Capítulo 11: Haru

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Después de que me contará todo aquello... Ahora más que nunca necesitaba saberlo.

— No te quedes ahí callado y contestame. ¿Lo viste? ¡Contesta, Oliver!

Mi corazón se sobrecogió y comencé a sentir como las lagrimas recorrían mis mejillas. No me me contestó, simplemente asintió entre lágrimas y sollozos. Solté un grito lleno de impotencia.

— No me lo puedo creer. ¡Cómo fuiste capaz! Crecimos juntos, éramos uña y carne, y solo por querer gustarle a otra chica dejaste que me hicieran eso. ¡Cómo pudiste ser tan cruel! No te importo mi sufrimiento solo por ser uno más de ese rebaño.

No dejaba de mirarle a la cara, él seguía llorando como un crio, veía como movía sus labios intentando articular palabras, pero no le salían. Solo podía sentir pena por él, mi empatía seguía intacta, aunque ahora mismo deseaba haberme librado de ella también. Poco después se puso de rodillas en el suelo y comenzó a pedir perdón.

— Por favor, perdoname. Lo hice mal, lo sé. Y llevó arrastrando eso desde entonces. No te protegí, perdoname.

— ¡No quería que me protegieras! Solo quería que estuvieras a mi lado. ¿Sabes que fue lo peor? Que mientras me tiraban pintura, me empujaban y me insultaban, yo me levantaba y seguía caminando hasta casa, al principio tenía la esperanza de que aparecieras, me cogieras de la mano y me acompañaras a casa. Después simplemente espere a que se cansaran y me dejarán. Solo quería que el chico del que me había enamorado estuviera conmigo.

Levantó la cabeza para mirarme, sus ojos se habían abiertos como platos. Empujo su cuerpo hacía atrás y acabó sentado, mirándome fijamente a los ojos.

— ¿Qué?

— Al principio pensé que solo me gustabas. Como me pasó con otros muchos chicos, pero tiempo después de que dejarás de hablarme, me di cuenta que no me olvidé de ti como con los otros, seguía queriéndote y seguía manteniendo la esperanza en que volvieras.

Caí de rodillas en el suelo. ¿Por qué acabé llorando? Supongo que por el dolor de la traición, porque ya no le amaba. Era imposible. 

Corazón de PiedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora