Capitulo XII

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"El sexo es bueno cuando dos persona se agradan, pero el goce es conmigo mismo. Mientras que en el amor, el otro no es un medio para mí goce; sino que es un fin en sí mismo."

Abre los ojos en el momento en que su corazón se calma lo suficiente y vuelve a latir con normalidad, el Dominante se encuentra mirándolo con una sonrisa, lo sostiene con fuerza de la cintura y se encuentra pegado a su pecho. Existe una comodidad que no sabía que podía sentir mientras se encuentra completamente desnudo pegado al pecho del mayor quién se encuentra aún con su ropa intacta.

Las manos del castaño le acarician los lados de su mejilla, un suave beso es depositado en uno de sus pómulos.

-Joder, adoro verte así.

Una timidez que realmente no sabía que podía sentir se apodera de él, se acurruca contra el pecho del mayor, totalmente sonrojado y cuando este suelta una risita, hunde su rostro en el pecho frente a él.

Más besos y caricias son dejados en su cuerpo, no quiere moverse pero empieza a sentirse incómodo así que se queja.

-Uhm... -El castaño detiene los movimientos de sus manos y estira su postura para poder mirarlo, se encuentra un poco en shock debido al sonido, ¿qué había sido eso? Había sonado cómo un niño pequeño, nunca había hecho eso antes.

-¿Qué sucede, Sol?

Se hunde nuevamente en el pecho del mayor sin responder.

-Hey, háblame. -Suave besos son depositados en el inicio de su cien, en el lóbulo de su oreja, en su pelo. -¿Recuerdas que hablamos del aftercare? Bueno, dijimos que lo íbamos a averiguar pero no sé qué es lo que necesitas si no me lo dices, ¿bien?

-Yo...

-Dime lo que quieres en este momento, ¿que te apetece?

-Ducha... -Se remueve en el agarre del mayor, sus mejillas se encuentran rojizas pero no deja de sentirse mimoso, podría quedarse en el regazo de Louis por toda la eternidad empezando desde ahora. Sólo quiere sentirse rodeado, cálido...

-Bien, vamos.

El castaño desenreda sus manos del cuerpo del rizado solamente para dejarlo de pie a un lado del sofá, sus manos toman sus caderas mientras suben al segundo piso dónde se encuentra su cuarto y el baño más grande de la casa.

El piso de Louis era de concepto totalmente abierto, una vez entrabas desde la puerta principal a un lado tenía la cocina, frente a ella un comedor de seis piezas los cuales sabía de primera mano que sólo se usaban cuando este tenía visitas, de lo contrario siempre comía en la isla de la cocina. A continuación del comedor venía el salón el cual estaba equipado con mullidos sofás, los cuales todos podíamos decir que eran de los mejores sofás que existían en el mundo pues sentarte en ellos era cómo hundirte en una bola de felpa.

Más allá había dos puertas, la habitación de invitados con su respectivo baño y la oficina de Louis.

Justo en una esquina, una escalera llevaba al segundo piso el cual en realidad podías ver el dormitorio desde la puerta de entrada ya que era un segundo piso pero sólo usaba la mitad del espacio, por lo que todo se sentía muy alto y abierto. La habitación de Louis era por decir lo menos, impecable, siempre estaba bien ordenada, con todo acomodado a la perfección. Pero toda la casa era así, la obsesión de Louis por el orden, rayaba la locura. Harry no se consideraba una persona desordenada pero definitivamente podía crear su propio caos a veces.

Cientos de veces había estado en aquel baño, pero todo se sintió surreal en el momento en que su amigo lo dejó por encima de un banco en una esquina, a la vez que se dirigía a la bañera para abrir la llave. El agua rápidamente se fue juntando, Louis le tendió una mano para que él la tomara, sin dudarlo lo hizo.

I wanna be your slave - LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora