Capítulo 5: Oliver

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Lo hice mal, desde el principio. No pensé, ese fue el problema, era un adolescente que actúo como un crio de diez años. Cogí el camino fácil y me llevó arrepintiendo mucho tiempo de aquello, sobre todo de ese día, esa será mi carga para el resto de mi vida, y lo peor de todo, es que ni si quiera se si sabrá que estuve ahí, sino es así, ¿debería decírselo? Y si lo sabe, ¿me perdonará?

Cuando volví a la ciudad recordé que en pocos días sería su cumpleaños, mis padres me dijeron que hacía unos años que se mudo de casa de sus padres pero va de vez en cuando de visita, y sobre todo siempre va por su cumpleaños. Pensé que sería el momento adecuado, pero no estaba allí y me encontré con su hermano, quien me dijo que le acompañara a recoger a su hermana. Debí haber sabido que no querría hablar conmigo, daba igual la situación o el lugar, ella no querría hablar conmigo. Al menos pude felicitarle el cumpleaños, es una tontería, pero me ha hecho sentir mejor, mi corazón ha sentido una leve brisa, no me ha dirigido la mirada, ni me ha dado las gracias, pero a pesar de ello, me he sentido feliz por un breve instante, aunque ahora solo quiera llorar.

Hacía años que no lloraba y esa noche me encerré en mi habitación y lloré como un niño pequeño, supongo que al verla en persona y sentir ese frío me hizo estallar, todas las emociones de culpa y arrepentimiento de estos años estallaron el lágrimas. "Sigue siendo un fantasma", oír eso dolió. Pero tenía razón, no tengo ningún derecho a decirle nada, sepa o no si estuve allí durante el incidente, no quita que la abandonara, que la ignorará de la noche a la mañana, lo hice horriblemente mal. Debería haber hablado con ella, pero no lo hice. Ahora no quiero seguir sintiendo esta carga y este dolor sobre mí, quizás me alivié hablar con ella, aunque me odie aún más, pero si ella no quiere, tampoco puedo hacer nada.

Dios mío, me va a estallar la cabeza si sigo dándole vueltas así. Tengo que intentar dormir y dejar de pensar. La solución es hablar con ella, hablarlo todo, para bien o para mal, ya me odia, no me puede odiar más, todo será tan sencillo como desaparecer de su vista si ella quiere, solo tengo que encontrar la forma de hablar con ella.

Corazón de PiedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora