"La persona amada es otro yo, que me da a mí, algo que no me puedo dar yo sólo."
Se encontraba en su oficina, estaba todo tan tranquilo que le daba miedo, habían pasado dos días desde que Harry se quedó en su casa. Se recargó en el escritorio mientras recordaba la mañana siguiente a cuando habían despertado, ambos enredados el uno del otro.
El rizado estaba acostado sobre su estómago, su rostro totalmente apoyado en la almohada, el mismo estaba acurrucado en el brazo del contrario, su rostro por encima de la espalda del rizado, ambas piernas enredadas en las del otro.
Nunca le había costado tanto tiempo levantarse, Louis era de las personas que no ponían más de una alarma para despertarse, esta vez no podía conseguir la fuerza suficiente para despegar su rostro de la espalda del rizado.
Suspiró al pensarse en aquella situación, en el cálido cuerpo del chico delgado contra sí mismo.
Habían tomado desayuno en silencio, porque si algo sabían ambos del otro era que no eran personas muy conversadoras por la mañana. El rizado la noche anterior se había quitado el collar con la ayuda de Louis, así que por la mañana mientras desayunaban, desapareció por unos segundos en la habitación, el castaño se había quedado en la isla comiendo tranquilamente hasta que había vuelto.
A su regreso, venía con el collar en la mano y el brazalete, había dejado el brazalete en la mesa y le extendió el collar a Louis, él lo había tomado inmediatamente, el rizado se había dejado caer en el piso con una lentitud sorprendente a un lado de la silla del mayor. Louis se había tirado hacía atrás y de costado mientras quedaba más cómodo y con mejor acceso para poder enganchar el collar, se dio su tiempo acomodandolo y después de haberlo cerrado, le acomodó el pelo para que cayera por su espalda.
El rizado se mantenía quieto, así que lo más lógico para él había sido tomar su pelo entre sus manos, haciéndole una coleta improvisada con su misma mano.
-¿Lou? .-Lo había sentido agitado, la respiración se sentía extraña en medio del silencio.
-¿Mmm?
Su cuerpo se había desplazado fuera de la silla para quedar directamente detrás del cuerpo frente a él. Con la mano ocupada jaló el pelo hacía atrás, un gemido resonó por la estancia, se preguntaba si el rizado tenía algo por el dolor, esperaba que sí.
La parte trasera de la cabeza del menor había quedado pegada a la ingle del mayor, aprovechó de la posición arrodillada del rizado para pasar sus manos por su cuello, siguiendo el contorno con sus propios dedos, se fijó en el rostro de su chico.
Tenía los ojos cerrados pero sus labios se abrían exquisitamente, estaban brillantes y podía apostar que los había remojado con su propia lengua. Su mano recorrió el cuello hasta llegar a su manzana de adán, dejó suaves caricias en los costados de su cuello, llevó su mano hasta la quijada, el propio rizado se movió levemente, su misma mano le había obligado a alzar el rostro y mirarlo.
Su respiración se había paralizado al verlo, estaba paseando su rostro por su cadera, se había incluso acurrucado cerca del bulto de su ahora interesado miembro, acariciando cómo si de un gatito se tratara. Su mano apretó el cuello ajeno, ganándose un jadeo en respuesta, justo en ese momento el rizado había decidido sacar su lengua y remojar nuevamente sus labios, pero era entendible, aquellos estaban ligeramente secos y... necesitaban una repasada. Necesario, sí.
Siguió el camino de la lengua con sus dedos, delineó los labios hinchados con parsimonia, media pulgada de los labios abiertos del rizado le había bastado para hacer lo siguiente.
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I wanna be your slave - LS
RomanceLouis es un exitoso abogado y dominante, fundador de una empresa la cual masifica y crea un ambiente seguro para el BDSM. Harry es un bailarín, quién hace clases de danza en su propia academia y no forma parte del mundo del BDSM. Si miras profunda...