda costa.

—Vas a comer lo que sea que te prepare, no pienso cocinar otra cosa— Huening simplemente tomo una sartén y algunos huevos entre un par de verduras y demás, no era un chef profesional, pero mínimo podría cocinar algo para sobrevivir.

—Si, ajá— respondió Tobin algo desinteresado —y....¿hace cuánto tiempo vives aquí?— Preguntó sentándose en una de las sillas del comedor-living de el menor.

—¿Porque tan repentino interés?— El menor siguió haciéndolo lo suyo.

—Trató de sacar tema de conversación, después de todo a partir de ahora viviré contigo— Huening solo se paralizó unos segundos pensándolo.

—Claramente, después de todo eres mi mascota— aclaro para seguir cocinando.

—No soy tu mascota, no soy de nadie realmente...— Tobin simplemente se limitó a tomar el celular del contrario para intentar de desbloquearlo.

—Perfecto— huening simplemente apago la cocina dejando la comida en medio proceso.

—¿Pero que haces?— Respondió confundido sacando su vista del celular apenas el extranjero dejo su labor.

—No eres mi mascota, asi que no tengo porqué alimentarte—Sonrío de manera molesta —Y mucho menos prestarte mis pertenencias—Le arrebató el teléfono de las manos del contrario que lo miraba con un señó fruncido algo confundido por los juegos mentales del contrario.

—Ahora, sabés donde esta la puerta, estas en tu derecho de irte si gustas— se se fue a su habitación para tomar su ordenador y abrir su cuenta de Netflix con el objetivo de buscar una película.

Los minutos pasaron y el silencio seguía presente en la atmósfera, quizás dándole a entender a que el chico ya había decidido por irse, pero no hubiera sido posible teniendo en cuenta que no se escucho ni abrir ni cerrar la puerta del apartamento.

No fue hasta que se escuchó un golpe en la puerta y como una respuesta un "pasé" de parte del extranjero.

Con la sorpresa de encontrarse a un chico con la cabeza y orejas hacia abajo, dando a entender una expresión de arrepentimiento.

—Y... ¿no te fuiste aún?— Hueningkai disfrutaba realmente la situación, era esa faceta manipuladora que generalmente usaba con sus compañeros de clase.

El silencio predominó de vuelta, mientras que el azabache se rascaba su nuca buscando las mejores palabras para perder la dignidad.

—Lo estuve considerando... y decidí que si voy a ser tu mascota— hizo el intento de una sonrisa torcida.

—¿Que te hace pensar que volveré a aceptarte como mascota?— Hueningkai amaba ver las expresiones del contrario, consideraba estas demasiado graciosas.

Soobin lo pensó un par de segundos, teniendo un debate mental entre si irse o seguir haciendo el ridículo en frente a un niñato.

—¿puedo ser tu mascota? Temporalmente— Trató de hacer una expresión tierna, pero esta fue correspondida con una entre irónica y de disgusto.

—Con una condición mi querido Tobinnie— ese apodo raro otra vez.

—¿Cual?— Ignoró el apodo mientras que se acurrucada junto al contrario,  fingiendo su papel de "mascota" mimada.

La pregunta fue respondida con una sonrisa mientras que Soobin no sabía que se estaría sometiendo el sólo a su propio interrogatorio.